Partida Rol por web

Continuais el camino hasta la posada de Sindbar tal como os indicaron y como recuerda Belinnus. Tardáis todo el dia que queda y todo el dia siguiente.

Al atardecer del segundo dia, divisáis un cartel anunciando la posada un par de millas al sur del comienzo del bosque de Druadan. Seguís el sendero y al caer la noche os encontráis frente a la posada.

Por fin ! ... ahora podremos rescatar al enano... 

Dice el mediano a medida que los pasos le van acercando a la posada, aquél monumento a simple vista parecería una pequeña fortaleza debido a su estructura e imponencia.

Eh? Claw, por fin tendrás un trozo de carne para deborar jejejejeje -Dice el mediano acariciando la melena de su amigo salvaje.

el enano busca a su alrededor en el cuarto donde esta encerrado...

La imponente construcción parecía mas una importante fortaleza que una vieja posada. Las paredes amuralladas se levantaban desde una planicie que se elevaba unos metros por encima del suelo. Los grandes bloques de cemento gris oscuro contrastaban con el cielo azul despejado. Las típicas terminaciones ondulantes de las altas murallas se extendían alrededor de la fortaleza. En cada esquina los grandes muros se veían interrumpidos por gigantescas torres cilíndricas con pequeños agujeros en lo alto, por donde los guerreros disparaban sus arcos.

Era evidente que aquello no era una simple posada como había dicho Astomer. Tenía que ser algo mucho mas importante. Y debíamos averiguarlo. Después de todo, aquellos Rohirrim se había llevado a Balandir hasta esa fortaleza. No tenía aspecto de posada, mas bien, tenía aspecto de una fortificación temporaria de la realeza.

Mi intención era averiguarlo y no pensaba quedarme parado frente a esa construcción perdiendo el tiempo. Sin mas, comencé a dar unos pasos en dirección a la entrada principal.

A simple vista, no parecía haber ningún soldado protegiendo la entrada. Sin embargo, traté de hacer mi aspecto y mis modales más humildes e inofensivos. Por lo tanto, con la capa cubriendo la totalidad de mi cicatriz, avancé hasta la entrada, ahora, con mas cuidado.

Ya mis compañeros se encontraban a unos metros detrás de mi. Entonces, volteo sin detenerme, y dirijo mis palabras hacia ellos - Vamos muchachos! Que esperáis?! Entremos de una vez! -

Cuando se ve la posada, no puede ocultar sentir cierto alivio de haber recordado el camino... Aunque era más imponente de lo que recordaba...

Ya no estaba alegre, pero sí enérgico, sentía gran ansiedad por llegar allí para ayudar a Balandir. Se sentía sorprendentemente valiente.

Se adelanta a los compañeros

Entraremos cuando queráis, pero recordad que a los Rohirrin les - se aclara la garganta - "nos" gusta que nos traten con mucho respeto, aunque luego haya engendros como el que insultó a Balandir, pero bueno... Intentemos resolver el caso de la forma más aquietada posible.

Mira a Edric.

De cualquier manera, recordad también que esto no es ninguna obra de teatro...

Adelante viajeros, os estaba esperando. ¿Debéis de ser los compañeros del enano que llegó ayer en la tarde, cierto? Tengo un mensaje para vos del Mariscal de Gondor, ese tal Ástomer.... Un momento que lo tengo aquí apuntado. Se pone las lentes y lee un papel garabateado:

Dile a los compañeros de kalardir, no, Balandir, eso es, que mañana al alba se juzgará en la cantina de la posada, o sea, aquí mismo. Descansad si os place en la posada mientras llega la hora, el prisionero se encuentra en una habitación de la posada cerrada con llave por fuera y no se permiten visitas. Ejem,... firmado por Astomer, Mariscal de la Marca oeste de Rohan.

Bueno pues eso es todo, ¿desean los señores tomar algo y descansar en mi humilde hogar? Quedan pocas habitaciones, pero algunas hay libres. Estos señores de Rohan las tienen casi todas ocupadas. Hasta el mismo rey de Rohan se encuentra en una de ellas descansando. Hace mucho tiempo que no tenía clientela tan distinguida. Bueno hace 10 años estuvo aquí unos dias el mismo rey de Gondor, y su mujer, esa elfa tan guapa; nunca me acuerdo de su nombre, Aiwen o algo así.

De nuevo, con mirada cálida y calmada, sus sonrojadas mejillas se articulan lentamente al ritmo que las palabras fluyen de su boca.

- No se preocupe, creo que de momento con una habitación nos daremos por satisfechos. Al menos por mi parte, ¿Desearan mis compañeros una gran jarra de cerveza?

No... Te lo agradezco, pero no puedo tragar nada en este momento...

Lo único que ocupaba su cabeza es "¿Qué sucederá si lo condenan? ¿Nos quedaremos parados mirando? ¿Sería conveniente actuar antes, tal vez esta misma noche? Pero, en caso de tener éxito ¿podríamos sobrevivir escapando de estos jinetes?" No se atrevía a expresar sus pensamientos con palabras, pero estaba pensativo, y tal vez alguno de sus compañeros se diera cuenta y tendría alguna idea.

Rápidamente el mediano aprueba las palabras de deorwine y sin vacilar señala a aquella figura humana que no paraba de hablar...

Eh tu... tabernero... podrías darme un trozo de carne semi cruda... ? ... es para mi amigo.... -Dice Azom mientras acaricia la melena del lobo que permanece tranquilo al lado del mediano.

Las palabras de aquel viejo y humilde posadero me estaban cansando. Hablaba y hablaba ininterrumpidamente como si hicieran años que no conversaba con nadie. No hacía respiro. Las frases parecían una sola y larga palabra sin pausa. En algunos momentos debía parar unos segundo para tomar aire pues se veía agitado de tanto hablar. No lo soportaría mucho tiempo mas de esa manera.

Antes que nada, afirmé al posadero con entusiasmo - Señor posadero, mis amigos y yo nos quedaremos aquí - y continúo con cierta intriga - Como son las habitaciones? Ejem Quiero decir, para cuantas personas? Desearía compartirla contigo Belinnus. Que dices?! - y lanzando una mirada al pícaro hago un movimiento de manos para estimularlo a una respuesta rápida y positiva.

Ahora me giro hacia Déorwine para contestar a su pregunta - Pues, no nos vendría mal una jarra de cerveza. Vayan a la mesa que yo los alcanzaré enseguida - termino con la mirada hacia el posadero.

- Tú, posadero, como te llamas?! - ya que este buen hombre tenía ganas de conversar, no veía mejor oportunidad para divertirme un rato. Saco un pequeño botón de mi bolsillo y digo con un tono desafiante - Si no adivinas en que mano tengo el botón, no pagaremos un solo centavo. Que dices?! - y con un rápido y casi imperceptible movimiento hago un juego de manos.

Mi nombre era Johan Mierda, pero no me gustaba y me lo cambié. Ahora me llamo Othra Mierda.

Ah, jovencito, no intentes timarme, eh. Si queréis pernoctar en mi posada son 1 mo por barba, comida y bebida incluida. Así que ir pagando o duerman en el bosque, dice malhumorado tras divisar las no buenas intenciones del joven mal vestido y aspecto de mendigo.

Una enorme sorpresa mezclada con susto ataca a Belinnus ante la pregunta del ladrón Edric.

¿Acaso está loco? ¿No notó mi desconfianza hacia él? Jamás estaría sólo en una habitación con este... Aunque... quizás él esté pensando en lo mismo que yo... y sería el único capaz de hacerlo...

No confío en él, no me agrada, siempre usa tretas y engaños para lograr sus objetivos, como ese juego de manos... ¿acaso cree que soy tan tonto como para engañarme? Pero si es la única forma de ayudar a Balandir... lo haré...

Está bien, bebamos algo y luego compartiremos una habitación... Aunque 1 MO me parece algo exagerado...

- Pues bien Belinnus. Venga, vamos a tomar algo y luego nos marcharemos a la habitación. No conviene andar con Mierda - apoyo la mano derecha sobre el hombro izquierdo del tímido pícaro al mismo tiempo que me giro hacia el posadero y lanzo una sonrisa irónica.

Ahora nos encontrábamos tomando un jarrón de cerveza junto a Déorwine, Azom y Stoffen Stoff. Una vez todos juntos me dirijo al grupo - Pues, que haremos mañana?! Alguno tiene un plan? Supongo que no esperaremos hasta que le den un juicio justo a Balandir, no es así? - miro fijamente a cada uno de ellos de forma intimidante como intentando insinuar algo. Ahora mis ojos estaban cubiertos por la sombra que hacía el hueso frontal, dándole un toque misterioso a mis palabras. Continúo - Alguien sabe donde está ese tal Astomer? - termino en la pregunta mientras que empino un trago de cerveza de mi jarra.

-Lo mejor será que esperemos a mañana para ver qué hacemos. Podemos intervenir en el juicio como testigos... - Stoff no parecía muy convencido. Nunca había tratado con cosas de este calibre. Estaba perdido. - Al menos eso es lo que haría alguien que sigue las leyes...

Aquel comentario casi en susurro había sido muy poco acertado. Y esperaba que no les diera ideas a sus amigos de sacar al enano de una posada llena de gente de Rohan...

Creo que lo más sensato por ahora sea descansar. Mañana al alba, antes de que ellos hagan cualquier movimiento, intentaré dirigirme en persona con Astomer para evitar juicios y pérdidas innecesarias de tiempo para ambos bandos y si es urgente o la ocasión así lo requiere, estaré dispuesto a hablar el mismo Rey.

Mientras tanto, - Con mirada de advertencia hacia Edric - lo importante es no armar alboroto.

Estoy aquí e intentaré salvar el pellejo a Balandir, pero no lo haré por alguno de vosotros si cometéis algún acto precipitado y sin sentido. Os lo advierto, esta gente no se andará con chiquitas.

Os vais a dormir y os levantais al dia siguiente temprano.