Las declaraciones del marido de Baluba eran muy reveladoras. Ya sabían quien era el responsable de este desaguisado y de todos los problemas que llevaban al pantano a ser tan temido y a la vez tan frecuentado por aventureros de todo tipo.
Escuchó atentamente las palabras de Galbar y estaba de acuerdo en que había que encontrar al sacerdote y acabar de una vez con el problema para que Haushton volviese a ser un pueblo próspero, no lo estaba tanto en lo de pasar por la estatua del dragón, así que comentó.
- Estoy de acuerdo en que hay que encontrar al sacerdote, pero creo que debe haber alguna puerta secreta que no hemos visto, quizás se haya marchado por ella, ya que no nos lo hemos cruzado y en caso de que no tenga salida, muy probablemente se encuentre allí agazapado.
Así que el acólito con su escasa experiencia se puso a buscar algun indicio de puerta secreta y de paso revisar las estancias en algo de provecho y algunas monedas o joyas que pudiese encontrar.
Motivo: Puertas secretas
Tirada: 1d20
Resultado: 6 [6]
Motivo: Monedas platino
Tirada: 1d20
Resultado: 6 [6]
Motivo: Gemas negras
Tirada: 1d10
Resultado: 2 [2]
Motivo: Monedas de oro
Tirada: 2d20
Resultado: 19 [5, 14]
Motivo: Monedas de plata
Tirada: 1d100
Resultado: 51 [51]
Habíamos rescatado a la gente desaparecida, o por lo menos a la mayoría. Algunos tenían visos de morir o de transformarse en aberraciones, ya que estaban bastante cambiados. El marido y el hijo de Baluba estaban bien, cosa que me alegró. Al hablar con ellos nos enteramos de que el sacerdote del pueblo era el verdadero culpable de todas las desapariciones.
-"Si le encontramos tal vez sepa revertir la transformación, sí. Hay que volver al pueblo con toda esta gente y desenmascararle públicamente." Comenté.
Me puse a buscar puertas secretas por las habitaciones para ver si había una puerta de atrás.
Motivo: Puertas secretas
Tirada: 1d6
Dificultad: 2-
Resultado: 6 (Fracaso) [6]
Era una victoria hasta ahora, a pesar de que algunos de los prisioneros todavía estaban sufriendo los experimentos del tal Yoshue. Además las palabras del esposo de Baluba dejaron frío al mago, ahora se las tendrían que con el sacerdote del pueblo y de seguro era un enemigo de cuidado. Pero también era una forma de ayudar a las victimas de él mismo.
En aquel lugar habían encontrado suficientes riquezas para vivir holgados por un buen tiempo, sin contar que varios artículos interesantes para Merlín estaban en aquellos salones misteriosos.
Motivo: Gemas
Tirada: 1d10
Resultado: 4 [4]
Motivo: Mo
Tirada: 2d20
Resultado: 31 [16, 15]
Motivo: Monedas de plata
Tirada: 1d100
Resultado: 35 [35]
Merlín se quedará con:
—Los pergaminos
—La daga
—La varita
—Broche mágico
En la sala de la fosa, creo que hay una segunda salida oculta.
Veamos, veamos ... Quitemos esta roca y sí aquí esta. Así no tendremos que pasar por la cámara donde esta la estatua del dragón. Querida Baluba, pisa con cuidado el suelo esta arcilloso.
Motivo: baluba
Tirada: 1d6
Resultado: 4 [4]
Motivo: baluba marido
Tirada: 1d6
Resultado: 1 [1]
Los aventureros llegaron al pueblo con la gente, todos estaban de celebración, serían nombrados hijos predilectos del pueblo y se les haría una estatua con su nombre.
Pero no todos estaban contentos el sacerdote Zorbalbuda nada más enterarse de la llegada de los aventureros al pueblo y los posibles testigos intento tomar medidas de escape...
-Dinos, Barda. ¿Que paso con el Sacerdote lo atraparon y encontraron la cura?. - Había sido una historia entretenida y quería saber más sobre esos cinco aventureros que en el pasado habían salvado a tanta gente
Estaba contenta pues mi fama en canciones y narrar historias a la gente del lugar no se había visto comprometida con este relato. Parecía que había llamado la atención contando la historia de Dragors, Galbar, Hamner, Merlin y Themusel cinco legendarios aventureros y querían saber más.
- Pues Cuando llegaron a la casa del malvado Sacerdote este se había llevado sus pertenencias y dado a la Fuga, tenía en su misma casa un pasadizo subterraneo y como una rata desaparecio por esta.
Los aventureros encontraron la entrada secreta y vierón que daba a una mazmorra subterranea, llena de trampas, seres extraños y con dos niveles de profundidad. Tendrían que explorar esta para capturarlo. PERO esto, esto es ya otra historia a contar en otro momento.
y así termina esta legendaria aventura, donde su continuación por la captura del sacerdote es todavía más y más interesante.
FIN de la aventura.
Os dejo hasta mañana por si se quiere añadir algo más.
Ha sido un placer retroceder a los ochenta con este magnifico sistema de D&D1 y con vosotros como estupendos jugadores.
Un saludo y espero volveros a ver en las próximas aventuras.
Un abrazo.