Tu vida es mundana y sin sobresaltos. Vives en alguna parte de Japón y asistes a la escuela secundaria "Yami Gakuin". Quizá eres un recto profesor, la amable enfermera o el peor alumno de la clase; no importa, pues posees el mismo nivel de relevancia que cualquier otro. Debido a esto, llevas días siendo incapaz de encontrar motivación suficiente para continuar viviendo y, aunque el suicidio te atrae, desposees la valentía necesaria a la hora de tomar tan drástica decisión.
Pero, como si alguien deseara motivarte, determinado día mientras caminas por el pasillo de la academia ves algo que no debes y aquella existencia repetitiva pronto gira trescientos sesenta grados.