Han pasado 50 años desde la aparición del primer Fanpiro y hace ya 5 años que los comics y todo material friki existente ha sido ya devorado por estos. Ante tal acontecimiento, los fanpiros, en un alarde de adaptación, se hicieron adictos a la mermelada de macedonia y a algunos derivados, pero esa adaptación tuvo consecuencias, ahora son mortalmente alérgicos al membrillo y ya no te cuento si lo combinamos con un poco de queso gruyer.
Durante estos últimos 5 años el papa Alejo se ha dedicado a jugar, como más le gusta hacer, en dos frentes, se ha dedicado a abrir McJam nocturnos en los que hay todo tipo de productos basados y/o derivados de la mermelada, ya sea de macedonia o de otro sabor, porque reconozcámoslo, raritos los ha habido siempre y a algún incauto le gusta la mermelada de kiwi mientras que otros se dedican a hacer sus propios experimentos para ver quien es capaz de conseguir el sabor perfecto.
Por otro lado, Alejo ha creado un nuevo grupo de caza fanpiros, creando para ello la corporación Gall-Eta, una ONG anti fanpiro que, a sabiendas de que el membrillo es mortal, se han armado con pistolas de agua cargadas de membrillo líquido y otros productos de dudosa moralidad sanitaria (por no hablar de su asqueroso sabor, para que vamos a negarlo).
A día de hoy, y al igual que pasó con las frikadas, la mermelada, ya sea de macedonia, kiwi o hígado de rana (que? Ya os dije que había raritos xD) empieza a ser un bien escaso y la corporación Gall-Eta se ha rebelado contra Alejo y se dedica a bombardear, saquear y destruir todo McJam o puesto de mermelada con la sana intención de acabar con todos los fanpiros, o según los rumores, ver a donde les llevará el siguiente paso de su evolución gastronómica. Sea como fuere, ahí fuera se libra una batalla que ha dejado las callas plagadas de pegotes de membrillo, mermelada en avanzado grado de descomposición y, para que vamos a negarlo, ha dejado las calles hechas un asquito.
¿Hace falta decir más?