Partida Rol por web

Tras vuestro encuentro con el comandante ahora tocaba viajar hasta los talleres. Fue un poco más complicado de lo esperado llegar hasta dicha sala, puesto que las señales no eran del todo claras, pero gracias a observar a otros técnicos que se dirigían hacia allí fue posible encontrar vuestro objetivo.

Aún estando fuera de esa instalación se notaban las altas temperatura, pero hasta que no abristeis la puerta no encontrasteis una sala repleta de más de 20 técnicos trabajando sin descanso en materiales de todo tipo, desde armas hasta piezas de metal que superaban los 3-4 metros. El ruido de martillazos, soldadores y chispas le daban un "encanto" particular.

Una vez dentro de lugar visteis como alguien dejaba su trabajo para acercarse a vosotros. Se trataba de una mujer, de pelo rubio pero que se notaba a leguas que era teñido, además de unas inmensas gafas que usaba como protección. llevaba el mono de los técnicos reglamentario, sin embargo la parte de arriba estaba parcialmente desabrochada para así evitar las altas temperaturas.

La mujer no tardó en daros la mano a cada uno de vosotros.

- Así que llegan los refuerzos ¿eh? encantado de conoceros a todos, reclutas, yo soy Lenn, la encargada de organizar todo esta sala de caos y fuego, espero que me seáis tan útiles con vuestros hallazgos como yo lo seré para vosotros proporcionándoos suministros - después de aquellas palabras os guiñó

- Sé que andamos justo de tiempo así que no me enrollaré demasiado, acompañadme hasta la sala de armamento, allí podréis escoger lo que llevaréis a vuestra misión ¿a Massachusetts era? dicen que allí solo hay gente inculta, espero que no os peguen nada - rió mientras os acompañaba hasta el lugar

La sala estaba mucho mejor aclimatada y estaba repleta de un gran número de fusiles, pistolas y munición.

- Bueno chicos, esto que veis aquí no es armamento convencional, todo está manufacturado por nuestros técnicos con algunas mejoras para mejorar su eficiencia, no voy a aburriros con detalles pero a grandes rasgos esto es lo que hay para vosotros - después comenzó a señalar las piezas

- Teneis pistolas del calibre 44, son muy manejables y ligeras, es una buena opción a corta distancia - comentó para después mostrar un gran número de rifles de asalto

- Estos rifles disponen de mira telescópica para las grandes distancias, su potencia de fuego es increíble, sin embargo aún estamos intentando trabajar en diseños más ligeros, tan solo darme tiempo ¿de acuerdo? - después pasó a una de sus joyas

- Aquí tenéis una de mis niñas favoritas, es una Gatling capaz de disparar más de 500 balas por minuto, sin embargo es bastante caro producirlas, así que tened cuidado con ellas ¿vale? - acto seguido abrió una compuerta

- Aquí tenéis un lanzacohetes tradicional RPG-7 y granadas de fragmentación, las cabezas de los proyectiles y las granadas están cargadas con un compuesto nuevo en el que están trabajando los científicos para que sea mucho más inflamable, así que tened cuidado si queréis llevar una de estas encima - tras estirarse comenzó a mostraros otra sección

- Aquí tenéis electrovaras, son más potentes que los táser y aunque aún no hemos logrado comprobar si son efectivas en las pieles alienígenas contra humanos es increíblemente efectivo para aturdir - aquellas varas tenían un metro de largo y parecía muy manejables.

- Por último os muestro los kit de primeros auxilios, están compuesto de todo lo necesario en el mínimo espacio disponible para que no sea un estorbo, contiene sedantes, antídotos universales, cicatrizantes, estimulantes e incluso calmantes por si la situación se va de las manos - parecía que ya había explicado todo, sin embargo en el último momento cayó en algo

- ¡Ah! ¡casi se me olvidaba! aquí tenéis granadas de humo, pueden proporcionar la cobertura perfecta si os veis en problemas o queréis pasar de un lado a otro sin ser un blanco fácil - se cruzó de brazos y os miró

-Coged solo lo indispensable, todas estas piezas valen mucho dinero y nuestro presaupuesto no es ilimitado-

Caminó en silencio hasta el lugar donde iban a darles el equipo. Los atendió una joven extraña pero de algún modo bonita. Allí había de todo, quizás cuando volvieran pasaría por allí a revisar el trabajo de los técnicos y aportar algunas ideas.
Revisó a conciencia el equipo que les ofrecían.
-Oye bonita. ¿No tienes por aquí algún rifle automático? Algo no tan ostentoso como la gatling pero con una cadencia de disparo mayor a esta pequeña- dijo tomando la pistola. -Me llevaré también una de estas- agregó mientras guardaba una de las electrovaras -Le prometí al ponja que iba a traerle uno de esos ET vivos para que puedan despansurrarlo a su gusto.- Entonces la muchacha menciona el fusil y el rostro de Andrés se ilumina con una sonrisa.

Cuando entró en aquella aparatosa sala se sorprendió sin lugar a dudas. En el cuartel donde él se formaba como soldado no había tal cantidad de armamento, y mucho menos expuesto así como así en una simple sala vigilado por un montón de ingenieros y expertos en armamento. Aquella chica les habló de todo lo que tenía a mano con una profesionalidad envidiable, y sin más preámbulos supo que elegir en todo momento. Bueno, yo cogeré un rifle con mirilla telescópica, una pistola calibre 44 y un botiquín de primeros auxilios. 

Al llegar a aquella sala y tras la pequeña presentación de la mujer que trabajaba allí, nos mostró el arsenal del que disponiamos y una sonrisa apareció en mi rostro tras ver esas maravillas de la tecnología armamentistica.

Escuchó la breve descripción de cada una de esas armas, y me entraron ganas de llevarme todas y cada una de ellas, pero siendo realistas el equipo en una misión se puede volver un lastre si es demasiado pesado, debía elegir con cuidado qué llevar.

No podía evitar parar de mirar aquella gatling, y al ver que nadie se decidía por ella exclamé a la joven:

- Yo me llevo a esa preciosidad - Señalando el arma en cuestión.

Para no estar indefenso debía llevar un arma más pequeña y de más facilidad de manejo, así que opte por una pistola.

- También me llevaré una pistola del calibre 44, nunca están de más.

No estaba mal todo ese armamento. Ahora sólo quedaba comprobar si resultaría de algún efecto contra los alienígenas. Cuando Benesh se decanta por una de esas electrovaras, Owen enarca las cejas con incredulidad. No importaba lo que hubiera dicho el jefazo, él no se iba a acercar lo suficiente a uno de esos bichos como para aplicarle una descarga.

-Yo me llevaré un rifle, la pistola y una de esas -dice señalando hacia las granadas de fragmentación. 

Lenn fue dándoos todo lo que pedíais y resolviendo vuestras dudas sobre el equipo, realmente pareció bastante satisfecha con vuestras decisiones, os proporcionó munición suficiente para que no tuvierais que preocuparos en el momento de llegar al terreno de la misión, ahora tan solo quedaba dirigirse al hangar y realizar el viaje hasta vuestro destino...