Partida Rol por web

Verónica EFE

El bosque de O Cebreiro

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29/12/2022, 19:46
Cibran Paradanta

¿ahora que se habían ido las chicas, me había quedado con Ramiro que se hizo otro bocadillo, bueno por lo menos no soy el que más come aquí, estás 2 han dicho 3 minutos que en argot de chicas son 3 horas, la lumbre esta encendida asi que hace.... que fue eso, Ramiro, has tirado algo o que ha sido eso? puede que las chicas nos estén gastando alguna broma,pero han ido en dirección contraria, tendrán al perro encerrado en el sótano? Y ese sótano parece muy oscuro

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29/12/2022, 22:49
Verónica

Verónica sonrió al ver su abrazo correspondido. No parecía molestarle que le abrazara con fuerza, sino todo lo contrario. En tono de broma le dijo

- Ya me gustaría que los chicos me abrazasen así. Muchas veces te tratan como si te fueras a romper de un abrazo. Así tienen que ser, para sentirlos, no como esos que te dan a veces que parece como que no te quieran tocar por tener la lepra. - Sonrió - Así tengo un poco menos de miedo. Vamos.

La arrastró sin soltarla de la mano. Sonriendo. Aunque había algo detrás de aquella sonrisa, puede que miedo, pero estaba claro que la curiosidad era la que la guiaba. Tanto Celsa como Verónica recorrieron la buhardilla intentando no caerse, mirando aquí y allí, descubriendo poco a poco lo que ocultaban esas sábanas. Se dirigieron hacia donde estaba el caldero y los libros y ante la pregunta de Celsa Verónica le dijo respondiéndole en un susurro

- No sé tía, vamos a echar un vistazo rápido y nos vamos

Echó un vistazo al caldero pero no tenía nada especial. Grande, de cobre, de los que se utilizaban tradicionalmente en las pulpeiras. En cuanto a los libros eran viejos y estaban cubiertos de galimatías, parecían escritos en otro idioma por un médico o algo así. La letra era cursiva, apretada, crispada, como si la mano que la hubiera escrito tuviera demasiada prisa. No habían dibujos, ni nada que la hiciera comprensible, así que Verónica dejó uno de los libros y se quedó pensativa antes de decir en voz alta, más para ella que para Celsa.

- Mi madre me lo tiene prohibido, pero no hay nada malo aquí, ¿No?. -miró en dirección a la rueca -  Nunca he visto a mis padres tejer, ni esa rueca, es extraño, no veo nada que... -Entonces gritó como si hubiera visto un fantasma - ¿Has visto eso? ¡Joder la rueca se ha movido sola! ¡Ha dado una vuelta sola! ¿Lo has visto?

Cuando Celsa miró creyó verla moverse, apenas una fracción. ¿Aquello era algún tipo de percepción condicionada? No estaba segura, sus ojos le decían que la habían visto moverse, pero allí no había nadie más que ellas, y tras mirar un buen rato a la rueca las dos no la vieron volver a moverse. Verónica suspiró y dijo

- Joder, el miedo me debe haber hecho ver cosas.... - Verónica no quería quedar como una cagada, pero se le veía que la situación empezaba a pesarle - No sé que hay en la caja, lo miramos y después nos vamos ¿vale?, igual Ramiro y Cibrán se están matando ya sin nosotras.

Abrió la caja, era un tablero doblado sobre sí de madera, doblado hacia adentro que parecía tener algo en su interior no demasiado grueso. Verónica lo abrió y al ver lo que era  lo soltó como si fuera una mamba negra, era un tablero de Ouija, antiguo, taraceado que al caer al suelo quedó boca arriba, dejando al descubierto lo que escondía una anilla de madera. Se quedaron mirándose y entonces la anilla empezó a moverse sola, buscando las letras. No fue lo único que se movió, la rueca empezó a dar vueltas, cada vez a mayor velocidad. Verónica chilló con los ojos desorbitados, estaba realmente asustada.

V - E - R - O - N - I - C - A

La anilla salió disparada y golpeó a la chica, y si los muros no fueran tan gruesos habrían oído sus gritos en toda la casa.

 

 

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29/12/2022, 23:22
_Narrador_

La situación era incómoda, pero solo para Ramiro. Cibrán parecía estar en su salsa, porque ver como Ramiro se ponía nervioso era como miel en sus labios. Le gustaba ese tipo de reacciones, fastidiar, infundir el miedo, vale, igual era un poco cabrón, pero había lo que había, Verónica debía saber como era y sino ya lo aprendería. Ramiro, en cambio, dio un salto cuando Cibrán fingió echarse encima suyo.

Las chicas se habían perdido camino de la buhardilla y ahora solo podía esperar que volvieran pronto. Estaba en racha, no había pruebas físicas del beso, estaba con un psicópata, así que se refugió en el chorizo y el pan, la comida siempre era un seguro, algo que no le fallaba, y aquello estaba bueno. Cibrán estaba diciéndole que no era el más zampón de allí cuando de pronto escucharon un ruido proveniente del sótano que heló la sangre a Ramiro. Empezó a sudar, mientras le preguntaba a Cibrán si lo había oído, pero a no ser que estuviera sordo como una tapia debía haberlo hecho. Cibrán parecía estar tranquilo, preguntó si Ramiro estaba haciendo algo, pero salvo que se refiriera a sudar o asustarse no podía haber hecho un ruido como ese con lo que había en la cocina. Entonces le llegó el turno a las chicas, pensando que podían estar trolleándolo, pero ellas se habían ido hacia arriba. Debía ser el perro, sí, era lo más lógico. En las casas rurales los perros eran grandes, así que la mala bestia debía haber arañado la puerta para salir, todo era lógico, no había de que preocuparse.

Debía haber sido el perro, o  tal vez fuera la caldera, tal vez las tuberías de la vieja casa, pero nunca habían oído algo así, y no era lo único extraño. Jurarían que la luz de la alacena estaba apagada y ahora se podía ver claridad bajo la puerta. La madera de la puerta del sótano crujió y las bisagras chirriaron mientras la puerta se abría. A la izquierda de un gancho colgaban chorizos y salchichones y bajo él una despensa con distintas latas y botes, muchos de ellos sin etiqueta. A la derecha unas cuantas botellas de vino sin etiqueta tampoco. Las escaleras estaban débilmente iluminadas por la bombilla de la despensa. Eran angostas y parecían adentrarse en la tierra. No se veía el final de las mismas, pero a mitad de escalera vieron un interruptor que tal vez encendiera una luz más adelante. Olía a humedad, algo esperable, pero lo que no esperaban escuchar era el ruido de algo cíclico, algo que hacía clac-clac, clac-clac, en intervalos de un segundo. No sabían que podía ser, pero el segundo sonido que se superponía si lo conocían, alguien estaba tarareando una canción, por las voces más de una persona, no entendían lo que decían pero tenía una cadencia casi hipnótica.

Los perros no abrían puertas, ni cantaban. No estaban solos.

 

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29/12/2022, 23:22
Director

Notas de juego

Actualizados. El próximo turno tocaría el 31, pero dado el día que es se retrasará a día 01/01 a las 20:00

Por si no hay más comentarios en el off Feliz Año nuevo a todos! :D

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31/12/2022, 12:59
Ramiro

Ehhh… la boca de Ramiro se abrió incrédula ante lo que estaba viendo.

Se supone que estamos solos ¿No? Estaba casi seguro que Verónica había dicho que estaban solitos allí. Que sus padres estaban fuera. La idea era esa ¿no? Aprovechar el momento para ir arriba. A la buhardilla esa. Entonces ¿Quién diablos estaba empujando la puerta esa de las narices? ¿Y qué cojones eran esos cánticos? No tenía ni pajolera idea, pero desde luego no iba a bajar. Dentro de la escala mortal de sótanos siniestros, uno con puerta que chirría, sin luz, escaleras angostas y del que sale un ruido de como gente cantando cosas satánicas se llevaba la palma.

No pienso bajar ahí. Señaló la dichosa puerta a Cibran

Si había algo chungo ahí abajo ¿Para que bajar? ¿Para qué meterse en la boca del lobo por más que sus paredes estuvieran cubiertas de apetecibles longanizas caseras? No. Ni de coña. Era mejor quedarse allí. Esperar acontecimientos y si eso, hacer lo que todo gordo hace en estas situaciones: salir por patas.

Ramiro echó un vistazo alrededor. La primera opción que se le vino a la cabeza era la puerta de salida. Huir por donde habían venido, pero en seguida borró esa posibilidad.  Correr campo a través no estaba en su lista de habilidades. Mejor era subir las escaleras y buscar a Verónica. Quizás ella sabría de que iba todo ese rollo.

¿Y si buscamos a Verónica? No era lo más valiente del mundo pero no creía que Cibran y su cerebro de psicópata pudiera mejorar semejante plan. 

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31/12/2022, 18:38
Cibran Paradanta

Ramiro, estas casas viejas, en mitad de un bosque siempre hacen ruido, no ves que no han arreglado nada en años,crees que Verónica nos ha traído aquí para formar parte de los chorizos??. Mientras hablo con la mirada repaso lo que hay en la cocina, ramiro hay que ser valiente que así Vero te volverá a dar un beso y puede que hasta os saquéis una foto donde tengas cobertura y a saber si en la foto sale ella abrazada a ti. Cojo el rodillo de 100 años que menciono vero y se lo doy a Ramiro, toma compañero esto te hará más valiente y decidido, mientras yo cojo la hachuela que hay clavada en la tabla de madera, esto me dara valor, de mi mochila saco una linterna pequeña, vamos Ramiro ve bajando y si vemos algo raro, nos damos la vuelva y buscamos a Vero, para pedirla explicaciones, le doy una palmadita en la espalda para animarle, yo me encargaré de decirla a Vero lo valiente que has sido que te ofreciste ir el primero para inspeccionar el sótano eso seguro que hace que se le caiga el tanguilla.  yo todo serio y profesional como si lo hubiera hecho mil veces

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01/01/2023, 21:54
_Narrador_

La boca de Ramiro expresaba su incredulidad ante la apertura de la puerta que llevaba al sótano. La puerta se había abierto parcialmente, pero, desde su posición, no veían nadie al otro lado. Ante la afirmación de que no estaban solos Cibrán contestó que aquello era de casas viejas, que no había que preocuparse, que seguro que la puerta era vieja y se había abierto sola, que no debían estar allí para formar parte de los chorizos. Ramiro lo tenía claro, ya podían decirle lo que quisieran que él no se iba a bajar a ese sótano por nada.

Aunque pretendía sonar tranquilizador la amígdala de Cibrán ya estaba maquinando. Mientras intentaba convencer a Ramiro que se quedara su vista se perdía en la cocina, intentando coger cualquier cosa que le pudiera servir. Tiró de orgullo masculino, diciéndole que a Vero no le gustaría si se rajaban por cualquier tontería. Aun así Ramiro sugirió ir a buscar a Verónica pero Cibrán lo que hizo fue darle un rodillo de cocina y coger una pequeña hachuela. Ramiro se quedó sin saber que hacer mientras Cibrán avanzaba hacia la escalera, puesto a golpear con saña a quien se pusiera por medio. Ramiro retrocedió un par de pasos, hacia la escalera, y entonces el infierno se desató.

La puerta de la casa se abrió de golpe, una fracción de segundo y se cerró con fuerza empujada por una fuerza invisible. El viento que entró del exterior era frío, casi glacial, de los que hacen castañetear los dientes, aunque cualquiera dudaría si el castañeteo era por el frío o por el miedo. Las ventanas entraron a continuación a formar parte del macabro baile, golpeando los marcos con furia, mientras el fuego de la chimenea se avivaba en una llama azul que hacía hervir el pote, haciendo que las alubias cayeran al fuego y la olla se pusiera al rojo vivo. El menaje de cocina comenzó a moverse, animado por una fuerza invisible, haciendo que las ollas salieran de sus ganchos, que los platos salieran de sus alacenas y que los cubiertos salieran del cajón. Hasta los chorizos colgados parecían haberlas tomado con ellos.

 

Notas de juego

Haced una tirada de cuerpo, con dificultad 9. Ramiro, por estar algo más alejado de la puerta de la despensa tiene un bono de +1

Próximo turno día 03/01 a las 20:00

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01/01/2023, 22:03
Verónica

Verónica chilló cuando la anilla le golpeó. Salió corriendo hacia la escalera para bajar, pero no llegó demasiado lejos. Dos pasos después se dio cuenta de que Celsa no venía, se había quedado paralizada. Se dio la vuelta y corrió hacia ella mientras la anilla se volvía a dirigir hacia el tablero, animada por una fuerza invisible. Cogió la mano de Celsa y estiró de ella con fuerza mientras le gritaba.

- JODER, vámonos...¡ Vámonos ya! - Tironeó con fuerza - Vamos Celsa, tía, DESPIERTA.

La anilla marcaba letras a toda velocidad en la ouija.

- S-O-C-O-R-R-O-E-S-T-A-M-O-S-A-Q-U-I-C-U-I-D-A-O-S-D-E-

Y entonces el tablero se prendió fuego en una llamarada que se apagó al instante, dejando tras de si un tablero quemado del que nada se podía distinguir ya.

Notas de juego

Próximo turno día 03/01 a las 20:00

Supongo que has fallado el turno por volver de viaje.... a ver si ya para el próximo te reincorporas :)

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02/01/2023, 21:23
Ramiro

Cooñooo Ramiro pegó un bote del susto de ver como la puerta se cerraba de sopetón. Luego las ventanas se abrieron y cerraron y después el fuego se volvía azul.

Joder, joder, joder Ramiro entró ya en modo tembleque. Aquello no era ya cosa de un simple sótano lúgubre. Allí había un rollo paranormal chungo. Fantasmas atormentados por traumas con muchas ganas de venganza.  Seguramente eran gente que habían vivido en esta casa y que habían muerto de forma jodida y violenta y ahora querían resarcirse de sus problemas a base de putear a los vivos. En las pelis siempre era igual: la cosa empezaba con cosas moviéndose: sillas, tenedores y cosas de esas. Telequinesis. En el idioma fantasmal eso era como una advertencia, como decir “Saca tu culo de mi casa” Si uno no era capaz de percibir esos mensajes, luego los espíritus se cabreaban mucho más y ya pasaban a la fase de matar. Ramiro no quería morir. El solo querías una puñetera foto con Verónica.

- Tiradas (3)

Motivo: Cosas moviendose

Dificultad: 0

Habilidad: 1

Tirada: 2 5 10

Total: 5 +1 = 6 Éxito

Motivo: Cosas moviendose

Dificultad: 9

Habilidad: 0+1

Tirada: 7 7 10

Total: 7 +1 = 8 Fracaso

Motivo: Cosas moviendose

Dificultad: 9

Habilidad: 1+1

Tirada: 1 4 5

Total: 4 +1 +1 = 6 Fracaso

Notas de juego

Puf vaya lio me he montado con las tiradas sorry

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03/01/2023, 19:41
Cibran Paradanta

Pues va a ser que no, que no es cosa de la casa vieja, ni de un perro gigante, mmm Ramiro creo que se nos ha olvidado algo donde Vero no??, empiezo a recular un poco y a retroceder mientras Vero todo lo que está ocurriendo, creo que mi madre me dio demasiada medicación para mis brotes y ahora veo cosas raras.

Siempre he leído y escuchado que el fuego es un gran purificador y que no hay nada que se le resista, pero el psicólogo no me deja jugar con fuego

- Tiradas (1)

Motivo: tirada de cuerpo

Dificultad: 9

Habilidad: 3

Tirada: 1 6 9

Total: 6 +3 = 9 Éxito

Notas de juego

si esta mal puesdes hacer la tirada,para ahorrar tiempo

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03/01/2023, 20:16
Verónica

Verónica estiraba de Celsa para sacarla de allí. Gritaba y tenía los ojos anegados en lágrimas, pero no parecía tener fuerza suficiente para sacar de allí a su amiga. Celsa se sentía sin energía, como si toda su alegría fuera extraída de su cuerpo, como si sus piernas formaran parte de aquella buhardilla.

- Vamos, tienes que reaccionar Celsa. Vamos, hay que escapar... Corre, por lo que más quieras, no te rindas...

¿Celsa tenía algo por lo que luchar? Habían habido momentos en que habría dicho que no, pero ahora tenía una amiga, se sentía algo mejor que en sus peores momentos, podía luchar, y en caso de perder, al menos dejaría de sufrir.

Notas de juego

Siguiente turno día 05/01 a las 20:00

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03/01/2023, 20:34
_Narrador_

Aquello parecía una película de miedo de las buenas. Los efectos especiales eran maravillosos, puertas que se cierran solas, ruidos de madera vieja crujiendo por los impactos y menaje volando sin más intención que abrirles la cabeza. Ramiro empezó a elucubrar si aquello tenía que ver con fantasmas, poltergeist y el significado de aquel fenómeno, porque él era un chaval de pensamiento más que acciones. Un cazo le dio en la cabeza y le abrió una brecha mientras sentía como las piernas se le doblaban. En cambio Cibrán no se planteaba nada, tal vez porque pensara que igual estaba colgado por un exceso de medicación. Tirando de practicidad sugirió visitar a Verónica, sin saber que la muchacha tenía sus propios problemas.

Tan pronto como empezó todo acabó, cayendo el menaje en el suelo ruidosamente, rompiéndose en mil esquirlas las cazuelas de barro de la cocina. Les pareció escuchar gritos desde arriba, pero no estaban seguros por llegar muy amortiguados. El fuego se había apagado y el único color que parecía haber en aquella cocina era la sangre que brotaba de la cabeza de Ramiro. No parecía grave, pero era aparatoso, nada en comparación de lo que podía haber pasado si un cuchillo hubiera sido lo que hubiera impactado contra él.

Se miraron. Habían sobrevivido a un encuentro en la tercera fase, se habían salvado, o eso creían. Antes de que Ramiro se pudiera levantar escucharon pasos fuera de la casa, pero no eran humanos, sonaba como si un perro grande hubiera llegado, tal vez el de los padres de Verónica. Algo olisqueó ruidosamente al otro lado de la puerta por la que habían entrado. Era grande, debía ser un mastín, o algo más grande por el ruido que hacía al respirar, y entonces empezó a rascar la puerta con fuerza, con tanta que sus garras atravesaron la madera hasta aparecer por el otro lado.

Aquello no era un perro pero la puerta todavía aguantaba, pero si no hacían nada aquella bestia acabaría abriéndose paso hacia ellos.

Notas de juego

Tras el cacharrazo Ramiro aplicará una penalización de mente de -1 durante 2 turnos. Ya tienes libertad de acción, te puedes levantar y hacer lo que quieras

Próximo turno día 05/01 a las 20:00

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04/01/2023, 19:35
Ramiro

Mierda Ramiro se tocó en la herida. Tenía sangre. No era gran cosa, pero le escocía bastante. Buscó un paño. Encontró uno en una encimera y lo usó para secarse la herida.

¿Qué está pasando aquí? Preguntó mirando el revoltijo de cacharros que había esparcido por el suelo de la cocina.

No hubo mucho tiempo para respuestas.

Un sonido le alertó. Venía de fuera de la casa. Parecía un perro. Sintieron como se acercaba y como olisqueaba. Era como si siguiera algún rastro. Las pisadas se acercaron hasta la puerta y entonces, fuera lo fuera aquello, empezó a rascar con fuerza la puerta.

Joder

Mira Ramiro señaló como las uñas del bicho atravesaban la madera de la puerta como si fuera una hoja de papel.

Iba a ser que un perro no era. Pero… ¿Dónde coño se habían metido? Puertas que se abren solas, cuchillos que vuelan por los aires, cazos asesinos y ahora ¡Bestias demoniacas! ¿Qué era aquel lugar?

Atranquemos la puerta con algo Ramiro echó un vistazo alrededor y buscó algo con lo que obstruir la entrada.

Ayúdame señaló una encimera de cajones y empezó a arrastrarla hacia la puerta

Vengaaa 

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05/01/2023, 18:50
Cibran Paradanta

Pero que pasa aquí , estoy pensando que esto no es normal, por lo menos en mi casa no pasan estas cosas, pero al ser en un bosque, pues a saber, que manera de volar cosas, yo me agacho y cubro esta cara tan hermosa que tengo, JODER que ostia en todo el pedrolo que le han dado a Ramiro, por lo menos le ha matado 2 neuronas y sangra como un puerco, me arrastro agachado hasta donde está Ramiro y cojo del suelo las telas que han volado( servilletas, trapos, cortinas, mantel) y se lo ato a la cabeza para que deje de sangrar que como siga así se puede hacer borona. De repente empezaron a sonar ruidos fuera ,golpes en la puerta, lobos de día? Ayudo como puedo a levantarse a Ramiro, cuando empieza a decir tacos, a señalar la puerta como se mueve, empieza a dar órdenes, parece que el golpe le ha sentado bien, le ayudo a mover la encimera para bloquear la puerta, mientras pasamos por la ventana alejados de ella miro hacia el exterior para ver si veo algo, Vamos Ramiro empujemos con fuerza que en esto nos va la vida.

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05/01/2023, 20:06
Verónica

¿Luchar? ¿Para qué? Todo el mundo la odiaba, por gorda, por pelopanocha, por tener los dientes torcidos. Su psicólogo le había intentado ayudar, y por un momento parecía que funcionaría, ¿Pero que le esperaba cuando volviera al pueblo? La odiarían más, por haber ido a casa de Verónica, por ser su amiga, y todo volvería a lo de siempre, los ataques, las mofas, el bullying. No, no tenía motivos para luchar. Allí no se estaba mal, estaría cerca de Verónica, por toda la eternidad, aunque ella todavía no lo supiera.

El cuerpo de Celsa empezó a envejecer a toda velocidad, convirtiéndose en una cáscara arrugada y seca que intentaba agarrar a Verónica. Se quedarían juntas, eran amigas, no podía abandonarla. La anfitriona de la casa gritó, con los ojos desorbitados y emprendió una enloquecida carrera, sin mirar atrás, llorando y chillando por lo que le había pasado a Celsa, temiendo haber perdido la razón.

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05/01/2023, 20:30
Director
- Tiradas (2)

Motivo: Alacena Cibrán

Dificultad: 0

Habilidad: 3

Tirada: 4 4 6

Total: 4 +3 = 7 Éxito

Motivo: Alacena Ramiro

Dificultad: 0

Habilidad: 1

Tirada: 3 8 9

Total: 8 +1 = 9 Éxito

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05/01/2023, 22:34
_Narrador_

Estaba herido. Ramiro era un chico cuidadoso, y normalmente no tenía este tipo de percances, salvo que tuvieran algún tirón de jugar a la Wii U o a la play 4, ¿Pero sangrar?, habría que remontarse a cuando se le cayeron los dientes de leche para pensar en algo parecido. Era una novedad, pero comparado con lo que estaba viviendo no era nada, y para no estar acostumbrado a sangrar se estaba comportando sin ponerse a gritar histéricamente. Se fue a la alacena a buscar un trapo para arreglarse el estropicio, pero no pareció ser suficiente para Cibrán.

Cibrán había salido ileso, su costumbre de poner ojos morados le habían ayudado muchas veces para evitar golpes, y como veía que con un trapo no iba a llegar muy lejos le hizo un vendaje con una de las cortinas. Lo había dejado como si fuera un tuareg, pero su misión estaba cumplida, no se le desparramarían las neuronas y no ensuciaría el suelo, que seguro que la madre de Verónica se cabreaba mazo.

No tuvieron tiempo de agradecimientos pues una presencia se manifestó en la puerta y empezó a rascar la puerta con tal fuerza que sus uñas la traspasaban con facilidad. A Cibrán no le cuadraba. ¿Lobos de día? Pero él no tenía el saber de Ramiro, que podía imaginarse que aquello bien podía ser un wargo, uno muy cabreado. El golpe había sentado bien a Ramiro, que ahora estaba más resoluto, dando órdenes a Cibrán para que le ayudara con una encimera. Pesaba como los muertes, demasiado para Cibrán, pero Ramiro estaba poseído, el miedo lo espoleaba, y con un par de empujones consiguieron colocar la encimera taponando la puerta. Podían descansar, aunque fuera un wargo esa puerta no la iba a mover nadie, a no ser que tuviera una fuerza brutal.

Unos pasos apresurados de bajada resonaron en la escalera y la figura de Verónica apareció. Falló bajando los últimos escalones, que los hizo rodando, y cuando se paró de vueltas parecía una muñeca desmadejada. Tenía los ojos llorosos, sangre en los labios, que seguramente se había mordido en la caída y estaba totalmente despeinada. Los ojos los tenía desorbitados y la piel pálida, como si hubiera visto un fantasma, y venía sola. No había rastro de Celsa, pero Verónica lloraba desconsolada y buscaba unos brazos en los que cobijarse. Eligió los de Cibrán, en teoría más fuerte, aunque con la encimera quien había partido el bacalao había sido Ramiro. Con un gemido entrecortado Verónica le dijo

- Cre-cre-cre-o que a Cel-sa - Cogió carrerilla como si necesitara sacarse eso de dentro - Le ha pasado algo, creo que está muerta. La buhardilla, la buhardilla se la ha comido....Vámonos, vámonos de aquí...

Entonces la puerta de fuera resonó. Un par de golpes dados con fuerza que no consiguieron abrir la puerta. Se miraron, no podía ser, nadie podría mover la encimera con su propia fuerza, imposible, para mover la encimera utilizando la puerta como palanca se requería una cantidad ingente de fuerza. Estaban seguros, o eso creían. Un graznido, o una voz que les pareció como tal, sonó al otro lado de la puerta y la encimera se apartó de la puerta por si sola, como antes se había movido el menaje por si solo. La puerta se abrió de un golpe violento que hizo crujir la madera.

Una mujer mayor, con un rifle en una mano y tres conejos muertos en la otra entró en la casa, traspasándolos con la mirada con ojos llameantes. Tenía el pelo lacio de Verónica, pero su rostro estaba lleno de manchas rojas y moradas y sus ropas eran extrañas y viejas. Estaba furiosa. Le gritó a Verónica que se encogió de miedo

- ¿Que hacen estos niños aquí? ¡Sabes que tienes prohibido traer a nadie aquí!

Verónica se encogió en un principio y le dijo

- Son mis amigos, mamá, quiero tener amigos, tengo derecho... Celsa, Celsa estaba en la buhardilla, tienes que ayudarla, te prometo que no volveré a subir, pero ayúdala, por favor, mamá....

Parecía que la señora no tenía ni idea de que iban a tener invitados en la casa, y cuando Verónica mentó la buhardilla le llamearon los ojos de la rabia, y algo más, había algo más que rabia.

 

Notas de juego

Próximo turno día 07/01 a las 20:00

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06/01/2023, 14:09
Ramiro

¿Cómo que Celsa está muerta?

Hasta ahora todo habían sido cosas de susto: telekinesis básica con las cosas de la cocina, una puerta que se abre sola, un perro grande arañando la puerta… Sí, sí. Son cosas chungas. Perfectas para un podcast de Iker Jiménez, pero eso de que Celsa la hubiera palmado cambiaba las cosas y muy mucho.

¿Qué es eso de que la buhardilla se la ha comido? Eso, además, era bastante ambiguo y también algo de surrealista

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07/01/2023, 18:18
Cibran Paradanta

Vaya entrada triunfal que ha realizado Vero rodando por las escaleras, que se ha podido partir la crisma. ¿ qué ha muerto Celsa, que se la ha comido una buhardilla? Ramiro entiende de esas cosas, es el experto, vaya tenía que haber subido con ella y no dejarla sola, para una vez que ....., doy un abrazo fuerte a Vero, pero preso que se ha emocionado al abrazar a un chiko tan fuerte y guapo. Joder vaya truco de magia, estoy convencido al 80% que todo esto es una puesta de escena de Vero y su familia/amigos para gastarnos una broma pesada. Buenas tardes, mama de Verónica soy Cibran amigo de su hija Verónica - todo educado como si se hubiera criado en una escuela de modales- sin dejar de abrazar a la pobre Vero

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07/01/2023, 22:13
Madre

Ni Ramiro ni Cibrán veían como una buhardilla podía comerse a una persona, pero Verónica no lo había explicado mucho mejor. La muchacha señaló hacia arriba frenética, mientras intentaba aclararse la voz y se limpiaba las lágrimas. Con voz entrecortada les dijo

- Le robó la energía, la dejó como un cascarón seco, no sé como explicarlo pero..... es....como una momia - y es que la buhardilla le había robado la ilusión de vivir y tras ello Celsa se había marchitado, como si fuera una flor en el Sáhara. El verbalizarlo le hizo volver a llorar - Celsa, Celsa... no,.... ella no....

Entonces la madre de Verónica entró y comenzó a discutir con su hija, que parecía no tener permiso para que ellos estuvieran allí. Cibrán hizo acopio de toda su educación y se presentó como si hubiera ido toda su vida a colegios caros. La respuesta de la madre fue apuntarlos con la escopeta, lo que hizo que Verónica se pusiera entre los chicos y su madre, abriendo los brazos para protegerlos y diciendo.

- Son mis amigos, déjales irse, por favor, mamá.

La madre de Verónica pareció considerarlo durante dos segundos y señaló la puerta. En cuanto dieron un paso hacia ella la madre hizo un ademán con un brazo y los barrió como si les hubiera golpeado una fuerza invisible. Todos cayeron al suelo, todos menos Verónica, que se interponía ante ellos como si aquello no fuera con ella. Verónica gritó, cubriendo con su cuerpo el de sus amigos.

- Déjalos, quiero tener amigos, nunca me has dejado, por favor, son buenos chicos, por favor, madre, ya te has quedado con Celsa.

El rostro de la madre de Vero empezó a envejecer a gran velocidad, mostrando un rostro apergaminado, unos dientes amarillentos y un cabello salpicado de canas. La señaló con un dedo ganchoso y le dijo

- ¡Estúpida! ¡Has condenado a tus amigos! Tu destino está escrito, y destinos será lo que hilaras. Has cumplido 18 años y es hora de que te unas a tus hermanas. - Verónica chilló y dijo que ella era una chica normal, haciendo que la madre le gritara. Con cada grito de la madre las puertas y las ventanas de la casa se abrían y se cerraban en un portazo. - ¡Te crié para eso estúpida! ¡Solo eres un instrumento del destino!. Tus amigos morirán, servirán para alimentar mi cuerpo después de tu transformación... Es la hora.

La puerta de la entrada se partió por la mitad, golpeada por el poder de la madre, mientras que la puerta del sótano salió de sus goznes y se estampó contra una mesa, el menaje de la cocina flotaba de nuevo y amenazaba con golpearles, la cocina se había convertido en una trampa mortal para ellos. Desde el sótano provenían cánticos que cada vez eran más cercanos, cánticos y el sonido de pasos arrastrándose, una canción triste como el más triste de los fados, una canción en gallego, una canción que hablaba de as fiandeiras. Del sótano salió la primera de las figuras humanoides, un vago recuerdo de la chica hermosa que había sido, un recuerdo que se fue hacia Verónica mientras ella saltaba sobre su madre con los ojos desencajados de miedo y un grito desesperado

- ¡CORRED! ¡HUID!

Las dos mujeres, madre e hija, forcejeaban, mientras que su lozana amiga empezaba a envejecer a ojos vistas. Solo se giró una fracción de tiempo para dedicarles una sonrisa y despedirse de ellos.

Notas de juego

Próximo post 09/01 a las 20:00. Ya queda poco, entre 2 y 4 posts acabamos :)