Los personajes son encerrados en una celda de los calabozos de la ciudad, bajo cargos de desórdenes y violencia. Sus armas y equipo es requisado y los encierran en una celda todos juntos. Déjales que pasen un rato haciendo planes de huida o pensando en qué ocurrirá a continuación. De pronto aparecerá Grady Trennan con uno de los guardias y abrirá la puerta de los personajes. El guardia les informará de que Grady ha pagado su fianza, les dejará marchar pero les advertirá que no pueden abandonar la ciudad. Les devolverán todo su equipo (a excepción de aquello que pudiese parecer ilegal, como venenos y demás).
Grady comentará a los personajes que es lo mínimo que podía hacer por ellos, ya que se han metido en el lío por su culpa. Si los personajes insisten en conocer a cuanto asciende la fianza verán que suma casi 2000 mo. Todos los ahorros de los Trennan. Grady se encogerá de hombros, a fin de cuentas ya casi estaban arruinados. Con esto tendrá que cerrar la posada en unas semanas si es que no ocurre un milagro. Si parece que las cosas parece que no pueden ir peor, verán que han ido peor. Al llegar a posada Frey saldrá a recibirles con lágrimas en los ojos gritando:
-¡Se han llevado a Sasha!¡A mi Sasha!
Contará que, al poco de irse Grady para pagar su fianza, irrumpieron unos hombres. El jefe, un hombre de unos 50 años con un parche y barba salpicada de canas. Dijo que debían acudir a la arboleda junto al río al anochecer, y llevar con ellos las escrituras de la casa. Si acuden a la guardia, matarán a la chica. Grady correrá a por las escrituras de la casa y se abrazará con su mujer llorando a lágrima viva.
Si los personajes no hacen nada... pues no se volverá a saber de los Trennan, de ninguno de ellos. Si los personajes deciden intervenir tendrán que averiguar la forma de salir de la ciudad, se supone que están bajo fianza y no pueden salir.
Si los personajes hacen preguntas con la descripción del hombre del parche, en los bajos fondos les contarán la historia de Harold "El Tuerto", que dió una serie de golpes y escondió su botín para no pagar al gremio de ladrones. Fue encarcalado varios años, pero nadie consiguió hacerle hablar y el tesoro de Harold sigue perdido. Los personajes pueden intuir que Harold escondió el tesoro en la posada y querer registrarla ahora. Insiste en que no les dará tiempo a llegar a la arboleda si se paran a ello.