Partida Rol por web

Juan ha llevado a todos a una gran casa ubicada en un sector exclusivo de la ciudad de Bogotá hacia el norte de la misma. Es conocido por todos los habitantes de la ciudad que allí viven los más influyentes y poderosos (económica y políticamente hablando) personajes del país mismo. Una gran casa de color blanco con unas rejas negras a la entrada se presenta ante ustedes, un esquema de seguridad bastante amplio pero claramente correspondiente a seguridad privada. Al entrar a la casa guíados por Juan y seguidos por 4 individuos que no dan mucha tranquilidad realmente son llevados todos a una gigantesca sala ricamente adornada con antiguos artículos desde el antiguo Egipto hasta incluso la Inglaterra Victoriana. Juan los acomoda ofreciéndoles a su vez algo de tomar para tranquilizarse y entrar en confianza

Nuevamente arriban todos al Museo Nacional, el lugar de donde salieron corriendo por recomendación de Juan solo que ahora llegan fuértemente acompañados. Al entrar se dan cuenta que curiosamente el museo está totalmente solo, el cuerpo de seguridad del museo es reemplazado por los agentes que les acompañan y todas las exposiciones se encuentran cerradas. La tranquilidad con que camina Althazor es preocupantemente envidiable y los lleva exáctamente al lugar donde habían estado con Erthrynn, allí encuentra artículos antiguos y hermosos, un grupo de agentes se posiciona y Althazor pide que entren dejándolos a ustedes 4 solos al interior de la sala con los artículos

Juan y Luciana han llegado de su misión encubierta en la corporación del misterioso señor von Keyer, con valiosa información que Luciana deberá entregar a sus compañeros mientras Juan se reune en privado con algunos otros miembros de la orden Rosacruciana. Por su parte, los otros cuatro simulacra han despertado sus Nephilims respectivos y se preparan para la primer conversación con la general Althazor y el reencuentro entre ellos después de cientos de años

A medianoche, el frío inclemente de la ciudad acompañado por una insoportable brisa y llovizna nocturna acompaña el arribo silencioso de todos en las camionetas oscuras de la orden Rosacruciana. Durante el viaje Juan se notó mucho más silencioso que de costumbre, junto a ustedes iban un puñado de misteriosos hombres y mujeres totalmente cubiertos sus rostros y fuértemente armados, el silencio es bastante incómodo, a través de los agentes infiltrados previamente por los Rosacrucianos, ingresan al edificio principal de Atlantic Corp en el norte de la ciudad sin oposición alguna. Juan se baja y separa el grupo en dos, los hombre que les acompañaban entran rápidamente por las bodegas traseras del edificio mientras Juan conjunto a ustedes se acerca a la puerta principal del lobby del edificio. Al entrar encuentran dos ascensores a lado y lado del escritorio de la recepción, por algún extraño motivo la vigilancia del edificio no se encuentra