Por desgracia vuestro reino estaba muy cerca de "estallar". De las tres ciudades principales, la propia capital es la que peor estaba. Tanto el paro, como la escasez y las enfermedades proliferaban en demasía. La gente empezaba a protestar, y vuestro Rey, buscando una de las múltiples ocurrencias que llegaban a sus oídos, puso una en marcha.
Decretó que todas las islas al sur de su capital eran del Reino de Imodes, y claro, pasaban a estar bajo su protección y posesión. Pero, eso era poco más que una declaración, y había que ponerlo en mancha. Esas tierras estarían habitadas o no, serían fértiles o simples yermos baldíos, serían junglas infestadas de monstruos o campos de margaritas. Vete a saber, pero empezaron a llenarse de gente desesperada, y al mando de los pequeños grupos de colonos, se ponía a cualquiera que hubiera destacado en algo. Unos por su poder, carisma o habilidades, otros por sus capacidades de combate o sus títulos nobiliarios.... Todo el que destacaba era una escusa, para elevarle, si no lo disponía ya, a la nobleza, aunque fuera en su mínimo rango, y se enviaban en los barcos.
Por supuesto, lo principal era la estabilidad, así que sacando gente de las ciudades, y trayendo recursos o impuestos a estas, se recuperaría una cómoda vida para sus habitantes, mientras que las "colonias" tendrían que esforzarse por enviar a la metrópoli todo lo que pudieran, so pena de perecer ellos mismo. La promesa de poder negociar entre ellos con los excedentes, aumentar sus rangos o las fortunas, atraían a muchos que pudieran "destacar" por algo. (Negociarás y pagarás impuestos según se te construya inicialmente, y se preparen infraestructuras productivas).
Tú destacaste por (Tenemos que hacer el personaje, las negociaciones y pondremos esto), así que un pequeño grupo de acompañó. Los barcos hicieron el viaje con un personal de apoyo, que marcharían con ellos, para iniciar las primeras construcciones y luego marcharían dejándote a ti y a tus seguidores asignados. No sabías tu destino, pero una tormenta hizo que los serviolas divisaran tierra, y encontrando una bahía, el capitán de la expedición naval ordenó que este archipiélago sería tu feudo.
TECNOLOGÍA
La agricultura es primaria, ya que los arados han pasado a ser, en el mejor de los casos de bronce, o incluso de madera endurecida por el fuego. Existen libros de herrería, ingeniería y algunas ciencias más, pero los únicos estudiados son los de medicina, y realmente no son médicos, sino unos sanadores con conocimientos precarios de las bacterias, enfermedades y sus tratamientos. (Como la Edad Media Real).
Al carecer de minas de hierro u otros minerales de este tipo, la herrería ha quedado en desuso, y los únicos objetos de acero, hierro o aleaciones más "interesantes", están fuera del alcance de la mayoría, ya que son piezas antiguas, en manos de las manos de nobleza más avolenga o incluso de algunos extraños exploradores que viajaron al norte, sea por oriente u occidente, muchos años atrás.
La carpintería está bastante desarrollada, pero las herramienta para trabajarla o son muy simples o ineficaces, o incluso tan antiguas que su uso está muy restringido, ya que, su "supervivencia" se estima en pocos usos más. Tanto las construcciones como los barcos suelen ser pequeños, ya que no se usan clavos ni sistemas similares al carecer de ellos. Solo uniones con la propia madera, sea en ángulos, acanaladuras, pasadores de madera, o incluso biselados mantienen las "cosas y piezas juntas". Las construcciones de más de una planta suelen ser de piedras exteriores, con entarimados, escaleras y suelos interiores de madera. La cantería está muy desfasada, y no hay especialistas (al igual que herreros) y las pocas "piedras que quedan" son de viejos tratados, comercio u otras acciones similares con potencias extranjeras. (Unos enanos renegados, unas montañas de unos 2000km más al norte). Se ha perdido el contacto totalmente con esos proveedores.
Los procesos de irrigación, inundación, movimientos de aguas para uso agrícola o ganadero son bastante avanzados, ya que se crean norias de madera y canalizaciones de tierra (con su poca fiabilidad y durabilidad) para drenados o inundaciones, así como para el uso higiénico-sanitario en las poblaciones. En las tres ciudades de la metrópolis existen canales y acueductos de de piedra para el uso civil de la población, pero su estado es "delicado" por la falta de conservación. Fuera de estos lugares no existen más que canales improvisados con tierra o acequias de desagüe.
La ganadería está muy limitada a aves de corral, cerdos y otro tipos de animales de menor porte al ganado porcino (cabras, ovejas y similares) No existen vacas, caballos, ponis, burros, yamas, mulas o similares.
Existen tres telares en una de las ciudades metropolitanas, para usarse en la confección, pero, a falta de mantenimiento su uso está muy limitado (sobre todo por clavos y repuestos de madera) Se está construyendo un cuarto, pero se estima que se tardará al menos un año en ser terminado.
El curtido de pieles es muy básico, pero eficaz, ya que, al no usarse químicos, solo hervidos, con vinagres y salmueras se consiguen pieles resistentes, pero de durabilidad limitada. No existen telas o tejidos vegetales (lino, algodón, sisal, cáñamo .... pero se ha intentando hacer lonas o cobertores y alfombras de fibras de coco o cocotero, con mal resultado) ni tampoco animal, (Excepto el cuero) como la seda, lana o pelo de animales.
SOCIOCULTURAL
La relación entre personas, está muy limitada por las castas, y sólo el Rey puede permitir que el salto entre ellas se realice. Existe una nobleza dominante, dueños de la tierra y de todo el tejido productivo de la nación. Incluso si un comerciante llegase a hacerse rico, puede que el propio monarca tomase medidas contra él, o incluso que lo elevase a una nobleza básica, pero siempre supedita a nobles de mayor rango.
La obediencia es ciega en general, pero si se llegasen a extremos de malos tratos, hambre o violaciones de la integridad u honorabilidad de las personas, estas no dudan en revelarse. Solo el hambre consigue, a parte del liderazgo nobiliario, que las personas se unan, y los dos últimos reyes han sido destronados, tras morir por la turba, precisamente por ese tema (Uno por revueltas por el hambre, y la otra, por el liderazgo nobiliario, precisamente por el mismo problema) En el primer caso el propio heredero tomó las riendas, pero tras pocos meses, la nobleza lo destronó, apoyados por la sangrienta, inmiseridicorde y famélica turba. La nobleza esperaba poner un "cabecilla" de su agrado, esperando que fuera más capaz, pero no dio resultado. En el mismo año hubo tres coronaciones.
La religión es muy limitada y personal-familiar. Existen diferentes sacerdotes, más líderes espirituales que políticos, que o intervienen con su sabiduría en apoyo del pueblo o en los pocos ritos comunes (Entierros y enlaces) y sociales (Coronación y fiestas periódicas, sean agrícolas, anuales de coronación o incluso una especial, de Fin de Año). Se basan en el culto al Sol y a la Naturaleza, sobre todo en el sentido de la fecundidad agrícola y ganadera. Ni conocen ni desean otros dioses. Saben que los antiguos enanos con los que se comerciaba rezaban a un panteón distinto, pero ni lo conocen ni consideran que esos "dioses" sean reales. Al menos, no se consideran capaces, ya que, esa raza, ya casi nadie la recuerda, más que con una nostalgia lejana por sus conocimientos y habilidades (En la construcción, herrería y minería).
RELACIONES CON LA METRÓPOLIS Y CON OTRAS COLONIAS
Existe una prohibición de viaje o desplazamiento libre, y solo la nobleza, atada a la tierra o a lugares en concreto, tiene permitido o permisos puntales para viajar, a sabiendas de que será para una acción en concreto, por un tiempo limitado, y que pronto regresarán a su lugar de origen.
Existen diferentes líneas de tránsito, por barcos pequeños, que transportan a parte de esa nobleza que viaja (cuando estos no disponen de sus propias embarcaciones) y mercancías; que no suelen ser para otra cosa que para solventar los impuestos creados por la metrópolis, para sus sustento, supervivencia, evolución y paz.
A demás de eso, se permite el libre comercio entre la metrópolis y las colonias, o entre estas, con los excedentes que generen, tras pagar sus tributos (lo primero que se reservará) y lo necesario para su propio sustento (En segundo lugar).
Existe una prohibición de tratar con el extranjero, ya que solo el Rey tiene permitido el "Trato Internacional de Bienes y Servicios", pero, al no haber contacto con otras naciones o civilizaciones en estos momentos, y tampoco existir un control (Ni el Rey tiene, por ahora intención de generarlo), si se diera, tampoco habría tanto problema (Hasta que el Rey se entere, considere que es demasiado lucrativo para la colonia y tome medidas).
Lo primordial son los impuestos, servidos por barcos, que serán tomados por un Funcionario Real, que viajará al mando de la flotilla recaudadora, pero estos, a pesar de tener que ser entregados en cantidad y forma (Si te piden 100 toneladas de grano de maíz, quieren esa cantidad y de eso) los Funcionarios tienen permiso para, si se les han entregado otros excedentes, poder compensarlos con otros productos o materias equivalentes, o más preciadas. (Que si quieren esa cantidad de maíz, pero te falta algo, y les entregas en esa "falta", la misma cantidad de trigo, o puede que carne, igual lo toman a bien, o no. Y puede que requiera un esfuerzo extra, para convencer a ese funcionario).
Se considera que todo aquel tesoro, reliquia, u objeto de adoración, que pueda ser localizado por los colonos, será en automático propiedad real, y por tanto el noble local responsable de hacerlo llegar a la mayor brevedad, a su "actual dueño" (O sea, el Rey), a expensas de que pueda o no modificar, compensar los impuestos o incluso hacer algún regalo (Pero en principio, si se encuentra algo, es del Rey, y no va a entregar nada a cambio, y un hacha de cabeza hierro ya es una reliquia y un tesoro).
Vuestra posición no había sido decidida en principio, pero cuando os tocó partir, como tercera expedición, tras un par de semanas de viaje, un mala mar se hizo presente. Varias de las barcas y su contenido se perdió, así como algunas vidas, pero, los marinos hallaron una extraña y amplia bahía, cercada por varias cumbres, en la que las olas lo tenían más complicado para entrar. (VER PRIMER POST DE ESTA ESCENA)
Se pudieron salvar sacos con grano y tinas con carne seca para unos tres meses, y tu séquito personal con cuarenta y tres personas más. Repartidos a medias entre hombres y mujeres. Más o menos unas 10 parejas (Matrimonios todos ellos) eran campesinos. Unos con mayores conocimientos en grano, otros en huertos o incluso alguno en recolección de frutos, pero en general todos gente del campo.
Los barcos regresaron a la metrópoli, y como el Rey había prometido, unas piedras grandes, ya talladas y preparadas por una raza extranjera de la que se había perdido el contacto bastante tiempo atrás, fueron entregadas. Se fueron montando según las instrucciones escritas en los documentos. Era como un puzle preparado, pero con piedras enormes. Todo conformó una torre, con tres plantas y un sótano. Solo la planta baja y el propio sótano tenían el suelo de piedra, y los peldaños para subir o bajar, pero las contiguas (O sea, sótano y subir a la primera planta). El mirador de arriba, entre adarves y almenas, tenían el suelo de madera, y unas pocas divisiones internas de la torre, que conformaban habitaciones o cuartos. La planta baja solo era un pasillo, desde la entrada, que daba al fondo y llegaba a los peldaños. A ambos lados estaba dividido, como una fruta partida por el pasillo en dos mitades (Cada mitad era una sala). No tenía ventanas ninguna de las dos. El sótano, por supuesto bajo tierra, no tenía ventana alguna y era un solo ambiente, sin paredes intermedias ni nada. La primera planta era muy similar a la primera, pero esas mitades si tenían una ventana, que no dejaba de ser un corte de un metro de alto y un palmo de ancho en la propia pared. El interior era biselado, pero por fuera solo se veía una pieza oscura. No daba un grata iluminación. Lo justo para no tropezar y partirse los dientes en la caída. La última en lugar de en dos eran cuatro, y estas tenían una ventana cada una similares a las del piso justo por debajo. Las escaleras aún subían, y daba a una zona almenada, con un techado, con alero, para que hiciera como mirador, y también, el techado, permitía que las lluvias no "calasen en el interior", malogrando la estructura de madera interna.
IMPUESTOS
Serán delimitados según tu capacidad productiva, y se podrán compensar en "equivalentes" que los "cobradores" se encargarán de valorar (a su interés, no al tuyo).
Así que este apartado, inicialmente está por definir.