Y asi es como llegaste a lo que parecia ser un sitio algo seguro, era una maldita iglesia, bastante pequeña la luz se filtraba desde el campanario de posiblemente alguna antorcha, hoguera o parecido. Cuando llegaste a pocos metros de la puerta principal esta se abrio hasta dejar una randija suficiente para que saliera medio cuerpo de una persona, era un afroamericano de unos 50 años mas o menos con pelo blanco y vestia con unos tejanos y una camiseta de color gris. En sus manos empuña una barra de acero o hierro como arma improvisada, te mira de arriba abajo y entra hacia dentro diciendote un ven no te entretengas.
Bien como los prologos aun no han terminado pero pronto van a terminar ( eso espero) haremos un sucedanio de prologo, ;) Pero para tal cosa necesito un poco de tu tiempo. Si te parece:
Yo te pongo el final y tu haces la historia de como pasas de correr por las calles de noche, separandote del niño y de alana hasta la azotea hasta mi final, te parece? ( lastima que tardaras con la ficha, pudiera haber puesto otro jugador en la azotea del lado, hubiera sido divertido de ver xd)
Tambien te hare varias preguntas para dirigir la aventura hacia lo que te gusta. Puedes escoger lo que quieras, ya que seguramente habra dos partidas, para los supervivientes y otra para los z corps.
Bien para dirigir la partida hacia donde el pj tiene interes, necesito un par de instrucciones:
minimo 3 objetivos a corto plazo
minimo 3 objetivos a medio plazo (varias semanas)
minimo 3 objetivos a corto plazo (varios meses)
Ejemplo: desde conseguir alimento, agua, encontrar a otros, encontrar armas, encontrar refugio, encontrar familia, salir de esta locura, encontrar noticias de que realmente pasa...etc...
Ultima pregunta: si quieres una partida mas a supervivencia pura y dura, o quieres intentar terminar siendo z-coprs. ( la partida no esta reñida en ningun caso escojas lo que escojas)
bastante trabajo ya te he dado.
PD: como fuiste tu y otro en poner imagen, bajo la ficha en escrito normal ponte que tienes un punto de experiencia extra.
Aunque lo creo en un principio, no estoy sola entre la gente, pues un hombre repara en mí y se asoma por la puerta de la iglesia en mi busca. Un negro, armado, la verdad es que aunque preferiría reunirme con los míos, no me voy a quejar. Por fin me pasa algo bueno en este día de mierda. Sólo espero que este encuentro no resulte en algo el doble de malo. Como siga así voy a acabar el día debajo de un puente, si es que lo acabo.
- ¡Voy! ¿Q-qué está pasando? - Pregunto preocupada, mientras me dirijo hacia él con prisas. - ¿Tienes un arma para mí? ¿Hay más gente ahí dentro? -
Corto plazo: Encontrar armas, encontrar a su pareja, entender lo que está pasando
Medio plazo: Encontrar a su hermano, abastecerse, aprender supervivencia
Largo plazo: Encontrar un lugar seguro y sostenible, pertenecer a una comunidad.
Sobre la última pregunta, supongo que me arriesgaré con z-corps. No sé si será lo mío, pero por probar algo distinto, que siempre he jugado más de supervivencia.
La introduccion la tenias que hacer tu desde que dejas a tu novia hasta que llegas a la iglesia.
Bien como los prologos aun no han terminado pero pronto van a terminar ( eso espero) haremos un sucedanio de prologo, ;) Pero para tal cosa necesito un poco de tu tiempo. Si te parece:
Yo te pongo el final y tu haces la historia de como pasas de correr por las calles de noche, separandote del niño y de alana hasta la azotea hasta mi final, te parece? ( lastima que tardaras con la ficha, pudiera haber puesto otro jugador en la azotea del lado, hubiera sido divertido de ver xd)
Vale, perdona, no lo había entendido bien :/ Esta noche lo corrijo.
Sigo a Alanna por las calles, entre la gente, lo más rápido que puedo. Alejándome, acercándome, volviéndome a alejar. Temo por lo que está ocurriendo esta noche, pero lo que más me angustia, entre el caos, entre los gritos, y el horror, es que pueda llegar el momento en el que me atrase, y no sea lo suficientemente rápida para volver a alcanzarla, y así sucede.
No se trata precisamente de mi velocidad, pero el resultado es el mismo, cuando la gente corre, se choca, se cruza y se aplasta en todas direcciones, conmigo en medio. He odiado muchas veces en mi vida el ser bajita, pero nunca antes tanto como ahora.
- ¡Al! ¡Alanna! - La llamo ansiosa, en un intento desesperado de reencuentro. Después de todo, ya no soy capaz ni de oír al puñetero niño, ¿Cómo va a escucharme ella a mí? Trato de acelerar, colarme con rapidez entre los huecos que deja la gente que pasa, pues sé que empujarlos no es una opción, pero es inútil. Me detengo, perdida y desorientada, bloqueada hasta que oigo un grito de puro dolor tras de mí. Me giro con rapidez para comprobar cómo un hombre fuera de razón le hinca los dientes a otro hasta arrancarle la carne.
No puede ser.
Tan sólo tardo un segundo en reaccionar, sin ser capaz de pensar nada más. Ya no impera mi mente, si no mis piernas, que corren sin dirección fija, buscando el hueco, la ruta más rápida y despejada para salir de esta mierda ahora que mi prioridad no es un reencuentro, si no ponerme a salvo.
Corro sin descanso, buscando un lugar despejado y seguro que nunca llega, y sigo corriendo. Ni siquiera puedo pensar en el cansancio. Corro, y corro, hasta que algo llama mi atención: Un árbol. No cualquiera, uno que daba a una azotea.
No sería la primera vez que me subía a un árbol huyendo de algo, pues ya había tenido alguna experiencia similar en el campo de mi abuelo, huyendo de animales, ¿Pero personas? ¿Personas? Ese puto árbol tenía consigo una alternativa, y no la iba a desaprovechar.
Escalo rápidamente al árbol, y de ahí paso a la azotea. Es entonces, cuando me paro a mirar a mi alrededor, cuando me doy cuenta de cómo arde mi cuerpo, de cómo parece que el corazón se me vaya a salir del pecho, ahora que estoy parada, pero eso no es lo peor. El mismo horror que asaltó a aquel hombre a mis espaldas unos instantes atrás se repite con las gentes del vecindario.
- ¡Qué mierda! - Exclamo frustrada, asustada. ¿Y Alanna? ¿Y Cole? La preocupación por ellos cobra fuerza, pero ante mi situación, mi necesidad de seguridad, es fugaz. Esa azotea, por mucho que me sirva de momento, no es un puto oasis, tengo que seguir moviéndome, así que al menos la aprovecho para mirar en todas direcciones, en busca de la mejor de todas; La más despejada, o la que parezca dar a las afueras, a unas malas.
Me descuelgo con cuidado, por la que parece la zona más despejada, y comienzo a correr, con algo más de calma esta vez, tomando cada vez la calle más segura, más libre de esos monstruos, como dirección. Es así como finalmente llego a lo que parece ser un sitio relativamente seguro, una pequeña iglesia, en la que normalmente me repudiarían. Irónico, pero no es que me importe. Bienvenida sea, y que ese Dios en el que nunca he creído la bendiga, si me va a salvar del horror de esta noche.
Cuando entras al interior de la iglesia, se te cae la anima al suelo, esperabas un grupo grande, armado y listo para salir de la ciudad. En el interior encontraste a unas docena de gente que pudieras ver, aunque habia gente que se movia de un sitio a otro y realmente no sabias cuanta gente habia dentro.
El lugar estaba muy mal iluminado, apenas habia algunos candelabros repartidos encendidos, no habia luz electrica y tener eso iluminado ya era mucho. Un vistazo rapido a la gente ves que hay de todo tipo, jovenes y viejos, hombres y mujeres, blancos y negros....de todo incluso ves alguno con aspecto de arabe...en una iglesia no dejaba de ser comico...aunque no ves a nadie armado mas que con algun bate y hierros.
Al fondo en el altar hay un hombre de pelo blanco que te da la espalda que esta rezando, lleva una tunica, llegas a la conclusion de que sera el sacerdote.
¿Qué mierda...? Me digo a mí misma al principio, decepcionada. Claro, ¿Qué otra cosa podía esperar? Un negro con una barra de mierda, y no un arma de verdad, me había abierto la puerta. No, esta no es la típica catedral enorme de peli en la que la gente se refugia para siempre del apocalipsis.
Miro a mi alrededor, a la gente. Puede que unos pocos hayan venido aquí a buscar la salvación buscando a Dios, pero seguramente como yo, el resto solo se ha encontrado con un refugio temporal.
- ¿Q-Qué está pasando? - Pregunto al hombre que me abrió. - ¿Qué vamos a hacer? - Continúo, ilusa de mí. No lo sé, y esperar que esta gente, de forma repentina, tenga algún plan divino para enfrentar esta crisis, es estúpido, pero supongo que es mejor tenerlo claro antes de ser yo la que cometa o proponga cualquier estupidez que pueda ocurrírseme.
TE mira como con una sonrisa melancolica...No lo se, nadie sabe nada, no hay ni radio ni telefonos ni nada. Unos dicen que es el apocalipsis, otro una enfermedad que se ha escapado de una base del gobierno otros...cada uno dice la suya. Tenemos la intencion de mantenernos aqui durante la noche, el ejercito tarde o temprano va a venir a rescatarnos. Por el fondo aparece el padre y se une a la conversacion. Esto es el final de los tiempos, solo nos queda rezar para la salvacion!
Lo que cuenta el hombre tiene sentido, pasar la noche al menos, esperar alguna noticia del ejército. De momento, parece lo más prudente, espero que tenga razón. Asiento a sus palabras, pensativa, mirando al suelo. Ahora que he parado no puedo dejar de pensar en Alanna y en mi hermano, en mi gente, agitada, y ya estoy lo suficientemente intranquila como para que venga el padre a tocar las narices. Si no he ido a preguntarle a él en primer lugar es por que esperaba alguna gilipollez así.
- Bueno, pues sí sólo los puros se van a salvar, a estas alturas ya da lo mismo. - Le contesto con indiferencia, para volver a dirigirme preocupada al hombre que me abrió la puerta. - Perdone, ¿No habrá visto cerca por casualidad a una chica alta, rubia, de mi edad, con pintas de estudiante y un niño pequeño y llorón en brazos...? -
El hombre niega con la cabeza. Creo que todos los que estamos aqui han perdido contacto con algun familiar directo... Se avecinan tiempos dificiles. Su aspecto era cansado y algo defallido.
Arriba en el campanario hemos puesto una pequeña hoguera para advertir a los supervivientes y vigilar si es que sirbe de algo, algun rato estaria bien que sustituyeras al vigilante, hacemos turnos de dos horas por parejas.
No ha visto a Alanna, como era de esperar. Como yo, el resto se habrá centrado en su propia supervivencia, sin prestar atención a la gente de sus alrededores.
Trago saliva y miro al suelo, decepcionada. No encuentro más consuelo que el refugio aquí, lo cual no es poco, pero no lo suficiente para mí como para encontrar un mínimo de paz entre todo este caos. - Vale, pues... ¿Puedo subir ya? - Pregunto, intranquila. En mi estado de agitación actual, lo mismo voy a descansar dentro que fuera: Nada.
No tengas prisa, hace poco que han subido, cuando sea la hora te avisare tranquila. El hombre finalmente se marcha y entabla conversacion con otra persona.
tienes una hora para descansar, o hacer lo que quieras.
Genial. No es que tenga unas ganas locas de sustituir a nadie, es que quiero estar en un buen punto para ver a quien pase, por si se trata de alguien a quien conozca, pero después de su negativa, pensándolo mejor, ¿Qué más da? Se supone que el que está arriba busca a cualquier superviviente, conocido o desconocido, así que le hago caso, me siento y me pongo a trastear el móvil, intentando realizar llamadas y mandar mensajes a Al, a mi hermano y a mi familia, mandarles mi ubicación. Ya sé que ha dicho que no funciona, pero tengo que intentarlo, ¿Cómo se ha podido ir la señal de un momento a otro? Tal vez haya suerte vuelva, algún momento, tal y cómo se ha ido. También puede que no, pero por intentarlo, que no quede.
No consigues establecer ningun tipo de conexion, ni llamadas ni sms, los mensajes de whatapp se quedan en pendientes de enviar, que luego caes que no es mala idea, si algun momento llega cobertura se mandaran automaticamente.
pasas a otra escena conjunta.
Aunque dejaremos esta por dudas personales etc...ya que estas tu sola, eso si siempre en notas.