El neón brilla sobre tu cabeza como un ídolo que busca tu adoración plena. El sonido de los disparos te ensordece de nuevo y la sangre abandona los frágiles cuerpos de los transeúntes, atrapando las balas que iban destinadas a tí. Sabes que estás en un buen lío antes de que llegues a escuchar las sirenas de los av's policiales y de Trauma Team.
Te refugias tras la esquina de un edificio y mientras tratas de calcular cuántos minutos te quedan de vida recuerdas la oferta que te hicieron hace días. Un trabajo en Marte.
Sopesas tus opiniones mientras corres como un conejo. Quizás un cambio de ambiente te venga bien, si deseas conservar tu pellejo.