Calisto se despierta, es Sábado por la mañana y se le han pegado las sábanas, la luz del día se entremete por las ranuras de la ventana. Como no tienen nada que hacer pues se ha dedicado a descansar, ayer por la noche había salido a cazar humanos su sed de sangre unida con la luz de la luna habían echo de ella un fiero licantropo por un lado le daba pena su víctima pero por otro lado no podía morir ella de inanición.
Retira las sábanas color crema que está entrelazado con un plumas y se acerca lentamente a la ventana, al abrirla suenan sus bisagras y una brisa agita su pelo y renueva el aire de la habitación, el frescor recorre tu rostro y te hace sentir viva. La luz del sol inunda tu piel y el canto de los pájaros te relajan, pareces estar renaciendo te sientes bien ya que anoche cenaste como es debido ya lo deseabas después de 28 días el liberar la bestia de tu interior.
Unos golpes hace que la paz en la que te encontraras sufriera un pequeño cambio.
Bueno solo quería recordarte que tienes que marcar "mensaje solo para el director" en todo momento a no ser que se indique lo contrario ^^
Espero que lo pases bien :D
Oigo los golpes de la puerta...
Ya voy - murmuro suspirando profundamente dejándome iluminar por el sol de la mañana, al cerrar los ojos aun podía recordar los gritos de mi victima, pero al recordar su sabor una pequeña sonrisa se me dibujaba, sabia que no estaba del todo bien eso pero ... después de todo, yo había elegido ser así.
Buenos días - digo al salir de la habitación y al ver a una de mis madres, sonrío dándole un beso en la mejilla.
Su madre devolvió la sonrisa y el beso - hija, Dimitri y Dana te esperan en la sala de reuniones, creo que es importante que vayas - Hera miraba a Calisto y le tocaba el pelo mientras hablaba - Kraven quiere veros.
-Vale.- respondí a mamá sonriendole.
Me visto y enseguida bajo, diles a Dana y Dimitri que no tardo.- comentaba Calisto cerrando la puerta mientras buscaba rápidamente algo en el armario para vestirse.
Decidió ponerse una minifalda negra y una camiseta.
Tras esto, se asomó al espejo para retocarse un poco y se arregló el pelo rapidamente, saliendo de su habitación, a pesar de que le hubiera encantado seguir allí con el sol entrando por su ventana y el aire fresco que entraba.
Se dirigió a la sala de reuniones.
Al salir de la habitación te encuentras con Dimitri, - ¿Calisto? - dice el chico entrando por la puerta - Kraven quiere que nos reunamos en el salón, tiene algo que contarnos - dice.
Le acompañas por el camino te pone al día de lo que ha pasado en la mañana. Los pasillos son estrechos y están muy mal cuidados pero eso es solo la planta alta, es una tapadera ya que en realidad en el subsuelo tenéis unas catacumbas que es el verdadero hogar, muchos siglos estando a la sombra de los vampiros que ya os acostumbrasteis a habitar en los subsuelos de la cuidad mientras ellos vivían lujosamente en la superficie.
Farah... esos chupasangre la han matado en esta noche... - dice apretando los puños y bajando la mirada - cada vez son más - al entrar en el gran salón marcando la clave 343 se abre unas puertas metálicas muy pesadas e irrompibles y muchos de los licantropos estaban sentados al rededor de la mesa, esperando al gran Kraven, una de ellos es Dana.
Tras haber charlado por los pasillo con Dimitri, abrimos la puerta del salón donde ya se encontraban algunos compañeros nuestros.
Sonreí a Dimitri, como respondiendo a todo lo que él me había dicho y entré en el salón.
Vi a Dana,y me senté junto a ella, esperando que Dimitri se sentara a mi lado.
Tras haberme sentado, esperé a que llegara Kraven.
¿Qué tendría que contarnos?.- pensaba en aquellos momentos.
Sentados los tres juntos se abrieron las puertas una gran expectación y un silencio sepulcral inundaron la gran sala. Kraven entró con paso resuelto y sentándose en uno de los extremos de la mesa comenzó a hablar.
Señores, hay algo que está azotando nuestro pueblo los vampiros han sido nuestra peor amenaza y nuestra principal fuente de exterminio pero esto es diferente, miren – dice señalando a una pantalla que tenía a su espalda en ella se veía la imagen de autopsia de Farah una mujer-lobo que era bastante agresiva y famosa en vuestra comuna – miradla bien, no hay marcas en su cuello, y tiene la cara deformada y el torso arrancado, es como si estuviese hecho sin pensar, ese no es el estilo de los chupasangre, ellos son elegantes y cuidadosos, y esta imagen habla por si sola, un licantropo no haría eso, está fuera de lugar – dice golpeando la mesa – tiene que tratarse de otra cosa más mortífera y creo que tengo la solución – mira a Dimitri, Dana y Calisto – ¿chicos podéis acompañarme?
Tras haber escuchado a Kraven, éste nos mira y se dirige a nosotros.
Calisto sin contestar a su pregunta, se levanta de la silla, haciendo un gesto a sus amigos en señal de que la sigan.
Tras esto echa un vistazo a la gente del salón para ver las reacciones de sus caras, muy probablemente deben ser de pánico y confusión pues habíamos visto a Farah totalmente destrozada.
Kraven os lleva a una habitación contigua para explicaos lo que le preocupa.
Veréis, creo que son una criaturas muy diferentes a nosotros los que están haciendo todo esto, los vampiros también están sufriendo las consecuencias, están muriendo muchos de ambos bandos y lo peor está por venir... creo que piensan terminar con las criaturas de la noche para después someter a la humanidad ya que nosotros moriremos antes de ser esclavos de nadie – sus puños se cerraron fuertemente – he llegado a la conclusión de que solos no somos nada los licantropos y vampiros que se han enfrentado a ellos han muerto pero... ¿qué pasaría si uniésemos nuestras fuerzas? Eso no se lo esperan, sería algo impensable en todos los aspectos... Al-Zaharat, la anciana de Barcelona – dijo con un brillo de ira en los ojos – dijo algo parecido tengo entendido, así que tengo que pediros un favor, tenéis que ir a Japón para hablar con Miho Aiko.
-¿hablar con Miho Aiko? ¿y que se supone que deberíamos decirle?.-pregunto un poco asustada, puesto que no me esperaba esta situación.
Miro a mis compañeros, los cuales están tan sorprendidos como yo, y espero una respuesta de Kraven.
A Dana, quien a pesar de odiar y repudiar a los vampiros desde lo más hondo de sus entrañas, la idea le fascina. Sería como estudiar al enemigo más de cerca.
-Sabemos algo sobre las criaturas a las que tenemos que enfrentarnos? Alguna conjetura? -dice.
La "Gran" Miho Aiko, no creo que quiera prestarse para esta alianza que propones Kraven - Dimitri no estaba de acuerdo con eso miró a las dos chicas - es una locura si no obtiene la supremacía ese... ser, el que sea que este haciéndonos todo esto lo terminaran haciendo esos vampiros - la cara de Dimitri mostró asco más que otro sentimiento.
Calisto miró a sus amigos con una cara un poco confusa.
-Pues...yo creo que sería lo mejor viajar a Japón. Tenemos que investigar todo lo que podamos sobre ellos.-dijo mirando a ambos.
Cuanto antes, esta mañana o esta tarde a más tardar. Quiero creer que estoy haciendo bien enviándoos aunque no confío en que todo salga bien... decidme qué pensáis y si queréis ir porque de lo contrario, no os insisto más - dice mirándoos apenado - en vuestras manos pondría mi vida, os pido ese favor, pensé que me entenderíais ya que una de los vuestro, Farah ha muerto ha luchado con gran valentía pero eso no los ha salvado ella y otros dos más... - un atisbo de ira brillo en sus ojos - espero que estéis de vuelta pronto con respuestas, ya que yo dentro de unos días tendré que marchar para hablar con Al-Zaharat y no creo que meterme en la boca del lobo, que irónico, puede ser peligroso, puede incluso que muera pero quiero que si no regreso vayáis a España para que Khan tome el mando y ustedes tres estéis a sus ordenes - bajó la mirada - bueno decidme, ¿me ayudaréis en esta locura o tendré que hacerlo yo? - intentó bromear pero en estas situaciones no tenía la misma gracia.
Ella asiente ante las palabras de Khaven, mirando de vez en cuando de soslayo a Calisto, tenía muy encuenta su opinión y sabía que ella estaba dispuesta. Cuando saltó como un resorte diciendo que iría sin dudarlo, una sonrisa se dibujó en su rostro.
Por mi no hay problema ninguno. Con gusto daría mi vida por todos vosotros. Cogeremos el avión que antes haga la ruta Rumanía-Tokio, y hablaremos con ella, Kraven - dijo - Confío en que estés en lo cierto, y en que pueda ayudarnos.
Esto va a ser una estupidez no me gusta como piensa Kraven, aunque siempre a estado ahí... agacha la cabeza y con una voz apagada y con un tono de cabreo.
– Iré
Levanta la mirada dirigiéndola a Kraven y no con ojos de cordero si no de fiera con hambre.
- Pero no pienso morir por algo a lo que no estoy de acuerdo.
Cortando un poco la tensión que el solo se había creado suelta algo para que la batalla no empiece dentro. Con una sonrisa falsa.
- Ah y gracias por decidir que seamos nosotros quienes necesitaban unas vacaciones.
Cogéis el coche de Dimitri para dirigíos al aeropuerto de Baneasa, Bucharest.
Calisto se acerca a la recepcionista para pedir los billetes, Kraven os ha dado el dinero para que pidáis el billete de ida y vuelta.
La recepcionista os dice que posiblemente una familia no va a poder coger el siguiente vuelo, son las diez de la mañana y dentro de media hora saldrá el avión con destino al aeropuerto de Tokyo, Japón.
Tendréis que estar esperando en el aeropuerto hasta que anuncien vuestro vuelo. La gente pasaba por allí de un lado al otro, otros muchos estaban sentados esperando al igual que ustedes.
Voy a buscar unas revistas y algunas golosinas, ¿queréis algo? - dice Dimitri mirando al bullicio de personas que allí se reunían.
-Con chucherias nos conformamos.-dijo calisto sonriente mirando a Dimitri tiernamente.
La verdad Calisto estaba asustada, aunque se sentia en la obligación de ir a Japón, sentia miedo...en fin, por lo menos estaba acompañada de sus dos mejores amigos...
Sentada en el banco contempla el gran alboroto que hay en el aeropuerto, dejando volar su imaginación.
La chica afirma ante la petición de Calisto y la mira con ternura sin duda me vuelve loca esa sonrisa suya piensa mientras la observa con detenimiento.
Es extraño verles a todos tan.. preocupados, ¿verdad? Esta situación es tan extraña, que... -le dice a Calisto, que está sentada a su lado- Aunque a mi, lo que más me preocupa, es qué le vamos a decir a la señora Aiko.
Coge la mano de Calisto.
Estás demasiado callada. ¿Qué te ocurre? ¿En qué estás pensando?