Partida Rol por web

Abandonas el taller intentando no llamar la atención, nadie te bloquea el paso ni sale detrás tuya. Ahora puedes ir al polvorín con Rainer, al puesto médico con Zsigmond o la intendencia con Günter.
En los tres sitios habrá material que cargar en el tanque.

Luego de dar un rodeo desde el taller llego rápidamente al polvorín donde se encuentra Rainer. En un principio debía ir con el pero conseguir un carro de combate adecuado era lo más importante, ahora que ya esta en marcha el plan no debemos perder tiempo. - ¡Hey Rainer! ¡Has encontrado algo útil? Estamos cortos de tiempo, en cualquier momento debemos salir pitando. Ya verás de qué hablo. – Creo que debemos llevar explosivos además de armas, principalmente porque no podremos ir con el tanque a todos lados… 

Danke! le digo al soldado que me ayuda a cargar las cajas, aún así son muchas para llevarlas cargando por medio campamento. Desde luego cuando agarre a Sven le voy a montar un espectáculo que se va a cagar... Anda que dejarme tirado para irse a mirar tanques!!!

Pues hala! Ahora para joder me como una de estas latas de melocotón!!!

Cuando el sargento ve el fuego se pone en marcha, se acerca a los soldados que están en el hangar.

- ¡Fuego! ¡Vamos chicos! Tu y tu, ¡A apagarlo! Vosotros, quitad esas cosas de ahí, ¡que no se propague! Vosotros, ¡id a buscar agua!-

Y se espera a que todos se pongan a hacer cosas, para salir de ahí.

Sven, se movió por la parte de atrás de la tienda de campaña hasta que encontró una unión entre dos lonas por la que pudo acceder al interior, cerca de la parte de atrás del Tiger. Parapetado tras la propia figura del tanque,se subió a él y sin dudarlo, se introdujo por la escotilla en el interior, ocupando el puesto de artillero.

¿Como será disparar un cañón de 88 milímetros?-Pensó-.

Lo cierto es que esperaba no tener que usarlo con sus propios compañeros. Se limitó a familiarizarse con los controles, al igual que hacía Verner y esperando a que la distracción de Paul hiciese su efecto para poder sacar el tanque de allí.

Verner seguía en silencio al artillero. Muy pegadito, tanto que temía que si paraba de golpe chocara con el compañero y terminasen esparramados por el suelo como un haz de leña. Su compañero se situó en su puesto y se podía ver en su rostro una mezcla de emoción y felicidad por estar disfrutando de las inmejorables ópticas de esta maravilla de la ingeniería alemana. Le puso la mano en el hombro para apoyarse y matar dos pájaros de un tiro. Una: seguir avanzando hasta el puesto del conductor. Tenía que poner a andar estas toneladas de metal. Y dos: sacar al compañero de su fantasía artillera y traerlo a la realidad.

No tenía miedo que desde allí dentro les pudierna escuchar desde fuera y preguntó: - ¿Dónde tengo que aparcar?

Se puso a arrancar el "bicho" tras sentarse en el puesto.

-Tú sal fuera. Hay que recoger al resto y largarse de aquí antes de que se den cuenta-dijo Sven-Espero que el sargento se esté ocupando de ello.

Verner encendió el tanque, el contacto funciono al primer intento. La ingeniería alemana en perfecto estado siempre ha sido algo espléndido de ver. Por encima suya esta Sven, observando desde el punto del vigía. Carl había sido el primero en avisar del fuego y sorprendentemente todos le hacían caso, así que los que estaban más cerca vuestra fueron los primeros en alejarse abriendo el camino de salida.

Mientras vuestro compañero seguía dando ordenes el tanque tiger empezaba a moverse lentamente. Verner no quería hacer ningún acelerón fuerte para evitar llamar demasiado la atención. Y sven intentaba ayudar a su compañero a maniobrar con el voluminoso y torpe vehículo nuevo.

Sven se asomó al puesto de vigía del tanque y observó a su alrededor, intentando orientar a Verner sobre hacia dónde seguir, mientras intentaba localizar a sus compañeros. 

Rainer miró a Paul con una sonrisa, tendria alguien que le ayudase con todo

-Mira lo que he cogido jejejejeje-

-2 mp-40 que son para un servidor, un panzerfaust y un lanzallamas, todo con munición, ah y 14 granadas jajajaja por no hablar de la munición-

-Parece que vamos a la guerra, jejeje-
 

Rainer era como un niño en una juguetería. - ¡Un abrelatas y un lanzallamas! Buenísimo, con estos chiches podremos achicharrar a los rojos en sus casamatas para luego ir a por el oro. Jejejej – lo ayudo cargando las cintas de munición y el panzerfaust desde su correa. – También podemos unir varios pisapapas y abrir un boquete del tamaño de un elefante en un bunker. – Tal vez si metemos todo en una caja podremos transportar todo de a dos. Pero no encuentro nada que pueda ser útil... 

La móle metálica empieza a andar y ya satisfecho de haberlo conseguido se pone los auriculares por los que le espeta a su compañero una órden urgente - Sven guiame no le sacuda a algo que no veo y dime cuando ya tengamos la cola libre para girar tras salir del todo. Verner seguía adelante muy despacio, tanto que era demasiado lentro. Y si alguien te mira le puedes decir que al conductor le falta experiencia, y hay que sacarlo de aquí para que no se queme. ....y le ordenas que se aparte, no sea que el chofer novato lo aplaste.

Con cuidado, se fue retirando de la vista de los soldados...

Carl consigue escabullirse entre los soldados alemanes sin que estos se enteren de lo que esta pasando. Sin embargo observa como el tanque esta teniendo problemas para maniobrar. Casi choca contra unas cajas pero consigue frenar sin llegar a derribarlas, aunque tiene que retroceder y volver a maniobrar para esquivar el obstáculo. Las maniobras le llevan más tiempo de lo que os gustaría pero finalmente consigue salir del taller, pero seguramente los mecánicos recuerden que el tanque estaba maniobrando. Más os vale abandonar rápido la base militar antes de que tengáis problemas.

El tanque abandona el taller mientras carl avanza corriendo a su lado. La primera parada es en el polvorín donde están Bauer y Bernstein, muy alegres con unas cajas pesadas. La siguiente parada es la intendencia donde os espera un fatigado y sudoroso Van Halen con la comida. Y la última parada es en la enfermería donde recogéis a Kovács, el cual muestra manchas de sangre de haber estado atendiendo heridos.

Todos os percatáis de dos cosas muy importantes.

1. Una gran humareda se eleva desde el taller. Los soldados avanzan hacía allí cargando con cubos de agua.
2. El tanque os ha recogido es un Tiger, una excelente obra de la ingeniera alemana.

Según van recogiendo a sus compañeros, Sven desde el puesto de vigía, les hace señas para que se suban rápidamente sin hacer preguntas. Lo importante ahora es salir de allí y comenzar la misión.

- Joer Sven, la próxima vez que me guíes, hazlo bien, que si no vamos a entrar a un edificio y se nos va a derrumbar encima. Estaba bastante mosqueado y no lo hacía notar mucho por estar muy entretenido con los mandos del "tanquichuelo", pero aún así algo se notaba. El compañero era artillero, mientras miraba sus cosas le preguntó. - ¿Sven como va el bicho de munición?

Ya que estaban haciendo paradas, por si acaso, miró el combustible. Sabía que por reglamento, cuando se paraba un tanque operativo, quedaba totalmente amunicionado, repostado y listo para el combate, pero no estaba 100% seguro. Le dió unos golpecitos, como si se tratase de una canica, al indicador, y al chivato de burbuja, por si acaso, hasta que quedó cerciorado. Gente, este bicho es una maravilla, pero traga como una cosa mala. Vamos a tener que ir robando gasofa en cada esquina, y si nos la agenciamos ya mismo, y la colocamos en garrafas colgadas por fuera, estaría muy bien.