Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid... Y que una servidora es de allí, y la gran quedada de este año casualmente también se celebra allí... Propongo una partida de Vampiro un poco fuera de lo tradicional.
El lugar donde se desarrollará es Valladolid. El tiempo, alternado entre 1559 y 2012.
"Tristes penurias que envueltas en calles desérticas, van ocultando el terror que rodea a la ignorancia, mas allá de todo lo que uno pudiese imaginar" - Que crees saber todo de este mundo, déjame reír un rato y vuelvo...muy bien, he recuperado el "aliento", creo que es hora de ponernos serios ya que en verdad es crítica tu situación...fíjate que estas encerrado en este lugar, no hay manera de salir, bueno...si la hay, el eterno sueño, aunque eso no te otorga el descanso total...estas en un mundo, dimensión, cosa o como quieras llamarlo donde todo es real, desde terribles bestias hasta magos verdaderos, no de esos que hacen truquitos estúpidos con plumas y pañuelos, no...magos que manejan la quintaesencia y hacen cosas realmente sorprendentes; lupinos que se conectan con la tierra para convertir sus garras en plata; espíritus que toman forma humana y que buscan terminar algo; inclusive demonios terribles, tanto que a muchos de los nuestros los harían cagar en sus pantalones a pesar de que nuestros órganos ya no funcionan...esto es Erebo colega, aquí no hay limites, no hay reglas...a pesar de que tenemos un príncipe y todo el rollo, no creas que eso nos hace mas fuertes o mas seguros, en verdad, tu estas solo y nadie se interesa en tu bienestar...el ganado escasea y hay seres mucho mas poderosos que todos nosotros juntos, lo bueno es no toparse con ellos y sobrevivir, esa es la palabra, sobrevivir...-
La diosa no deseó nada. La diosa no creó nada.
La diosa solo sintió pena.
Sintió pena de millones de condenados y sumió en el letargo a quienes iban a arrebatar sus vidas.
Sintió pena de aquellos atados a un deber más atroz que la misma muerte y envió emisarios que los guiasen cuando sucumbieran a la desesperación.
Los vástagos de Paals, nuestro Señor, zanjan la tierra y buscan la Puerta en el reino de la materia. Los vástagos del malvado Lindzei quitan vidas y buscan la Puerta en el reino de los espíritus.
Yo lo he visto... He visto cómo se abrirá la Puerta oculta, cuya llave es la desesperación. La esperanza solo responderá al llamamiento del sacrificio.
Cuando llegue a este mundo el ocaso de los dioses, un canto sin voz se oirá a través de la Puerta refulgente. Desde la Dimensión Invisible, allí donde no hay color, la diosa Etro cantará su pena por las vidas perdidas
Un grupo de antiguos compañeros de instituto cruzan Estados Unidos en furgoneta haciendo el mítico viaje del que siempre hablaron. Cuando hacen un alto en el camino para visitar la vieja granja familiar de uno ellos, ignoran que han caído en una macabra trampa orquestada por él para vengar las bromas a las que le sometieron en el instituto. Mientras tanto, en un sótano mugriento y repugnante, un grupo de personas encadenadas luchan por escapar de un destino peor que la muerte.
Bienvenidos a Vivace Ludic
Este pequeño hotel, recientemente reseñado en revistas como Hotels, Hotel Design y New Doors, parece ser la delicia para todo aquel que busque pasar unos días tranquilos en la montaña.
A sólo quince minutos en coche de la estación de esquí de Leaveworth, este entrañable hogar se diferencia de los otros lugares de la zona por ofrecer además actividades que serán del gusto de todos, desde los más pequeños de la familia a los más mayores.
La familia Allen abre por quinta temporada consecutiva sus puertas a todo aquel con ganas de recibir un buen trato, probar la buena comida y olvidarse durante unos días del mundo en un entorno natural y envidiablemente hermoso.
Realicen sus reservas cuanto antes, y no se dejen asustar por la nevada próxima.
Partida para "Portería Umbriana".
Aquí podrán maquinar sus maldades, discutir sus cosas...
Los jugadores representarán a los miembros de una corte, que ante el desarrollo de una fatal epidemia, decide encerrarse junto a su soberano en una de sus fortificaciones. Los personajes deciden olvidar la muerte y la enfermedad, acogiéndose a la seguridad que les ofrece su Príncipe. Placeres, manjares y divertimentos de toda índole se despliegan para su disfrute y deleite mientras al otro lado de las murallas el pueblo desfallece.
La nobleza de su sangre o su lealtad hacia el Príncipe Próspero han procurado que no deban sufrir el azote de la Muerte Roja, que jamás les alcanzará en el lugar en el que se encuentran.
Mas, ¿no es jamás una palabra demasiado absoluta? La Muerte es quizá tan vieja como el Diablo. Y si el Diablo por viejo es sabio, ¿no lo será por igual la Muerte?
Recibiste una invitación para pasar unos días de verano en La Isla del Negro. Esta isla se encuentra en la costa inglesa, en la región de Devon.
En dicha mansión, se desatará la discordia cuando aparezca el primer cadáver y arrancará una partida de HLdCn algo peculiar.
¿Te interesa?
Partida privada solo para gente conocida. Por favor, no enviéis solicitudes.
Chsss...
No hagas ruido. Podrías despertarte.
Imagina.
Si es que aún puedes, imagina.
Deja tu mente atrás por una vez y permítete descubrir lo que guardas dentro. Lo que te escondes.
Imagina.
Deja de tener miedo a ser distinto e imagina como un loco. El Velo está tan lejos o tan cerca como tú quieras. Suéñame con pasión y yo prometeré no soltarte. Coseremos palomas a nuestros tobillos y caminaremos por encima de las nubes.
Podemos hacerlo.
Tú sólo imagina.
Los secretos son importantes para las especies. Los secretos son el núcleo de sus identidades, de sus sociedades. Los secretos mantienen sus jerarquías.
Observa una bandada de pájaros o un banco de peces moverse como una unidad. Pregúntate cómo los chopos sienten un trauma a cientos de kilómetros o cómo una seta puede entender las necesidades del bosque. Y empezarás a comprender de dónde venimos.
Han pasado ya 10 años desde que el museo de muñecas de la montaña de Budapest fue quemado y aún son muchos los interrogantes que recaen sobre esa área. Los locales y vecinos han comenzado a llamar la montaña de diferentes maneras pero el sobrenombre más común es "La montaña de las muñecas". Muchos restos de la antes majestuosa colección que adornaba la cima han sido encontrados calcinados en el camino que baja la montaña y a pesar de que muchos de los escombros han sido removidos, aún hay una parte que sigue inexplorada: un extraño sótano donde se dice que los vecinos escuchan gritos de dolor y agonía.
Se ha vuelto popular para retos y programas de televisión, así que hay una convocatoria abierta para explorar dicho lugar. Las autoridades de la zona no quieren moverlo pero quieren conocer la causa de tal incendio. ¿Te unirás a esta expedición?
En los antiguos tiempos los venerábamos como dioses, pero esos tiempos acabaron. Durante años, los humanos hemos ocupado su espacio, transformándolo y convirtiéndolo en un lugar inhóspito y plagado de peligros. Hemos convertido a unos taimados depredadores en objeto de nuestra burla. Los hemos recluido en nuestras casas para que nos sirvan de mascotas. Los hemos marcado, extirpado las uñas, castrado... Es la hora de la revancha... ¡Gatos del mundo, morded la mano que os alimenta! ¡Es la hora de la Rrrrrrrrrrrrevolución! ¡Miauuuuuuuu!
Vinieron en la noche.
Entraron en nuestros hogares.
Conquistaron nuestras ciudades.
¿Les dejarás también tomar tu alma?
—Pum —dijo la mujer.
Su mano se alzaba a la altura de su cabeza, moviendo los dedos como si siguiera el ritmo de una melodía. El jazz sin embargo entraba por las ventanas con una cadencia muy distinta, inundando la habitación.
—Bum-bum. Bam-bum. Pum.
Caminaba mientras tanto, siguiendo la cadencia de lo que decía con todo su cuerpo. Parecía que disfrutaba. Yo aún no había acabado de despertar, pero sentí el fuerte olor de la gasolina y del sudor antes de notar un leve aroma a almizcle. No podía moverme, ni siquiera intentarlo. Con un giro, su espalda y su nuca dieron paso a unos ojos que se clavaron en mi mirada y en mi cerebro, perforando mi consciencia y llegando a lo más profundo de mi cráneo.
—Dum. Dum-dun. Darún.
Sólo ella oía aquella melodía. Pensé que lo que fuese estaría sólo dentro de su cabeza. Que era una demente. Su voz era sedosa, capaz de colgarse por cada pliegue de mi alma entre el sonido del festival de fuera. Quise pedir ayuda, pero no pude ni despegar mis labios.
—Pum. Pa-pum. Pum.
Se acercó a mí lentamente. Nunca había tenido tanto miedo, pero no fui capaz de hacer nada. De todas formas... ¿Habría cambiado algo? Sus ojos ya no estaban en los míos, sino en mi cuello. La música seguía sonando, pero yo sólo pude prestarle atención a ella cuando se acercó a mi oído.
—Bum. Bum-bum. Babún.
Su contacto frío puso mi piel de gallina. Y cuando puso su mano sobre mi pecho me pareció irónico darme cuenta de que los golpes de su voz coincidían exactamente con los de mi corazón.
—Bum. Badum. Bum-bum. Pum.
Tras aquellas últimas sílabas apoyó su frente en mi sien, como si disfrutara de los últimos segundos de aquella canción. No sé cuánto tiempo pasó, pero sí que después sentí sus dientes en mi cuello. Luego sólo hubo silencio.
Ese fue el final. Ese fue el principio.