Corvis todavía arde debido a la furia desatada por Alexia durante la Noche Más Larga. Tras apoderarse de la antigua espada Fuego de Brujas, se dirige a resucitar a su madre y a su aquelarre, lo cual podría significarla perdición para el Reino de Cygnar.
Los héroes tienen una segunda oportunidad de detenerla, pero se les acaba el tiempo...
El Lider recibio a su subdito más leal en el salón de su Trono. El vino dentro de la copa que sujetaba en la mano izquierda era agitado distraidamente mientras veia a sus subditos acercarse, luego arrodillarse y finalmente utilizar su voz para comunicar su mensaje:
-"Todos los preparativos estan listos mi Señor. Las piezas han sido colocadas estrategicamente, nuestras jugadas se realizarán conforme al horario previsto y todo deberá suceder cumpliendo con sus designios. Nuestros colaboradores han puesto a nuestra disposición todos sus recursos y jamás antes nuestro poder fue tal."
El poderoso Señor respondio complacido a su sirviente.
-"Excelente mi buen discipulo, has hecho un magnifico trabajo, si lo que me indicas es cierto, el momento se acerca. Nosotros jugaremos este papel y luego seremos recompensados entre la lluvia de fuego y sombras. Nuestro deber es divino y lo cumpliremos como tal."
El subdito contesto con gran disposición a comenzar sus deberes.
-" Y entonces Señor, ¿cuales son vuestras ordenes?"
El Regente termino sus instrucciones:
-"Despacha a los jefes, prepara las operaciones avanzadas y quedate aqui hasta nueva orden"
El subdito se levantó y con un gesto producido por la mezcla de la sorpresa y el insulto replicó a su Señor.
-"Pero Maestro, ¿me quedare acaso aqui sin hacer nada más? ¿Acaso tan poco util soy para ti?"
El Señor se levantó de su Trono, miró levemente la gran ciudad que se alzaba a traves de la ventana de esa torre, se acercó a su discipulo y tocandole el hombro le contesto de forma cariñosa.
-"Eres más util e importante de lo que te imaginas, hijo mio. Yo debo partir de inmediato hacia una misión que no le confiaria a nadie, pero he previsto en el porvenir que seremos interrumpidos y se llevaran a cabo grandes intentos de detenernos, pero tu trabajo sera evitar que lo logren. Te confio el futuro de nuestro sagrado deber y tienes todos los recursos a tu disposición para llevar a cabo esta tarea. Yo me voy ahora, y tu manten tus ojos abiertos o yo mismo me encargaré de cerrarlos para siempre"
El Señor concluyo sus palabras con un amenazante tono y bajó las escaleras para abandonar la habitación hacia un destino que solo él conocia.
Una figura oscura emerge de las sombras del castillo Ravenloft. El resplandor de un rayo revela el burlón rostro del conde Strah von Zarovich. Sus ojos arden con un hambre eterna y con un absoluto desprecio a la vida. Desde un estrecho balcón, contempla la fina lluvia del anochecer y las pocas y mortecinas luces del pueblo que hay más abajo, mientras murmura un nombre:
"Irina..."
Hubo un tiempo en el que parecía que el Imperio iba a desaparecer por
completo. Desgarrado por una terrible guerra civil, el reino de Sigmar había
caído en la anarquía y el caos. Ahora os contaré la historia de aquellos oscuros y
terribles días, cuando la lucha por el trono del Imperio enfrentó al hermano
contra el hermano.
Las hogueras arden en noches frías como una tumba, mientras los ansiosos
aventureros y mercenarios buscan las piedras de poder entre las ruinas de
Mordheim. Lo único que queda de la antiguamente orgullosa ciudad son
unas ruinas ennegrecidas, devastada por la infernal piedra celestial.
Ahora es el tiempo del Caos, de la guerra, de la matanza y de los actos más
innobles, cuando el valor de los hombres ha sido contaminado por los oscuros demonios
de la avaricia y el deseo por el poder terrenal.
Venid conmigo, descended a la Oscuridad...
En el segundo año del segundo milenio, quinientos años antes de la ascensión al trono del benévolo Emperador Karl Franz, tuvo lugar una época como ninguna otra. Al igual que ocurrió justo antes del nacimiento del divino Sigmar, unas alas de fuego en el cielo anunciaron el advenimiento de grandes hechos: la llegada de la Plaga, el estallido de la guerra, el comienzo de la Pestilencia y el Hambre.
Aunque su impío nombre ha sido borrado de los registros de la Gran Biblioteca de Altdorf y sus ruinas arrasadas por Magnus el Salvador del Imperio, os contaré la historia de la ciudad maldita, destruida por la ira de los dioses. Os contaré la historia de Mordheim
Campaña propia de espada y brujería sobre unos mercenarios demasiado cobardes para jugarse el cuello en la guerra, y que buscarán enriquecerse a base de la generosidad del alcalde de un pequeño pueblecito en apuros.
Partida con ritmo de posteo alto. Se pide que se conozcan las reglas más o menos, no tienes que ser un experto; pero se agradece que no tenga que estar explicando cosas...
Una figura oscura emerge de las sombras del castillo Ravenloft. El resplandor de un rayo revela el burlón rostro del conde Strah von Zarovich. Sus ojos arden con un hambre eterna y con un absoluto desprecio a la vida. Desde un estrecho balcón, contempla la fina lluvia del anochecer y las pocas y mortecinas luces del pueblo que hay más abajo, mientras murmura un nombre:
"Irina..."
¿Compañeros de caminos difíciles de andar?. ¿Están listos para el reto mas difícil de todos?.