Partida Rol por web

Lugar: Academia de la 2 avenida

Fecha: 13 de octubre de 2015

Hora: 19:00

Twerk, un baile que es una explosión de hormonas, si logro bailar como la del vídeo de Yotube, seré una diosa del sexo, todos se volverán locos a mi paso y yo podré ir señalando a dedo a quien… ¡Vale! ¡Anya! ¡Ya está bien! Deja de soñar, querida, si logras encajar dos pasos seguidos de esto, ya puedes considerarte afortunada.

Sí… para mi desgracia soy una negada con todas las artes, ni siquiera la fotografía se me da bien, dibujo patatas rancias, canto de pena, y bueno… escribir no se me da mal, sí… sonrío pensativa, mientras dejo la mochila en el vestuario y termino de atarme las zapatillas. ¡Voy a hacer el ridículo!

Una vez en la sala, a mi alrededor, un montón de muchachas esbeltas y gráciles se amontonan, y yo empiezo a sentirme fuera de lugar aquí en medio. Miro el espejo, espero poder seguirlas. Estas mayas están hiper ajustadas… verás tú que gracia como empiece a reírme yo sola en medio de la clase, cuando sienta la carne de los glúteos moverse tan así… qué locura.

Esperando a que aparezca la profesora, miro a mi lado y encuentro una chica morena, muy guapa, le sonrío, animada.

Las clases de recuperación de baile, mi protector me había … ¿obligado? si…esa era la palabra.

Mi protector me había obligado apuntarme al ver que llevaba tan mal el ballet clásico.

¿Qué será eso del twerk? Me pregunte a mí misma, pero sabiendo que mi protector amaba el arte escénico además de a las mujeres guapas creí que sería bueno para mí.

El lugar parecía acogedor y yo estaba preparada, llevaba mis bailarinas de ballet y unas mayas por si acaso desentonaba llevando el mallot de clase.

Vi como empezaban a entrar unas chicas que parecían modelos, literalmente, palos de escoba, talla 2 y seguro que había alguna con la talla 1.

Estará de moda…pensé para mí.

Mire a mi lado, una chica pelirroja de unos cuantos años mayor que yo me sonreía…Sera mejor tener una amiga y así no me aburriré…pensé y dije con un marcado acento francés:

-bonjour-

Vaya suerte la mía, mi gozo en un pozo... he ido a parar a la única chica que no habla mi idioma ¿O sí lo habla?

- Por favor, dime que hablas inglés… porque yo de francés… puedo leerlo con alguna dificultad, y hasta ahí llego… -  murmuro, mirando a la chica.

Aquí todas parecen en su salsa, me fijo en sus bailarinas, tan perfectamente enlazadas, debe ser del mundillotambién.

- Espero que no sean clases avanzadas… porque yo no tengo ni puta idea… - murmuro, verbalizando mis pensamientos a lo loco.

Sonrió al ver la cara que se le queda a la pelirroja cuando le saludo en francés, pero enseguida le contesto en un inglés con acento gabacho:

-no te preocupes, solo suelo decir unas palabras en francés, pero todo el mundo sabe lo que significa-

Cuando murmura algo sobre clases avanzadas digo:

-espero que no…ya tengo bastante con las de la NYADA como para más avanzado aun-y acompaño el comentario con una risita nerviosa.

Sonrío aliviada, menos mal… aun así, me fijo en sus labios cuando pronuncia las palabras con la g tan peculiar de los franceses. ¿Será de París? Le he pedido mil veces a mi jefe que me deje ir una emana a la sucursal de Paris, aquello debe ser precioso, el muy capullo nunca me manda a mí, o sí… a la voz de: Claro, yo te acompaño, habitación conjunta con una sola cama, querida. ¡Capullo! Se me pierde un poco la mirada, pero enseguida vuelvo a la chica.

- Bonito acento – comento ante su marcado acento francés, lo cierto es que es un acento muy dulce - Vas a la NYADA, así que eres bailarina profesional… o estás en ello, claro – sí… tengo diarrea verbal - vaya… voy a ser la única que baile como pollo sin cabeza en esta sala – bromeo, riendo – Soy Anya, abogada en las oficinas centrales de Vogue. - Le tiendo mi mano a modo de presentación ¿O debería darle dos besos? ¿O eran tres? Adoro las costumbres Europeas.

La mujer es simpática y trabaja en Vogue, creo que conocí a una reportera de Paris que trabajaba para esa revista, alguna vez la leo, pero prefiero algo más…heavy como la revista Rolling Stones.

-un placer, me llamo Amanda Laurent. Pero puedes llamarme Amy-dije estrechando su mano.

- Igualmente, Amy – sonrío, cuando me estrecha la mano – esta es la primera clase ¿no? No lo pregunté al inscribirme… quizás ya llevéis algunas clases, de hecho incluso me costó encontrar el sitio, no sabía por qué tipo de baile decidirme – parloteo y parloteo – éste debe ser gracioso bailarlo en alguna discoteca – río, imaginando la idea.

La muchacha parecía maja y también parecía que llevaba mucho tiempo por aquí porque el acento neoyorkino se le había pegado un poco, ¿pero ¿qué digo? Si prácticamente todo el mundo me parece que tiene acento aquí.

-eso creo, a mí me apunto mi… ¿protector?, digamos que quiere afianzar lo que ya estoy aprendiendo y como lo que peor se me da es el baile pues bueno…digamos que no soy tan buena como puede parecer- pille la broma de Anya cuando se refería al baile en discoteca-diría que sería realmente gracioso, aunque pasaría un bochorno horrible-

- ¿Protector? ¿Tu novio? – Pregunto, extrañada por la forma en la que llama a su pareja, creo… - ¿Lo que peor? Pues no quiero imaginarme lo que se te da mejor ¿cantar? ¿actuar? – pregunto curiosa, mientras río un poco cuando habla del bochorno, me resulta tierna - ¿Bochorno? Con esa cara y ese cuerpo nada debería darte bochorno, en cuanto pestañees y muevas un poco el culo, todos matarían por chuparte el dedo gordo del pie – sonrío con total descaro – tienes que venirte un día de fiesta conmigo.

Cuando pregunto si mi protector era mi novio solté una carcajada sonora:

-no no, simplemente ha dado facilidades, si no fuera por él no habría llegado a nueva york nunca…y en el caso de que hubiera llegado, si no le hubiera conocido viviría debajo de un puente-comente y después seguí diciendo a su siguiente pregunta- no me considero buena en ninguna de las dos aunque dicen que canto bastante bien…-dije mirando hacia ninguna parte en realidad.

Cuando continúo diciendo que quería que saliéramos de fiesta dije:

- ¿y qué tal si empezamos con un café? -pregunté y añadí-aquí en frente hay una cafetería. ¿te apetece? -

Veo a la muchacha reírse de buen grado, y sonrío yo también. Me habla sobre su protector y a mí eso me sigue sonando a novio, claro que…el mundo de los artistas es complicado.

- ¡Claro! Después de la clase y la ducha podemos sentarnos un rato, eso de que te de facilidades… y de que si no fuera por él… bla… bla… bla… me lo tienes que contar mejor, un tipo no hace eso si no quiere meterse en tus bragas.

Suelto, tan tranquila, cuando la profesora entra por la puerta, y todas se van poniendo en sus respectivas posiciones.