Partida Rol por web

La situación parecía mejorar poco a poco, pero aún estaba lejos de terminar. Lo único que separaba a los prisioneros de la libertad era aquel soldado de Panacea.

El policía no pudo decir nada a sus compañeros, ya que estaba enfocado en eliminar el peligro restante.

Corey simplemente se afirmó a su rifle, apuntó al guardia y disparó. El joven tenía la esperanza de lograr finalmente controlar la situación, para así finalmente ayudar a los heridos y huir.

Jefe hace falta saber si Corey consiguió librarnos o no?

Intentando poder zanjar ya aquel asunto y evitando así mayores pérdidas, Corey no dudó un segundo en apretar de nuevo el gatillo para acabar con el único soldado que quedaba dispuesto a seguir cobrándose vidas inocentes.

Ahora con todos los enemigos abatidos los presos podían invertir todas sus fuerzas en salir de allí; cualquier alternativa era mejor que quedarse parados en un lugar donde los han encerrado como ratas de laboratorio y matado como rebaño enfermo.

El final del pasillo está a pocos metros. La luz casi se vuelve cegadora en comparación con la oscuridad a la que os estabais acostumbrando. Oís una voz de fondo, hay alguien que os está esperando. Parece que es una voz joven que grita que os deis prisa. Según os explica hay un vehículo acorazado que os está esperando para daros a la fuga, sin embargo, el estruendo de multitud de disparos os hace poneros nerviosos. Desde atrás os están disparando, sois muchos pero eso no significa que alguna bala perdida os pueda acortar la vida en tan solo un momento.

Mientras escapáis, escucháis los quejidos de algunos de vuestros compañeros que han sido alcanzados por las balas, poco a poco van cayendo antes de tocar al fin la libertad.

Me había puesto de pie mientras Corey daba de baja al ultimo guardia, habría sido mi prioridad ayudar a los que se encontraban heridos, pero la voz de alguien que indicaba que había un vehículo tras la salida mas los disparos desde atrás, me hacia casi imposible detenerme a ayudar a los demás, así que que use el protocolo de emergencia aplicado a la situación, debía preocuparme en atender a los que tenían posibilidades de sobrevivir, así que ayudaría a correr hacia la salida a los que estaban en condiciones.

-Corey, Ryo, ayudad a los que podáis, debemos salir de aquí...-

Así que aun a costa de mis reales deseos, decidí salir de aquel sitio con la mayor cantidad de personas a las que podía ayudar.

Una vez que al fin el grupo había sacado a los soldados del camino, Corey se apresuró a ayudar a los heridos. Asegurándose de no dejar a nadie atrás. 

-Vamos, rápido!. exclamó intentando acelerar el paso de los demás.

El joven policía se limitaba a avanzar al paso del mas lento. No había tiempo para atender las heridas ya que se acercaban más peligros.

Se encontraban cada vez más cerca de escapar, una voz explicó que un vehículo acorazado los estaría esperando. Este escape había sido planificado, sin embargo aquellos guardias de panacea seguro retrasaron los planes.

Al salir, Corey intentó ayudar a la mayor cantidad de personas posible. La confusión del momento era extrema, no tenían idea de a donde estaban o si aquel vehículo era un aliado fiable, pero era la única opción.

Todo empezaba A ponerse feo , disparos y llantos envolvían la escena mientras una luz cegadora al final del pasillo parecía estar la salida. La mujer que los acompañaba parecía totalmente recuperada, y el joven policía parecía controlar la situación,  Ryo que comenzó a correr con el máximo de sus fuerzas mientras sus oídos resonaban por los fuertes disparos a su alrededor casi quedando sin oír nada a su paso, tratando de escapar en aquel fuego que parecía venir a rescatarlos 

Con velocidad y dolor lográis salir al exterior del complejo. Cuando miráis atrás os dais cuenta de que estabais encerrados en un bunker bastante profundo. Los alrededores están formados por profundos bosques, el clima es húmedo pero el sol irradia con mucha fuerza. En el suelo podéis ver las marcas del vehículo acorazado que inició la evacuación, sin embargo seguir el rastro parecería una ardua tarea.

A pocos metros había aparcados unos cuatro o cinco vehículos acorazados que parecían militares.

Justo en las puertas había un hombre de torso desnudo y que parecía alterado por todo lo que sucedía.

- ¡Rápido! - gritó.

- Subid a los vehículos, dadle prioridad a los heridos y a las mujeres - aclaró mientras ayudaba a los más rápidos a meterse dentro.

- Es nuestra única oportunidad de sacaros de aquí, ¡¡¡haced que valga la pena!!! - podíais ver con vuestros propios ojos que realmente aquel hombre estaba ayudando en la evacuación ¿sería uno de los responsables de vuestra liberación?

Las alternativas eran bastante claras: o ir con aquel completo desconocido o quedarse allí a expensas de los soldados de Panacea que pronto os darían alcance.

Parece ser que todo salio bien por ahora, después de aquella carrera lograron salir del complejo que era bastante extenso y acorazado situado en una zona fondos de árboles que camuflada el lugar.  Ryo cansado, fatigado y con pocas fuerzas pudo alzar su mirada y ver a un fornido hombro que a base de gritos parecía liderar a las personas que lograron sacarnos de hay, casi sin razón nos ayudaron a subir al furgón mientras Ryo cedió sin pensar si eran buenos o malos y sentado en la parte de atrás solo notaba las pulsaciones de su corazón latir con fuerza.

-C..Corey...Ari...el suban...

Dijo mientras veía el peligro de la situación con un tono entrecortado y agotado

Siguiendo su instinto de policía, Corey comenzó a ayudar a las personas a subir a los vehículos acorazados, con la esperanza de que sean su salida.

Espero que no estemos entrando en una trampa más...no tenemos seguridad de quienes son estas personas, no he visto ninguna identificación y mucho menos un uniforme, pero no tenemos otra alternativa. pensó.

Corey asintió al escuchar las palabras de Ryo... -Ya casi salimos. contestó intentando dar ánimos. -Estén alertas.

La situación no era la mejor, pero por lo menos estaban un paso más cerca de escapar de las instalaciones de Panacea.

Ayudaba a los heridos que podía a acercarse a los vehículos, cuando yo misma me encontraba en uno de ellos intentando curar a los heridos o al menos estabilizarlos, Corey y Ryo están mas atrás asegurándose de que subieran todos a los que podían ayudar.

¿Quienes eran esas personas y por que nos ayudaban?, eran preguntas que creo todos nos hacíamos, pero al ser la única oportunidad de sobrevivir debíamos aferrarnos a ellos y aceptar su ayuda y confiar en que no caeremos en un lugar peor del que estábamos.

Volví a mirar a Corey y Ryo... -Apresuraos y subid, ¡vamos, vamos!...- le tendí la mano a uno para ayudarle al subir al vehículo para salir cuanto antes de ese sitio.

Ya habíais conseguido acceso total al vehículo.

- Me alegra saber que tantos supervivientes hayan podido escapar - dijo mostrando una deslumbrante sonrisa.

Amablemente os ayudó a subir al vehículo, en el interior se encontraban bastantes personas que se acomodaban como podían en el interior, algunos de ellos estaban heridos pero sus heridas iban a ser atendidas poco a poco por Ariel. Había un par de camillas donde unos hombres se quejaban disimuladamente sobre su dolor, al parecer también habían recibido impacto de bala.

En el momento que os ven, varias de las personas que estaban allí os manda a que os relajéis y acomodéis, en pocas horas os llevarán a un nuevo hogar. El hombre que os dio la bienvenida al vehículo vuelve a acercarse a vosotros:

- Sé que estaréis sedientos de respuestas, intentaremos daros todas las posibles, pero muchos de aquí buscamos algo más que información, buscamos venganza. Ante nosotros no sois extraños, aquí todos somos como una gran familia... pero cada cosa a su tiempo. - Tras acabar la frase, dio indicaciones a una muchacha para que hiciera todo lo posible para ayudar al resto de los heridos.

Todo había salido bien, el joven se encontraba al fin en los vehículos acorazados junto a sus nuevos compañeros. 

No parecía que ese fuera el fin del viaje, ni que todo fuera a volver a la normalidad, lejos de eso, cada vez se generaban más preguntas en la mente de Corey.

Las palabras del desconocido solo agregaban confusión al asunto ¿Venganza? ¿Será que Panacea les ha hecho algo?

El policía asintió a aquel hombre -Sin dudas todos aquí apreciaríamos respuestas.-    Básicamente no sabemos siquiera a donde estamos... pensó

El rato de tranquilidad en los vehículos era algo para agradecer después de todo lo ocurrido. Al notar a Ryo algo cansado, y a Ariel ocupada curando a los heridos, Corey se limitó a dejar pasar el viaje, siempre atento a si se presentaba la oportunidad de ayudar. Esperando con ansias respuestas que aquel hombre podría brindar, pero primero debían alejarse definitivamente de las instalaciones de Panacea.

Ryo estaba agotado, la mucha tensión y presión por parte de los experimentos y pruebas diarias, le llevaron al shock, estando en el vehículo calmado Apesar de todo le provocó un cansancio mental y muscular que ladeo su cabeza dejándola en el hombro de Corey, su rostro de niño y su delgadez aun le hacían parecer 15 o 16 años, ni si quiera fue capaz de atender a las palabras del hombre solo quedo inconsciente mientras en su mente se formulaba algo

Estaba concentrada en curar a la mayoría, sabía que en algún momento debíamos detenernos y hablar con quienes nos rescataban, pero ahora no era el indicado, lo importante es que estábamos fuera de aquel lugar, aunque nuestras vidas no volverían a ser las de antes.

Me acerque a todos los que mostraban algún tipo de dolor o herida, con amabilidad y luego para proceder a curarlos, en varios, al poco rato sentía mi cuerpo exhausto, nunca había usado mi habilidad tantas veces.

Me senté a descansar un momento, en silencio observando a los demás, luego con los ojos cerrados, pero atenta a cualquier sonido.

¿Cuándo había dormido sin preocupaciones, desde su última noche en casa? No lo sabía y el cansancio ya se hacía evidente.

(debido a que no incluyeron a mi personaje en lo Que mencione anteriormente seguiré con lo que estaba)

Ryo estaba demasiado cansado, no se podía calcular cuanta falta de sueño fue a lo que estuvo sometido, además del agotamiento de hacer comido adecuadamente,  por todo aquello seguía dormido. Al parecer esábados a salvo, o eso era de suponer, el joven cocinero entro en un trance soñando con su madre por lo que comenzó a hablar en sueños

No. .. no te.... vallas!  grr... dejalo ... no vayas!!