Partida Rol por web

Cuando sus compañeros se apartan para hablar, Manuel se extraña de que no compartan sus preocupaciones con él, pero pronto lo deja pasar al ver cómo Alvar corta lo que queda de la cabeza de la criatura. Al pensar lo poco que tardará en oler mal, recuerda que él mismo no limpió sus armas de la sangre negruzca del ser al que sólo pudo herir. Y recordando la aparición, recuerda algo, que comparte con sus compañeros a modo de pregunta:

- Permítanme una pregunta, antes de que el ser apareciera, ¿hubo un momento en el que escucharon extrañas voces y sonidos? En mi caso así pasó. Voces distorsionadas, gritos de algún ave... ¿algo?

Tras preguntar su duda, con cuya respuesta podrían saber cómo de cuidadosos tendrían que ser al continuar en el bosque, o si el mismo bosque les volvería a poner sobre aviso del peligro, Manuel calla y escucha. Tanto la esperada respuesta, como los sonidos del bosque, y, con suerte, la respuesta de Lucio.

Tras la inoportuna llamada de Álvar, algo respondió al instante. Parecían gritos apesadumbrados de alguien. Desde luego no parecían los de ese ser ahora sin cabeza. Además, eran constantes, no continuos pero si se sucedían con frecuencia,... muy bajitos.

Procedían de la dirección que Antón habían propuesto seguir.