Partida Rol por web

Un día cualquiera en Théah

Prólogo de Wojciech Szuminski

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02/02/2020, 13:22
Narrador

Los hombres cerraron la puerta tras de sí, y cruzaron el pasillo para llegar a las caballerizas. El frío mañanero era notable, el vaho salía de sus bocas y sus pisadas se hundían ligeramente en la nieve. El viaje no sería fácil. Sin embargo, en el cielo alumbraban tímidamente los primeros rayos de Sol, lo que daba esperanzas para una alegre mañana de invierno. 

Ya una vez todo dispuesto, esperaron. Cristóbal saco de su bolsillo una especie de piedra negra, arrancó un trozo y se lo metió en la boca, luego le ofreció a Sancho y Szuminski. Al poco, por fin se abrió la puerta, y una grácil figura, se adentró en la nieve, cubierta de un enorme abrigo, algo exagerado incluso para la ocasión, que cubría su cuerpo de pies a la cabeza. Lo único que apenas se podía vislumbrar eran sus ojos, que aunque, trataron de evitar a los de Szuminski en todo momento, este pudo comprobar que eran verdes, a juego con su nombre. La figura avanzó con cierta torpeza por la nieve, y le hizo un leve gesto a sus espadas castellanas, que habían adoptado un porte mucho más recio, para que le abrieran la puerta del carruaje. Sancho se encargó de ello, y una vez la señorita estuvo dentro, Cristóbal tomo las riendas del mismo. Con todo preparado, Sancho se dirigió a Szuminski y le dijo:

-Todo listo señor, hora de partir.-

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03/02/2020, 11:10
Wojciech Szuminski

Szuminski siguió con diligencia a sus compañeros castellanos, manzana en mano. Pensó en pasar por recepción para despedirse de su "amigo" montaignés, pero no quería llamar más la atención de lo que había hecho ya. Cuando le tocó esperar a Esmeralda en las caballerizas, cogió la manzana y se la dio a su propio caballo, mientras acariciaba la frente de este y le susurraba al oído:

-Wkrótce będziemy w domu, stary.

Aceptó el trozo que le ofreció Cristóbal, con un asentimiento. Y al salir Esmeralda hizo una reverencia en seña de respeto, aunque esta no le respondiese. Finalmente, cuando Sancho le indicó que había llegado la hora, Szuminski montó en su caballo, se colocó a la altura de Sancho y le dijo:

-Dirigid el camino, yo os protegeré desde mi fiel Odwaga.

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10/02/2020, 23:54
Narrador

Salieron de las Cinco Velas a la mayor brevedad posible, pasaron ante los controles de los guardas de la muralla sin ningún problema, pues el digno carruaje bien escoltado daba una potente imagen de nobleza que espantaba a las patrullas de cualquier intento de inspección. El paisaje de la mañana fue bonito, a pesar de que los árboles habían perdido sus hojas y que los cultivos estaban de secano, el aspecto de las villas vodaccianas del Norte, cubiertas de nieve, en las faldas de las montañas y los grandes bosques que separaban Vodacce de Eisen era precioso. 

A medida que transcurría la mañana el Sol se fue perdiendo entre las nubes, y la niebla comenzó a dominar el cielo. El frío aumentó, sin embargo, aún era soportable y quedaba mucho día como para darse por vencidos.

En un momento, Sancho se acercó a Szuminski, y se dirigió a él:

-Hace frío, ¿Verdad?- Mientras le daba un bocado a una ración de carne metida en un pan de las Cinco Velas- Pero debemos seguir avanzando, ver si podemos llegar a Joppa antes del anocher y de ahí iremos a Budorigum.-

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12/02/2020, 10:30
Wojciech Szuminski

Szuminski acercó su caballo al ver que Sancho también se acercaba. Una sonrisa de medio lado afloró en sus labios y le respondió:

-Puede que a Esmeralda le vaya a encantar mi patria, pero usted empieza con mal pie, Sancho. Sin embargo, tiene razón. Es extraño, pues en el viaje de ida no hacían estas temperaturas tan bajas. Afortunadamente, sigo teniendo la medicina que acabará con todos nuestros problemas. - Seguidamente, se agachó al lado derecho del caballo y de una de las alforjas de ese lado del caballo, sacó una de sus numerosas botellas de vodka y, alargando el brazo, se la ofreció a Sancho. -Esto ayudará a pasar el rato, mi buen przyjaciel. Compártala con Cristóbal y Esmeralda. Ella tarde o temprano tendrá que acostumbrarse a la vida allí, y no hay mejor manera de empezar que con una de las mejores botellas. -dijo riendo bruscamente.

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16/02/2020, 20:48
Narrador

Lentos pero constantes, el camino seguía. La nieve espesa frenaba cada paso de los caballos, cada giro de la rueda. No estaban seguros de si aún era por la mañana o ya habían pasado el medio día, pero una cosa estaba clara, debían seguir avanzando mientras el Sol siguiera en el cielo, por mucho que no tuvieran el alivio de sentirlo. 

La sensación era rara, era como uno de esos instantes en los que hay una calma tremenda justo antes de ser atacados. La visibilidad era mala, y tan sólo podían escuchar el viento, aunque cuando este aminoraba podían escuchar el crujir de los árboles, probablemente por el movimiento de las criaturas que lo habitaban. Unas pisadas pesadas, distinto de los otros ruidos que habían escuchado hasta ahora se escuchó detrás de ellos, acompañado de un pequeño relinche. ¿Habrá sido Szuminski capaz de detectar a nuestro extraño?

Notas de juego

Tirada de Ingenio + Percepción

-1 aumento para escuchar un ruido.

-2 aumentos para escuchar que hay un hombre a unos 30 metros detras de ellos. 

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17/02/2020, 10:09
Wojciech Szuminski
- Tiradas (1)

Notas de juego

Not bad. 2 Aumentos. Escucho al hombre. Espero a tener más información para el post.

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17/02/2020, 22:08
Wojciech Szuminski

El fino oído de Szuminski permitió oír el leve sonido que se emitió a sus espaldas. Con una agilidad únicamente propia del Regimiento de Húsares Alados de la Mancomunidad, Szuminski, como si fuera uno con su montura, dio un tirón a sus correas, y en un segundo ya había dado media vuelta, encarando la desconocida fuente de sonido de sus espaldas. El caballo se colocó en sus cuartos traseros, dando un vigoroso relincho. A su vez, el Húsar de Hierro sacó el szabla de su vaina y, al estar el brazo extendido en vertical con el arma en la mano, este brillaba ante la pálida nieve que los rodeaba, casi como si fuese una fuente de luz propia. Entonces, con un poderoso grito, clamó:

-¡A mí, Sancho! ¡Nos siguen! -Szuminski apuntó con el sable hacia donde pensaba que venían los sonidos. -¡Figura desconocida! Desconozco vuestras intenciones, más aunque nos deseéis buena o mala fortuna, no tenéis que usar subterfugios para esconderos de nosotros. ¡Salid para realizar un parlamento o un enfrentamiento honorable! ¡Aquí os espero!