Partida Rol por web

-¡¡¡ Por mil rayos y centellas!!! ¡¡¡ SON NUESTROS!!! moveos pandilla de holgazanes zarapastrosos... cargad como si el demonio os fuera a enguñir vuestras almas... porque seré yo quien lo haga como no derribemos a esos malnacidos. APUNTAD... ¡¡¡¡¡¡DISPARAAAAADDDDDD!!!!!- ordenó el capitán en pleno frenesí, lanzando escupitajos entre el hueco de sus dientes podridos, maldiciendo a partes iguales. Tenían al enemigo practicamente derrotado no podían permitirse fallar...

El capitán no había dado nuevas órdenes de movimiento, así que poco se podía hacer._ Vigilad los cabestrantes, mantened firmes los cabos!! Hay que mantener la posición!! Arr, no soporto la espera y la inactividad, Siempre se puede hacer algo mas...somos menos, tenemos menos cañones y nuestro barco es menos resistente...pero nosotros no tememos a la muerte, hay que alentar a los hombres.

Vamos rufianes!! apoyad a vuestros hermanos!! no podremos ayudarles a cargar esas balas de metal, pero les daremos nuestro ánimo!!!

Adelante Annie!!! Follate a esos marineros de agua dulce!!!

Vuelvo a recargar rápidamente y a meter la bola de cañón en su sitio con mucho pesar. Las aguas estaban tranquilas pero el ambiente muy tenso. Ya había sido cabo en otra tripulación y sabía cómo se manejaban esos cañones.- ¡Listo!.- grité para que dispararan los cañones y fui a disparar otro de los cañones cargados.

Escuché las palabras de Edward y me vine arriba.- Vamos Zarpamono carga.- dije a la negra tripulante mientras le daba una patada al cañón para que disparara de una vez. Era una acción temeraria, pero era lo que mejor sabía hacer.

Un nuevo impacto hizo que el barco enemigo basculase y comenzara a dar media vuelta... los piratas miraban cómo el gran barco iba perdiendo fuelle contra su pequeño bote, lleno de piratas de gran talante y coraje. El barco daba media vuelta y utilizaba tanto el viento como los remos para retirarse... aunque aún estaba a tiro para una nueva ráfaga. Estaba claro que el pequeño barco dañado no podía alcanzar al gran buque, pero ¿acaso imaginaba que al final iba a ir ganando en un mano a mano?

John mostró todos sus podridos dientes cuando vio el barco de su enemigo recular y tratar de huir. De no ser porque el malnacido de su capitán lo había dejado sin pierna se pondría a bailar una jota, pero tenía que centarse y terminar de darle caza... ¡POR TODOS LOS DIABLOS DEL INFIERNO, QUE AQUELLA MISMA NOCHE EL CRANEO DE VINCENT PERAL ESTARÍA EN SUS MANOS!

- ¡VAMOS A POR ELLOS! ¡A TODA VELA PANDILLA DE NENAZAS! ¡EL INDOMABLE YA ESTÁ CASI DOMADO! ¡VAAAAMOOOOOOOSSSSSS!- gritó escupiendo espumarajos por al boca posicionándose en el timón con un brillo de locura en sus oscuros ojos y más sed de sangre que nunca.

PERO A QUE COÑO ESTÁIS ESPERANDO??!! LAS ÓRDENES SON CLARAS!! QUERÉIS LA GLORIA Y EL ORO?!!

DESPEGAD TODO EL VELAMEN!! AFIANZAD LOS CABOS!! NO SE NOS ESCAPARÁ ESOS HIJOS DE PUTAAAA!!!

El barco del enemigo parece estar en mejores condiciones, a parte de tener velas más grandes y más personas en los remos así que los desesperados esfuerzos de los piratas no logran encontrar al barco, que acaba esfumándose en el horizonte a una velocidad abismal. Aunque los piratas tenían que festejar, pues era la primera vez que el gran navío se rendía, humillado por un barco tres veces más pequeño. Esa noche sería de celebración. La próxima vez, esos piltrafas sabrían con quién se tendrían que enfrentar. 

La tripulación saltó de alegría, pese a no haber podido acabar con el barco era una clara victoria por abandono. Era peor que un barco huyese a que fuera hundido, así que podían alardear de los tripulantes tan gallinas, que aún con más fuerzas que ellos no lograron más que huir.

John dio un puñetazo en la barandilla del barco... aquel malnacido se le había escapado de las garras. Maldijo todo lo que pudo, escupiendo improperios de todos los gustos y colores. Sólo pudo reaccionar cuando el resto de la tripulación comenzaron a clamar la victoria. Habían plantado cara a un barco más grande y mejor equipado que el suyo y no sólo eso sino que además lo habían echo retroceder, todo un logro que jamás habría sido posible sin la talega que sus hombres le habían echado al asunto.

John no se iba con las manos vacías de todo aquel entuerto, era el capitán de ese barco, había combatido con su tripulación y habían conseguido una gran recompensa... pues no todas las recompensas se pueden contar con oro. Satisfecho emitió una sonrisa mostrando sus podridos dientes y se acercó a Edward.

- Edward... mal nacido- le echó una mano sobre el hombro- los tienes muy bien puestos, de ahora en adelante tu serás mi mano derecha. Eres el primero de a bordo después de mí... naturalmente- se apartó de él para darle un empeñón amistoso en el hombro- ¿Has visto como han huido esas ratas de cloaca? JA,JA,JA,JA esto hay que celebrarlo... no se tu pero yo voy a beber ron hasta quedarme sin sentido y luego... luego iremos a por oro, sí... a partir de hoy nuestros nombres van a ser famosos en el mundo entero Ja,ja,ja,ja,ja- dijo animado el capitán pensando en el sin fín de posibilidades que se les ofrecía y la cantidad de lugares que estaban ahí para ser saqueados- ¿Conoces la leyenda del capitán Espino? cuentan que enterró sus riquezas en una isla del caribe... hablaban sobre un mapa...- sonrió con un brillo especial en los ojos- ¿Que te parece si nos damos una vuelta por ahí?.

Arr, Si nuestras velas no hubieran sido afectadas por sus cañones, no se que hubiese pasado. Pero lo que está claro, es que ese malnacido con una sola pierna, ese obstinado cazador de ballenas blancas, casi lo consigue. Yo lo condené, y no lo logramos. No le deseaba la muerte, pero quebrantó las leyes de la piratería...quien no lo ha hecho antes...si, pero pagando su justo castigo.

Pero ahora, mis sentimientos hacia el han cambiado. No estoy seguro si el mejor capitán que haya conocido nunca o tan solo un loco con una sed de venganza que ni todos los océanos del mundo lograran aplacar. Pero si el me lo permite, le seguiré, le seguiré con lealtad, como si el mismísimo Poseidón diera las órdenes.

Edward, miró a su alrededor contemplando el júbilo de los hombres ante la proeza que acababan de realizar. Oteó el horizonte, donde su presa se esfumaba poco a poco de sus fauces.

Mmm sólo aquellos que hayan capitaneado un barco, sabrán que es una victoria amarga, yo no lo celebro...Pero está claro, que nuestra gesta llegará a todos los puertos desde Tortuga a Puertonuevo.

Al escuchar las palabras del capitán, Edward se acercó cabizbajo, no sentía el derecho de mirarle a los ojos a un hombre que con su visión les habría librado de una muerte segura.

Capitán, en verdad me llenan sus palabras. Y juro por todos los dioses del mar que jamás me presentaré como capitán mientras esté bajo sus órdenes. No solo le debo la fama que nos llegará en el futuro, sino mi vida. Y como tal, mi vida es suya así como mi lealtad. Durante el transcurso de la contienda, osé interpretar sus órdenes, no volverá ha pasar.

ARR, SI, ACEPTO EL CARGO DE SU SEGUNDO!!!_ El semblante del tuerto cambió, al igual que su actitud. Firme y esperanzada. Si esos son sus objetivos, solo tienes que darme las órdenes para que se las comunique a los marineros. Pero como dices, es hora de honrar a los muertos. BEBAMOS PUES!!!

Edward le acercó una botella de ron y arramplando otra a un grumete despistado, brindó y bebió por las futuras aventuras que se les presentaban.