Partida Rol por web

ZUGE (71º-1207) 06:32hs.- (12 de marzo) Órbita Gesoestacionaria.

La "Marauder" está en órbita sobre el planeta ZUGE. En un planeta que está más en la edad de piedra, y en su caso, en la de bronce, que realmente avanzado. El noble local, un Caballero (NS-11) designado por el Tercer Imperio, se ha puesto en contacto por vosotros. Os ofrece un pago de 120.000.-Cr por un pequeño trabajo a realizar. No es otra cosa que una prospección. Desea realizar un viaje a la frontera y cotillear un poco. Además, piensa realizar un "suministro" a la nave de todos los alimentos que pueda cargar, de su bolsillo, y costeará todos los suministros del viaje, (mantenimientos rutinarios de la nave) y el combustible que se precise, siempre que no merezca la pena, (Por tiempo o seguridad) repostar en un GG (Gigante de Gas) o en un océano. A parte de que los sensores de vuestra navecita son bastante buenos, los dones de los que dispone, están especialmente adaptados a ese cometido...pero claro. Puede durar varios meses, y el prospectar toda la frontea que piensa ahcer, aún con sesiones de 16 horas de trabajo diárias y tandas de 1 mes en el espacio (Y 3 días en tierra), para, puede ser una penuria. 

En la cuenta de trabajo de la nave, según las emisiones, hay un importe de entrada de 120.000.- créditos, retenidos judicialmente, por: "AÚN NO HABER ACEPTADO EL SERVICIO".

En la nave no hay ni para desayunar hoy. Además, el combustible está bajo mínimos. No hay ni para 15 horas más.

Sabéis que el lugar dispone de un astropuero medianamente bueno, pero, que la población, vive aún con palos, cazando y recolectando. Sólo una pequeña ciudad, en la que el astropuerto es "La Plaza Mayor", y toda su industria alimentaria, viviendas y servicios la rodean como capas de una cebolla. Además, una inmensa y electrificada muralla rodea a todas las instalaciones, tras un trozo de "tierra de nadie", en el que los ciudadanos del resto del Tercer Imperior (T.I.) se mueven, como comerciantes, sirvientes y operarios, tanto de las empresas conserveras como de la maquinaria de recolección que suele trabajar "Muros Afuera".

En vuestras pruevas de vuelo os cruzáis a cierta distancia co nuna nave del Servicio de Exploración. Una de esas que no puede bajar a tierra, y sólo realiza saltos entre los diferentes sistemas haciendo de correo, paquetería y transporte de peques o urgentes y discretas cargas. La nave está siendo suministrada por una nave con unos brazos hidráulicos enormes que la mantienen sujeta mientras trasbordan al "puro" el combustible que necesita para otro salto más y cargan los datos. No hay contenedores, así que es probable que o ya los tenga la navecilla, o no hubiera "paquetería física".

Cuando te han cedido en la Estación Naval de ZUGE la nave para la cesión te han dado una Carpetilla con papeles y una carta. Mientras se calibran los sistemas lees la carta:

LA NAVE SIRVIÓ CON HONORES Y GOZA DE UNA MUY BUENA Y CONOCIDA REPUTACIÓN

Esta nave, durante sus años de servicio ha realizado diferentes misiones, como: prospecciones, vigilancia patrullera, tanto de fronteras como del tráfico, ha realizado transportes de personal, sobre todo VIP's de la Armada del T.I. , ha estado en una misión, donde una escaramuza fronteriza, que duró varias semanas, repatriando heridos, buscando náugragos tras los enfrentamientos y colaborando en la búsqueda de cuerpos entre los pecios en el espacio, tanto en el "mar negro" como estrellados en asteroriedes, planetas y "cazando" cápsulas de escape.

La nave dispone de su propia gama de condecoraciones.

Tras fijarte en una nave que rondará los 100 años, te das cuenta que las instalaciones han sido remodeladas y actualizadas recientemente, los motores y electrónica también (Ha tenido una Gran Carena) y excepto las cuadernas, que son las originales (Y a lo mejor alguna ha sido cambiada), la han repasado enterita. Vamos, hasta la pintura aún huele. Tu chica que te lo hace saber en varias ocasiones, también te comenta que no se encuentra especialmente bien. Tú te has licenciado, pero ella, estando de vacaciones, ha venido a ayudarte y ver lo que sucede con el "regalito" que te hace la Armada Imperial. Además su apoyo, muy necesario en ciertos momentos, es un recurso psicológico en estos momentos de crisis. La crisis que sufriría cualquiera que pasa de trabajar a ser un "jubilado".

La carta también tiene una nota manuscrita:

Zugue 70-1207

Querido compañero, he movido alguos hilos para que te asignasen una vieja nave que ha sido totalmente remodelada.

 

 

        Esta nave tiene "personalidad" propia, así que no la ofendas. Por supuesto, no la puedes vender, y para disimular, tendrás que seguir pagando su hipoteca. Por supuesto, no podrás hacer ningun mantenimiento fuera de un astillero militar de primer órden. Ya sabes cuales son. Portas tecnología muy avanzada, secreta y experimental. Cuando hagas las revisiones, en un Arsenal Capital, ya me informarás, para que se tenga la debida discrección, tomen los datos necesarios de la nave y hagan las mediciones de esta experimentación.

        Os he conseguido un contrato, en el que podréis repostar ocasionalmente, y en momentos de necesidad o de que os asignen misiones desde la Armada, sea combustible como otros consumibles. Tu cometido será comunicado por otra vía. 

        Mientras, podrás hacer tu vida, cumplir los servicios y trabajos que te plazcan.

Podrás conseguir una copia del contrato en el Registo, cuando fueras a asignar toda la hipoteca y demás papeleo que te tocará hacer como civil, pero, que ni si quiera tu "chica" sepa que "tienes entre manos". Con que le digas que se ha instalado algo de "inteligencia artificial", y te echará una mano, sobre todo para reducir tripulación, le vale. Seguro que estás contento, al marcharte a "La Mercante" y ahorraros sueldos de tripulación.

 

 

 

     Un muy fuerte abrazo, te deseo la mejor de las suertes en tu nueva vida.
 

              =^.^=                                                            --Iggi--

 Ahora entiendes la razón de que tengas una reunión con el Capitán de Navio, jefe de la base de este sistema, nada más bajar y tomar tierra.

Aun llevando el uniforme térmico Thamios termina de leer los documentos y sonríe satisfecho. Con una temperatura por debajo de los cinco grados, a causa de la poca energía de la nave,  también ha decidido desactivar la gravedad artificial para ayudar el “modo ahorro” de la nave.

“Al menos hasta que los sistemas se calibren” piensa y bosteza. Gracias a las botas magnéticas evita salir flotando por ahí con cada paso de da por la cubierta.

Porque en definitiva sigue siendo un eslabón mas de la armada, solo que bajo contrato. Y ni hablar de esas poco más de cuatrocientas cuotas de hipoteca que deberá pagar por la nave. Son muchísimas cuotas.

Luego tiene que buscar la mejor forma de responder a Iggi. Y también la más segura y de no soltar palabra a los demás.

Pero eso será luego de ir a ver al capitán y jefe de la base del sistema.

Por lo tanto se viste adecuadamente y se prepara para asistir...

Una voz metálica e infantil te sorprende: - ¿Quire Almirante que reestablezca el soporte vital?

Diste un respingo y miraste hacia atrás. Estabas a múchos kilómetros de la superficie y tenías claro que excepto tu mujer no había nadie más en la nave (Y ella ahora estaba en la sala de ingeniería).

El hombre se sorprende por el sonido imprevisto. No imaginaba que la nave tendría una IA como esa. Las IA de las naves donde había estado eran algo completamente impersonales y carentes de rasgos de ningún tipo, pues solo servían para un propósito táctico y nada más.

-¿Eh? S…si, adelante con eso. Restablece el soporte vital. – contesta brevemente todavía algo confundido.

Luego de eso Haldul se aproxima a la consola para averiguar sobre esa IA antes de salir de allí. Antes de abandonar la nave pasaría por la sala de ingeniería.

Te ... "ve" urgar en la consola y es como que la IA se da cuenta y tímidamente te pregunta: - ¿Puedo Ayudarle? Setías como si te hubieran pillado "con las manos en la masa". Como si el dueño de la chaqueta te hubiera "cazado" metiendo la mano en el bolsillo donde tiene la cartera.

Pensando en apagar o borrar la IA por ser tan molesta, Thamios recapacita y opta por la diplomacia. ¡Diplomacia para la IA de su nave! Habrase visto ...

-No realmente...o tal vez sí. Muéstrame tu ficha técnica, procedencia y flujo de datos máximo en simulación táctica- pide al ordenador curioso que no deja de interponerse en sus asuntos.

Tal vez con el pedido, que no es poca cosa, la inteligencia artificial se entretenga un poco.

-Prepara el informe y muestreo para cuando llegue a la sala de ingeniería. Muchas gracias IA- añade al despedirse y salir de allí rápidamente en dirección a la sala de máquinas.

En definitiva algo rutinario le amenazaba con llevar todo el día. Imposible....

El ordenador quedó siente, a la espera. Los parámetros de vuelo eran perfectos. Miras las pantallas y al final de cuetas, sentencias: - Esto es una nave nueva, a pesar de que sus papeles digan que tienen 100 años.

Nada más entrar la nave te "asalta".

El flujo de datos que puede manejar es el máximo que el harder instalado, que es de fibra de triple redundancia, en construcción doble, ya que se instaló un juego completo de trabajo por cada banda.

Tengo 2 días.

Soy "parido" por el Centro de Investigación General de "El Piedro" de la Armada del Tecer Imperio.

Mira que habías estado precisamente trabajando con ese grupo, en el Centro de Investigación General, pero ... eso de "EL PIEDRO" no te sonaba de nada, pero si sabías que habían 2 laboratorios, dependientes, que eran secretos y estaban en ubicaciones que sólo algunos conocían.

La ves "zapateada" en el sillón principal de ingeniería. Está recostada, hacia atrás, con una mano en el vientre y otra en la voca, somo si intentase evitar vomitar. Está pálida, sudando frio, cansada y el butacón está al máximo de su tensión para poder recostarla.

- Cariño, no me en cuentro bien.

¿Realmente el gasto en restaurar una nave de cien años en servicio lo vale? Piensa el flamante capitán de la nave, cuya inteligencia artificial parece salida de un laboratorio secreto.

Haldul conoce el Centro de Investigación como la palma de su mano…pero eso de El piedro le es desconocido. Tiene que ser de esos laboratorios secretos…

-Entiendo. Háblame de “El piedro”. – ordena a la IA.

Solo que al llegar a la sala de ingeniería encuentra a la mujer en mal estado de salud.

-¿Qué sucede?- pregunta alertado por su deplorable estado – IA, o como te llames…indícame el camino a la enfermería ¡Pronto! – finaliza al pedir el camino a la enfermería.

... Tras unos largos instantes la nave contesta. - No tengo datos. La tosca manera con que contestó te dio la sensación de que quería saber más, pero ... que algo le impedía. Igual era cierto que no tenía información alguna sobre ello, pero. en estos instantes, la sensación que te dio a entender, es que, era rara la contestación. Eso te dio que pensar. Ya eran bastante "secretos" los trabajos e investigaciones en las que te involucraste, pues, habia cosas "más secretas" ya que, ni si quiera conocías la existencia de ese "lugar": - El Piedro.

- No,,, no me muevas. Te pidió más mareada que otra cosa.

Parecía que, o esa es la sensación que ella tenía, que si la movías se pondría a vomitar.

- Vamos a tierra y ya voy a la enfermería de la base. Ninguno de los dos érais médicos, pero, para una cura, una emergencia básica y cosas así, un militar, algo suele saber. Pero, esto no entendías lo que era.

Podría cobrar algún favor a un informático e intentar descubrir más sobre "El piedro" pero decidió dejar el asunto por el momento. Principalmente por la extraña situación de la mujer y su negativa a acudir a la enfermería.

Por ende Thamios optó por seguir el consejo y bajar a tierra.

-Esta bien, pero al bajar iremos directamente a ver un matasanos. Vamos- respondió a Elena.

Sinceramente algo que debía ser simple de repente se volvía más y más complicado...

- ALMIRANT, ALMIRANTE,... La nave rectifica un poco tu trayectoria, pero aun así sabes que dos ruedas de un lado han estallado, has dañado el tren de aterrizaje, proque parece que vas por un camin de cabras, y por si fuera poco, se vira sola hacia la dercha. Ya sabes que tren es el dañado. La nave, si sigue, puede perder ese tren, así que consideras que lo mejor es parar, pero, también está tu chica en las condiciones que está.

¿Qué decides? Ir hasta donde toda, o bajarla en la puerta de la enfermería, bajarla allí mismo...... o....

Mientras, al observar de Control de Tráfico tu fallida maniobra, no tardan en llamar: - Vuelo de Prueba de la "Perro Curioso", ¿Todo bien? Sabías que solían tener una voz anodina y aburrida, pero, en esta ocasión sonaban algo preocupados.

-¿Que todo bien? ¡Pues no! No tienen idea lo que es aterrizar este pedrusco con una mano y con la otra realizar maniobras rcp a mi ingeniera. ¡Envíen una ambulancia urgente! -

Y con esa pantomima el nuevo capitán intenta ocultar su error garrafal al intentar aterrizar la nave. La próxima vez se lo pedirá al perro ese que tiene la nave por IA...

-Aguanta querida. Ya casi llegamos-

Advierte a la mujer enferma.

-Si, si. Lo sé, lo se...-

Responde al la IA....

ZUGE (71º-1207) 06:41hs.- (12 de marzo) Pista del astropuerto de ZUGE. (Compartida con la Base Naval).

No tardaron las autoridades y la ambulancia, adelantando al servicio de emergencia, ya que no parecía haber más fuego. Te habías dado cuenta que la nave había hecho sola algo para rectificar la trayectoria, pero tu mujer, con esa respuesta, se asustó más. Le diste a abrir la esclusa de acceso y cuando bajabas, ella aguantandose el viente, la camilla con los sanitarios, un médico de urgencias y tres enfermeros más venían a la carrera.

Antes de que pudieras protestar estaba en la camilla, atada, la mujer levantaba la mano, como pidiendo ayuda, como si fuera víctima de un "rapto express" y la ambulancia se marchaba todo correr, ululando como solo una ambulancia podía hacer. El propio Jefe de Ingenieros se acercaba a revisar los daños y su jefe, el Capitán de Naví, jefe de la base remontaba la rampa, tras ser "arrollado" por los "raptores": - Vale almirante, vamos a poner en liza el daño sufrido, como si fuera un error estructural de la última reparación, como si fuera un defecto de material, pero, .... Lo dejó correr. Te hizo un gesto: - ¡Vamos!; el coche oficial nos acercará a la enfermería. Miraste la ambulancia. Es como si te arrancaran un trozo de tu interior. Es como si mientras se alejaba el vehículo de los médicos, se separase un trozo de tu interior y no pudieras verlo, pero si sintiera el dolor y el vacío del "hueco".

Con esa sensación extraña en la garganta, a punto de soltar un grito ahogado, el capitán de limitó a seguir el curso de los acontecimientos para finalmente terminar sus pasos a bordo del vehículo oficial del sanitario.

-Demonios, no pierda de vista la ambulancia- 

Responde escuetamente mientras intentaba digerir el semejante improvisto que no debería tener cabida. ¿Como es posible que su ingeniera se enfermaste así tan de repente? Haldul intuía algo más, solo que aún era pronto para sacar alguna conjetura...

No tardaron ni media hora en llamarte. El docotor era una Comandante Naval. Nada más entrar pudiste ver todos los libros de medicina, paneles anatómicos internos, estanterías de varios tipos con material de análisis e instrumental, y sobre su mesa, además de todo el papeleo, habían tres maquetas de Grandes Cruceros, que habían sido los "heroes" de más de una cosa.

Se puso en pie, en aire marcial y todo eso, pero no utilizó los protocolarios saludos. Los médicos, cuando trabajan como médico, te trataban como médico, no como militar. - Almirante. Tome asiento por favor. Te trataba amable, y, a pesar de eso tenías una extraña sensación que te hacía erizar el vello de la nuca.

Algo allí no estaba bien. Para nada bien y Haldul lo sabía. Simplemente se contento con responder un simple – Gracias – y tomar asiento.

Examinó todas las entradas y salidas, recordando una y otra vez como había llegado hasta esa silla sin olvidar los pasillos, las esquinas y las puertas que había visto.

No por desconfianza, o por esa habilidad adquirida de viejo zorro espacial, que no dejaba de presentir algo turbio. Algo que le estaba por caer.

Desde el momento en que su ingeniera se enfermara todo le parecía demasiado brusco, simplemente no encajaba en su lugar.