Un amigo mío lo definió como una evolución del cuatro en raya. El tablero de juego está dividido en cinco filas y seis columnas de casillas.
En cada turno, el jugador puede coger y poner una ficha de cartón al azar o situar uno de sus castillos. Las fichas de cartón pueden ser positivas (de +1 a +6) o negativas (de -1 a -6). Además, hay fichas de minas, que multiplican por dos todas las fichas de la fila y columna donde esté puesta; dragones, que anulan los bonificadores positivos de la fila y columna donde esté puesta y montañas, que dividen la fila y la columna donde estén situadas en dos.
Los castillos tienen un valor de 1 a 4 puntos.
Cuando todo el tablero está lleno, se cuentan los puntos positivos y negativos de cada castillo, de la siguiente forma:
Por cada castillo, suma y resta las fichas de cartón de la fila y columnas en que está puesto; aplica la mina y el dragón, si es el caso. La cantidad final, multiplícala por el valor del castillo. Estos serán los puntos de victoria (dinero) que te reporte ese castillo. Haz lo mismo con cada castillo para obtener la puntuación total de la ronda y juega dos rondas más. Al final de las tres rondas, el jugador que tenga más dinero, gana.
Juego abstracto; rápido y sencillo de jugar y sobre todo, muy entretenido; de estos que permiten hacer perradas al resto de los jugadores a diestro y siniestro. Es fundamental llevar la cuenta de las fichas que salieron y jugarlas en el orden adecuado para conseguir sacar la mayor tajada posible.
Las partidas duran a penas 20 minutos, con lo cual es un juego ideal para jugar en cualquier momento libre.
De 2 a 4 jugadores.
Un gran juego, he tenido la oportunidad de probarlo en las jornadas de Juegos de Meza de Córdoba, donde el creador de la criatura estaba allí presente.
Lo cogí porque había leido el comentario de Blagdaros, y me fui directamente hacia él, y junto a un par de amigos y mi novia, nos pusimos a jugar.
Nos encantó a todos, un gran juego con mucha estrategia, hay que saber cuando colocar una ficha, cuando colocar un castillo, cuando usar la ficha oculta que tienes. Y como bien dice Blagdaros, es un juego para disfrutar haciendo pequeñas (o grandes) putadillas a los contrarios.
Creo que la suerte influye muy poco en el juego, pues todo el mundo está equilibrado y depende de las fichas que te toque.
Un gran juego que nos dejó completamente enganchados a él. Lo que no se es si jugando menos de cuatro jugadores será igualmente de adictivo...