Partida Rol por web

Pesádamente el Scheilerengel se estrella contra un muro ya que al atacar a Mirelia ésta logró evitar el ataque fácilmente y permitió que la criatura se estrellara de frente contra el muro incendiándose. Totalmente inconsciente, los muros se empezaron a derrumbar sobre la criatura, el edificio empezaba a caerse después del terrible incendio iniciado por Mirelia

Ni bien habia propuesto seguir adelante a su compañera, Mirelia consiguio acabar con aquella simpatica aunque demasiado juguetona criatura.

-Te has demorado mucho, cerillo. Pues bien, que les parece si vamos por ese falso dios.

Erthynn tomó la mano de Raebretw dubitativa. No le agradaba la idea de dejar a sus compañeros atrás, pero era cierto que había que encargarse de que Poseidón no siguiera adelante con su malvado plan mientras ellos perdían el tiempo ahí, con esas criaturas menores.

Sin embargo, la determinación de Mirelia con sus palabras la hicieron decidirse. Ellos dos estarían bien allá. Sabrían como hacerse cargo del Schleierengel. Dio media vuelta y se encaminó a la  salida junto al nephilim de agua, cuando un calor abrazador la hizo volverse y ver como la chica de fuego acababa con la criatura. Bien hecho Mirelia... asintió con una sonrisa en los labios -Bien dicho Raebretaw... Mejor que estemos los cuatro unidos de ahora en adelante.

Por un momento, Mirelia se quedó mirando al Scheilerengel cubierto de llamas. Agotada por el esfuerzo, sonrió, pero, en contra de lo que cabría esperar, su sonrisa no demostraba la más mínima alegría. Terminado el combate, se paró a pensar en lo que había ocurrido. Raphael era un traidor, que pretendía ayudar a un loco a destruir a la humanidad, pero aún así había sido uno de los suyos. En sus encarnaciones anteriores no había sido la primera vez que se enfrentaba a otro Nephilim, pero siempre había detestado acabar con ellos.

Mirando a su alrededor, vio cómo el edificio en llamas estaba a punto de destruirse. Al menos te dejo en una tumba digna de un djinn. ¡Qué tu próxima encarnación te de el sentido común que te ha faltado en esta! Pensó a modo de despedida.

Las palabras de Raebretaw y Erthynn la sacaron de su ensimismamiento.

- Somos cinco - dijo sin pensar. Aunque al terminar la frase se quedó parada. ¿Somos? ¿Ahora formamos parte de un grupo?. Agitando la cabeza, desechó el pensamiento. Después de lo que había pasado habría que replantearse muchas cosas y éste no era el mejor lugar ni momento para hacerlo. - Vamos a buscar a Selena.

Salieron del edificio en llamas mientras una de las vigas se desplomaba a su espalda. Mirelia se dio la vuelta para observar el espectáculo. - Bonita antorcha, ¿no creeis? Esperemos que todos los planes de Poseidon acaben como la sede de su compañía.

Rendida por el esfuerzo y el dolor de sus heridas, se sentó en el borde de la acera, mirando cómo el cielo se teñía de rojo por las llamas que sus conjuros habían provocado. Una vez más, sonrió, pero esta vez sí lo hacía de forma sincera.