Partida Rol por web

 -¡Muchacho, no te aceleres!

 -Deja ese cuerpo inmediatamente. No vamos a experimentar con nadie.

 -¿Porqué no? Sería divertido. -el gnomo esboza una de las sonrisas mas bobaliconas que jamás se haya visto en la cara de un bufón.

 -Señores. Señores. -el anciano hace ademán de querer calmar al semiorco- Dejémoslo aquí y sigamos nuestro camino. No hay necesidad de deshacerse de ningún cuerpo, Sr. Unk. No hemos sido nosotros. Y tenemos a un respetado miembro de la ley y el orden de Absalom entre nosotros. -y señaló al paladín.

- Experimentar con nadie? - digo citando al paladín - Este ya está muerto, lo que hagamos con su cuerpo poco le importará. Además, cuál es el sentido de respetarle muerto si no lo hacías estando vivo?

Me giro para mirar al anciano de galera.

- No es un asunto de deshacerse del cuerpo, es tan solo para ver qué sucede. Si no le pasa nada luego podríamos volver a probar con alguien más ligero y fácil de sostener - echo una mirada al bufón

Ley o orden de Absalom... como si eso fuera a importar aquí dentro.

Daveak mira a unos y a otros con cara de total sorpresa, sin entender por qué discutían por el adáver de un maloliente hobgoblin, que mas daría lo que hicieran con él.

-No cr-creo que a Mmm-Malgrim le importe mucho lo qq-que se haga con su cuerpo ahora, y al resto debería pre-preocuparnos como sss-sasa-salir de aqui!!!- Exclama con cierto tono de indignación

 -Vamos  a dejar el cuerpo aquí y seguiremos investigando la casa. Si salimos de aquí, ya se ocuparán las autoridades del cuerpo. -el paladín mira fijamente a Unk a los ojos.

 -Vamos, muchacho, deja el cadáver. Tenemos mucho que investigar todavía. No perdamos tiempo aquí.

 -Eh... pensandolo mejor... no creo que sea buena idea tirar a nadie a ese agujero inmundo. Esté vivo o muerto... -parece que el comentario de Unk sobre probar luego con "alguien mas ligero" ha hecho mella en el gnomo.

El mago se percata de que el paladín tiene la mano posada sobre la empuñadura de su espada, asi que se remueve inquieto en su sitio, y se acerca hacia Dalanna, señalandao con la cabeza al paladin.

-Se van a liar a palos- Le susurra a la elfa -El paladin parece estar a punto de sacar su arma-

Vale a la siguiente puerta. Con tono de cachondeo y como si esto fuera un concurso.

 
Ves que mientras habla con Unk, la mano del paladín descansa sobre la empuñadura de su arma.

Suspirando mientras  pone los ojos en el cielo, Dalanna niega con la cabeza poco después de que el joven mago le hubiese alertado de las posibles intenciones del paladin. Tambien era cierto que no se habia pronunciado  en los actos del semi orco con el cuerpo sin vida de Malgrim. Y, llegados a este punto; su ferrea voluntad comenzaba a  resultar mellada  al ver tanta poca cooperación.

- BASTA!- gritó la joven elfa, para asombro del grupo. Esta joven habia intentado por todos los medios apaciguar  el temperamento de los presentes pero   semejaba que ya  habia perdido  la paciencia.- Semi orco, soltad el cadaver, os lo imploro. Aunque fuese un  mala persona en vida, no merece terminar como  carne de cañón para vuesos estudios.- caminando  decidida hacía el semi orco , extendiendo las manos   para que viese que no habia desenvainado arma al una, prosiguió:-  Si deseais probar suerte  con el   portal fantasmagórico, yo misma me ofrezco voluntaria.-

Antes de que el semi orco le respondiese, Dalanna lanzó una mirada autoritaria al paladin, con la intención de indicarle que sosegase su impetú y  abandonase la idea de enarbolar su arma.

 - Carne de cañón? Experimentos? - digo con tono de hartazgo - Es que son todos estúpidos? Está muerto! No es más que un pedazo de carne! Pareciera que no les interesa salir de esta mierda de sitio! - la poca paciencia que me queda acababa de terminarse.

Suelto el cadáver de Malgrim y miro a todos con mirada recriminadora.

- Esto es una estupidez. Los únicos que tienen agallas son el paladín y la elfa y ambos son un par de moralistas imbéciles que parecen respetar más un cuerpo inerte que uno vivo! El resto no son más que un atajo de cobardes, ninguno movió un dedo cuando el asunto del perro y lo único que hacen es temblar y temblar. Son incapaces de tomar una decisión y cuando lo hacen es para salvar un pedazo de carne - esto último lo digo con desprecio señalando a Malgrim

Miro al enano un momento, el único por quien aún no termino de formarme una opinión, sopesando lo que voy a decir y hacer. Algo más tarde vuelvo mi vista hacia el grupo, deteniéndome para mirar con asco a aquellos de quienes peor opinión tengo. Daveak, el bufón y el semiorco.

- Hagan lo que quieran pero no se atrevan a buscar mi ayuda o mi opinión. Si acaso llegara a creer que debiera ayudarles ya lo haré por mi cuenta. Pero no lo esperen, no daré mi hacha a quien no se ayuda a si mismo.

- Estimado semi orco.- habló Dalanna una vez escuchado  lo que argumentaba el fornido semiorco.-  Tened en cuenta   que muchos de nosotros no tenemos vuesa sangre fria y valor para  resolver estas situaciones. Muchos  tiemblan incapaces de reaccionar, otros ,como vos tomais las riendas de vueso destino y  dominarlo a vueso antojo.- Observando al semiorco con  una expresión que intentaba expresar calma y tranquilidad, continuó: - Por mi parte, mi bien querido bárbaro, me preocupo por todo el mundo, como ya dije en su momento , no deseo que nadie pierda su vida en este lugar. Por desgracia, hemos perdido a uno de nosotros... Os  ruego que entendais nuestras peticiones  para darle buena sepultura a este pobre diablo.-

Girando hacia el resto del grupo, Dalanna anunció:

- Aunque parte de lo que aqui relata el  bárbaro semi orco  es verdad. Muchos de los presentes se esconden detras de los fuertes  aguardando a que les salven sin prestar ayuda.-  cruzó sus brazos y añadiò: - Si bien es cierto que el miedo os paraliza, tened en cuenta el valor del compañero. ¡ Hagamonos fuertes  apoyandonos unos contra los otros y busquemos la forma de salir con vida.!-

finalmente, se acerco a la mole de musculos que formaban al semi orco, llevó su mano a la de el y susurró:

- Mi nombre es Dalanna, mi bien querido semi orco, espero que en venideras ocasiones pronuncieis mi nombre.- sonrió.-  No estoy contra vos, tenedlo en mente .-

 -Sin duda tenéis razón, Señorita Dalanna. -el paladín afloja la mano que sujetaba la empuñadura de su espada.

 -Bueno... ¿seguimos, Damas y Caballeros? Creo que estamos todos deacuerdo en dejar aquí el cadáver de Maese Malgrim y recogerlo cuando nos vayamos.