No está muy claro cuál es la era en la que nos encontramos, algunos creen que alrededor del 5000 después del cataclismo, pero eso depende de la religión a la que seas afín. No hay reinos capaces de sostenerse demasiado tiempo, los asentamientos y las ciudades se dispersan por el mapa como trozos de carne en un estofado demasiado aguado.
Bestias de todo tipo acechan los caminos y aunque el mundo es un lugar salvaje y lleno de peligros, también ofrece jugosas oportunidades para aquellos lo suficientemente locos como para aventurarse más allá.