Partida Rol por web

Ah, claro. Mira salís de la posada siguiendo el camino al sur que se adentra en el bosque, unos cien metros adelante hay varios arboles frutales que yo mismo planté hace años, podéis coger fruta, está muy rica. Hay melocotones, manzanos, perales y albaricoques. Y una gran higuera, lastima que aun no es el tiempo de los higos, pero si volveis en su tiempo os regalaré un buen saco de higos riquísimos.

Seguimos con el camino. Tras los frutales seguís adelante y una milla despues cogeis el desvio al este, tened cuidado que no está muy señalizado y os podeis perder. Una vez mandé a un criado por hidromiel y regresó al dia siguiente habiendo estado toda la noche buscando la casa del semielfo, que nunca encontró. Era un poco torpe, la verdad sea dicha. Pero tú joven pareces mas listo y despierto.

Pasareis cerca de un riachuelo donde abundan frescas truchas, pero no podeis pararos a pescar y perder tiempo. Otro dia si queréis. Aunque el agua está muy fresca y muy apetecible con este calor, probadla y llenar vuestros odres. Es agua que viene de un manantial muy conocido por la zona con mineralizacion debil, que dicen que es lo bueno. Yo no entiendo de eso...

Blablablabla.............

(20 minutos despues)

Y finalmente os encontraréis con la casita del semielfo. ¿Te has enterado bien o te lo vuelvo a repetir, joven?

( 20 minutos despues) el enano ya había metido las narices en la conversación que el bardo sostenía con el posadero.

- Bueno, no creo que tengamos problemas con eso, pero dígame si nos proporcionara una carreta o un par de mulas para traer las barricas, cargar una barrica llena de hidromiel cuatro millas se dice fácil, no querrá que lleguen a la mitad- dice Balandir un poco alegre y desinhibido por efecto del vino y tal ves por los golpes también. 

Stoff levantó de nuevo la mano para decir algo... al menos unas siete veces durante el discurso del posadero. Al acabar el enano habló.

-Sí, un carro nos vendría bien. ¿Y existe algún peligro en ese bosque? 

El mediano disfrutaba del agua fresca de la taberna, cada tanto observaba a su fiel compañero para acariciarle el lomo  y su abundante pelaje, luego al ver las intromisiones fallidas de stoff mientras aquél posadero no dejaba de hablar presto atención con un poco de curiosidad... era evidente que andaría negociando con el tabernero... que por cierto no a parado de hablar ...

Tras escuchar las palabras de stoff ingiero lo que queda de mi bebida y acomodando mi abrigo de pieles dedico una mirada al intelectual stoff...

Venga vamos! ... hay una fiesta ...y somos invitados... !

Sí, claro, podeis llevaros la carretilla que tengo en las cuadras.

No creo que haya mucho peligro por el bosque si vais los seis bien armados. Nadie se atreverá a atacar un grupo así. Tomad, este es el dinero del hidromiel para el semielfo. Es un poco desconfiado, pero si le decís que vais en mi nombre no pondrá objeciones a venderos el hidromiel. 

No sé si fiarme de vosotros pero la situación es desesperada y no tengo a nadie que a quien recurrir. Confiaré en ustedes. Además os daré una cuarta parte de todo lo que paque el rey Eomer por el banquete, ¿de acuerdo?

El pobre ha de estar muy desesperado para cedernos su carretilla y tanto dinero, qué locura, somos unos completos desconocidos que han tenido problemas con los rohirrin, además... ¿Acaso están los rohirrin tan ocupados como para no prestarle ayuda a este hombre? Si fuera mi cuadrilla la que estuviera de paso le hubiéramos solucionado el problema de buena gana, por suerte mis actuales compañeros tienen tan buena fé como yo.

- No se preocupe buen hombre, que de buena gana le podremos ayudar.

Déorwine despidió la frase con otra de sus cálidas sonrisas y el consecuente enrojecimiento de sus mejillas.

Stoff tomó el dinero en su mano. No se sentía cómo con tanto dinero encima. Se lo guardó nervioso. Miró a sus compañeros.

-Ya veréis que bien os sienta un paso al aire libre... - el sarcasmo de Stoff era notable al señalar de manera sutil su llegada hasta la pasada.

Y se dirigió a dónde guardaban la carreta.

El enano lleno de moretones va a por su armadura de cuero tachonado que había dejado en sus aposentos, se la enfunda y toma sus hachas listo para dar un paseo en busca de la hidromiel, estaba algo cansado ya del cautiverio, y esta oportunidad le hacia muy feliz. Después se reúne con sus compañeros que ya han preparado la carretilla.