Partida Rol por web

A11. HOGAR DE LOS DRAGONES

Esta gran cámara subterránea fue una vez el tesoro del gran dragón y dracolich Kha'shazul. Sus tesoros perdieron tiempo después de que fue asesinado en su guarida, pero su esqueleto conservado mágicamente todavía domina la habitación. La cámara es ahora el hogar de los hermanos dragón negro Wyvrix y Bheavamos*. Usando su influencia sobre los lagartijos de la región para acumular los orígenes de su propio tesoro, han reclamado la antigua guarida de Kha'shazul como propia. Cuando no cazan o intimidan a las tribus de lagartijas locales, los dragones se pueden encontrar en su cámara del tesoro a unos 40 pies bajo el pórtico del templo. Su guarida cuenta con un mecanismo que controla las puertas correderas de piedra que bloquean los tres ejes que conducen al nivel superior. El mecanismo se instaló inicialmente para proteger el tesoro del tesoro de Kha'shazul durante aquellas épocas en las que estaba lejos de su guarida. El gran dragón utilizó la magia de teletransporte para entrar y salir de las cámaras inferiores cuando las puertas estaban cerradas.

Vuestros ojos se fijan inmediatamente en el enorme dragón esquelético que descansa sobre un montón de tesoros en el centro de la habitación. Se necesita un momento para confirmar que el esqueleto, de hecho, no se mueve. Al menos no todavía. El tesoro debajo del esqueleto del dragón parece ser principalmente monedas de plata y oro, con unas pocas armas y trajes de armadura parcialmente sumergidos dentro de montones de metales preciosos. Encima de la pila, un cordón de perlas con forma de orbe resplandece con un brillo anaranjado débil, como si encendido por una llama de adentro. Cerca del centro de la cámara se encuentra una plataforma de piedra baja de 3 pies de altura. Encima de la plataforma, tres discos circulares se disponen en un patrón triangular

Al descender, me quedo anonadado con el tesoro. Al parecer ibamos a poder sacar mucho más en este viaje que nuestra miserable paga.

De inmediato me posiciono en un punto cercano al tesoro y empiezo a salmodiar un conjuro, luego de lo cual mi vista recorre la habitación de un lado al otro buscando las auras mágicas más fuertes, ignorando la nigromancia que mantenía incólumes los hiesos del dragón.

Shahnaz bajó con la cuerda con más potencia muscular que gracilidad élfica. Cuando llegó abajo, sobresaltado, desenvainó el alfanjón. Le costó varios latidos de su desaforado corazón darse cuenta de que el gigantesco esqueleto de dragón no se movía. 

(Élfico) Por todos los Ancestros...

El Valenar bajó el arma. Observó cómo el mago de su nuevo grupo de dedicaba a echar una ojeada al tesoro, que era impresionante como sólo los tesoros de los dragones podían ser.

Ojalá Kylara estuviese viva para ver esto -dijo en un murmullo.

Se puso a deambular por la habitación, siguiendo a Valinor, y pendiente de los posibles enemigos que pudieren acecharles en la sala del tesoro.

Panacea comenzó a recorrer la habitación.  Lo que les había pedido Sur'kil era un objeto mágico notable, así que debería estar muy reconocible, quizá en un pedestal o dentro del dragón mismo o en otro lado.   Recorrió todo y miró todo sin tocar nada, cuidadosa de las trampas de los templos.  

¿Qué dentro de todo esto será? 

Una pila joven de tesoros para un par de dragones jóvenes.  Lo que buscamos es más antiguo.  

- ¡Ricos! - Alzó la voz. - ¿Lo veis ganapanes? ¡Ricos! Necesitariamos cien viajes para llevarlo todo. Incluido el esqueleto, que si por unas escamas nos dan manteca de la cara, por unos huesos no quiero ni imaginar. - Caminó hacia el centro de la sala, buscando el lugar donde el montón de monedas era más grande y se dejó caer encima, haciendo el ángel en ellas mientras reía.

- ¿Cuanto puede haber? ¿Mil? ¿Mil miles? ¿Mil miles de miles? ¿Más? - Preguntó, levantando la cabeza y metiendo cuantas monedas podía en los bolsillos, sin morar de que eran. Todas eran valiosas, después de todo.

- ¡Disfrutad primero y buscad después! ¿No puede un hombre disfrutar de su trabajo? -

Al oír a la druida, me la quedo mirando por un par de segundos antes de continuar con mi búsqueda.

¿Y qué con eso? Todo esto puede sernos útil y no sé tú, pero yo me voy a llevar algunos recuerdos de este lugar, entre ellos mi paga, porque con la miseria que nos dio Surkill no alcanza ni para un par de botas viejas. - digo mientras voy evaluando como llevarme la mayor cantidad de riquezas y objetos posible.

Controles de eje: La plataforma de piedra en el centro de la cámara tiene tres diales circulares, cada uno de los cuales se puede convertir como una acción estándar con un control de CD10 Fuerza. Los diales corresponden a las puertas de piedra en los tres ejes que conducen desde este nivel inferior. Una marca a lo largo de un borde de cada esfera indica la posición de las puertas. Cuando la marca mira hacia el centro de la plataforma de piedra, la puerta está cerrada; Si la marca está alejada del centro, la puerta está abierta.

Tesoro En una inspección más cercana, los impresionante trofeos de los dragones es considerado en unos unos 20.000 cp, pero también incluye 923 gp, 5.770 sp, una espada larga , una cimitarra (m) , un hacha a dos manos y una daga de gran calidad, Un collar (m),  una varita (m) 

El dinosaurio de Panacea se revolcaba entre las monedas con tal gusto que la halfling empezó a pensar que este tenía algo de sangre dracónica entre sus ancestros.  

Ya chico, ya.  ¿Te quita la comezón un baño de cobre?  -puede ser que si, quitaban parásitos así en algunos pueblos. 

Pues movamos los diales para abrir la puerta, ¿les parece?  ¿Preparados por si sale algo raro de ella? 

La druida había esperado a que todos hubieran disfrutado a cabalidad los bienes metálicos.  Checó la varita y el collar para ver que tipo de magia era, y les dijo a todos que estuvieran preparados.  Movería el dial.  

El arma de Shahnaz había permanecido en su funda apenas el tiempo de que descendieran por el pozo y echaran un vistazo al tesoro del dragón. Cuando la druida preguntó si estaban preparados, el arma curva volvió a abandonar la vaina para que su propietario la blandiera.

-Preparado -dijo, cubriéndose el rostro con el zaelta.

- A él no sé pero a mi... - Contestó él a la Druida, mientras seguía revolcándose entre monedas y monedas. Le costaba comprender como sus compañeros no perdían el juicio al quedarse quietos ante tanto dinero. ¿Es que no se daban cuenta que con eso tendrían media vida solucionada? Después de lo que habían hecho... ¡Era una obligación moral el disfrutar de los recursos recuperados de los cuerpos del enemigo!

Pero claro, era momento de ponerse en marcha, para su desgracia. Tenían que seguir buscando algo que le había mandando aquel tipo, y el motivo por el cual estaban allí. Así que tras llenarse los bolsillos, se puso en pie y tomó un arma en cada mano. - Acabemos el trabajo, tengo ganas de volver al pueblo y poder gastarme los cuartos. -

Bien, que asisea - dijo la halfling, haciendo juego con su nombre de clan.   Esperó a que todos los objetos mágicos estuvieran guardados e identificados, y las monedas empaquetadas y listas para ser transportadas, y entonces procedió:

Una vez que estuvieron todos listos, Panacea movió los diales y puso el de la primera compuerta* en la posición de "abierta". 

Luego de dejar todo listo y dispuesto para poder recogerlo de salida y repartirmelo con Marcus en el pueblo me pongo a la tarea de ayudar a Panacea a abrir la puerta, pues aunque el sistema de la misma aparenta no ser muy complicado, siempre dos cabezas piensan más que una sola.