Partida Rol por web

9-1-1: Love Emergency

Flashbacks

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11/03/2024, 16:10
Camila Vega

26 de Septiembre, por la tarde, a las afueras de Houston


En un tranquilo tramo de carretera a las afueras de Houston, apenas a unas millas del diner que Camila había marcado como su próximo descanso, su Harley Davidson decidió que ya era suficiente. El sonido potente y reconfortante del motor, que normalmente se alzaba sobre el ruido de la carretera, cayó abruptamente en un silencio total. Intentó arrancarla una y otra vez, pero la moto se mantuvo inerte, negándose a volver a la vida. Después de horas de viaje, con el hambre empezando a hacerse notar y la frustración acumulándose, Camila se encontraba en una encrucijada, sin saber qué hacer. A su lado, en una mochila especialmente adaptada y sujeta a la moto, estaba Freedom, su pequeño cachorro de Border Collie, asomando la cabeza mientras la observaba. 

Camila miró a su alrededor, buscando alguna señal de ayuda o un lugar cercano donde pudiera buscar refugio y asistencia, pero la carretera estaba desolada. El atardecer pintaba el cielo con tonos de fuego y sombras, aumentando la sensación de aislamiento. La idea de quedarse varada sin comida, agua o un lugar seguro donde pasar la noche añadía peso a la ya tensa situación. Con cada intento fallido de arrancar la moto, la sensación de impotencia crecía. Sabía que debía mantener la calma y pensar con claridad, pero la preocupación por la incertidumbre  y la presión de tomar una decisión rápida nublaban su juicio. En ese momento de duda, el sonido de un coche apróximandose le ofreció un destello de esperanza, aunque no sin cierta reserva. Levantando la mano, trató de captar su atención en una invitación para que parese. ¿Sería este el giro de suerte que necesitaba o el preludio de otro reto en su camino?

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11/03/2024, 16:55
Nick Taylor

26 de Septiembre, por la tarde, a las afueras de Houston


Conducía mi cadillac negro, el cual llevaba una estrella en la puerta izquierda, indicador de que era policía, había escuchado ciertos rumores sobre algunas desapariciones de chicas jóvenes y que el FBI estaba investigando el caso, estaría alerta, por si tenía que darles información o colaborar con ellos, aunque no eran mucho de mi agrado, y por supuesto no haría nada sin la supervisión de mis superiores, había ciertas normas que debía cumplir, aunque a veces esas normas quedaban en segundo plano.

Ahora tenía un caso de asesinato entre manos, mi cabeza pensaba a toda velocidad, pues este asesino bien podría ser un perturbado que se hubiera escapado del manicomio, además habían informado desde la comisaría que pronto volvería a actuar, en todos los cadáveres se encontraba la misma marca, muertos por estrangulamiento el arma podría ser una especie de hilo elástico.

Entonces vi a una joven con una moto, me preguntaba que era lo que la había sucedido,¿su moto estaba averiada? eso parecía ser, generalmente no era mi problema, pero cuando estaba a punto de pasar de largo, me detuve a su altura, creo que debía sacarla de aquel atolladero.

-Creo que deben revisar tu moto-dije a la joven-no tardará en anochecer, puedo llevarte a un motel si quieres-dije, no sabía como iba a reaccionar la joven, y yo también necesitaba un descanso, no era cortés dejar a aquella chica alló sola de noche.

-Soy Nick Taylor Inspector de policía-dije presentándome-puedes subir, si quieres, por la mañana le echaremos un vistazo a tu moto.

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11/03/2024, 22:11
Camila Vega

30 de Septiembre, por la mañana, en el hospital


Tras una mañana dedicada al voluntariado en el ala pediátrica del hospital local de Houston, Camila Vega se sentía mucho mejor. Las risas y la resiliencia de aquellos niños, en especial la adorable de Susan, habían hecho que se olvidara un poco de la situación en la que se encontraba. Conforme avanzaba el día, el hambre comenzó a hacerse presente, recordándole que había salido temprano del motel. Había escuchado que el hospital ofrecía un pequeño bocadillo a los voluntarios como agradecimiento por su esfuerzo, una perspectiva que le pareció particularmente atractiva en ese momento. Decidida a encontrar algo que comer, Camila se aventuró por los laberínticos pasillos del hospital en busca de la cafetería. Sin embargo, las señales poco claras y una distracción momentánea la llevaron por un camino equivocado. De repente, se encontró en una sección del hospital que claramente estaba reservada para el personal. Se diponía a volver sobre sus pasos cuando se topó con Cristine.

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11/03/2024, 22:22

3 de marzo 12hs


Había sido un año de muchísimas situaciones, la perdida de Mark me dejó tan devastada que el proceso fue demasiado duro. Era como estar en un callejón sin salida, sola, dolida y sin saber para donde ir. Por suerte tuve la gracia —y eso que no creía en el destino—de hallar personas que me ayudaron a hallar un camino que al fin de cuentas, me llevó a mi sanación interior. Las pasé todas, lloré, me conocí, me perdone tanto como pude y aquí estaba de regreso para reencontrarme con mi gente. 

Le envié un mensaje a mi amiga, quería que fuera la primera persona con la que pudiera estar. La eché tanto de menos, hubiera dado lo que fuera para que estuviera allí, pero entendí que era un proceso en solitario y así fue. En cuanto confirmamos los horarios de lo vuelos, supe que estaría esperándome. Algo nerviosa debido a que fue un año de no verla, bajé de ese avión y la busqué en el hall central. 

Llevaba puesto un atuendo negro, típico de mi con los brazos al descubierto reflejando todos los tatuajes que me hice en la India. Moría por darle un abrazo, compartir, hablar, ponernos al día, saber cómo estaba. Todo. 

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11/03/2024, 22:50
Camila Vega

2 de octubre, al mediodía, en el taller


Camila entró en el taller con pasos decididos pero con una creciente sensación de frustración. El aire en el interior de aquella nave tenía un olor penetrante a aceite y metal caliente, envolviéndola en una atmósfera densa y pesada. El sonido constante de las herramientas resonaba en las paredes, creando un telón de fondo cacofónico. El mecánico, un hombre fornido con las manos manchadas de grasa, la saludó con una sonrisa que parecía más forzada que genuina.

- Hola, preciosa. Siento decirte que aún no sabemos qué le pasa a tu burra. - le dijo con una mezcla de preocupación y desinterés.

Camila apenas pudo contener su exasperación, sus dedos crispándose ligeramente mientras se esforzaba por mantener la calma. - ¿Cómo que aún no sabéis qué le pasa? Ha pasado una semana desde que la dejé aquí. ¿Cómo es posible?

El mecánico se encogió de hombros, su tono despreocupado no lograba ocultar la tensión latente en la habitación - Mira a tu alrededor, preciosa. Estamos hasta arriba - señaló vagamente hacia las distintas máquinas y vehículos en diferentes estados de descomposición. Camila echó un vistazo alrededor, notando la abrumadora cantidad de trabajo que parecía estar llevando el taller. Ciertamente, no era difícil imaginar por qué su motocicleta aún no había sido atendida. Sin embargo, la falta de progreso no aliviaba su creciente preocupación. El mecánico le lanzó una sonrisa conciliadora, aunque sus ojos reflejaban una preocupación que no podía ocultar - Te mantendré informada de cualquier avance. Y si hay algo que necesites mientras tanto, no dudes en decírmelo. 

La chica le sonrió, aunque era evidente su desagrado - Una semana - le dijo - Si en una semana no la tienes lista, la llevaré a otro sitio. Y sin esperar la respuesta del fortachón, se dio la vuelta para marcharse, pero casi chocó con otra persona que estaba justo detrás. - ¡Joder! - masculló, tanto por la sorpresa como por el susto.

 

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12/03/2024, 02:01
Camila Vega

26 de Septiembre, por la tarde, a las afueras de Houston


La estrella en la puerta del coche hizo que Camila relajara levemente los hombros. Dentro de lo malo, era de lo menos malo, pensó. Aún así permaneció alerta. La ventanilla del cadillac se bajó y vio a Nick en su interior. Ella le sonrió, fingiendo una calma que no sentía. ¿Cómo sabía que no era de Houston, que no vivía por allí? ¿O que no tenía amigos o conocidos en la ciudad y necesitaba un motel? ¿Tan obvio era?

No me gustaría dejarla aquí tirada. Es... lo único que tengo ahora mismo - le dijo acercándose al coche e inclinándose levemente para poder hablar con él a través de la ventanilla - Mi móvil está sin batería  ¿sería mucho pedir que me ayudaras a llamar a una grúa? - Su inglés era bastante bueno, aunque en algunas palabras se le notaba un ligero acento.

Camila - se presentó al escuchar su nombre - ¿Inspector de policia? ¿Ha ocurrido algo por aquí? - preguntó sin poder evitarlo. 

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12/03/2024, 12:25
Gregor McDuncan

2 de octubre, al mediodía, en el taller


La noche había sido tranquila en urgencias, lo que quiso decir que pude dormir todo el tiempo que necesité en el hospital. Eso me venía de fábula dado que llevaba un par de días con la moto en el taller y quería recogerla antes de que el frío llegase. La verdad era que me daba igual conducir en verano o con nieve en invierno, pero se iba más cómodo en el coche según el horario que me tocase y al ser la última puta contratada en el hospital, mi horario no era fijo, sino que dependía de las libranzas de los demás, así que andaba un poco hasta las pelotas de todo aquello. Pero el salario no estaba mal y las horas extras y nocturnas las pagaban bien... no tenía mi paga extra para putas, así que prescindía de ellas, lo que me obligaba a ser cordial, dentro de lo que podía, con el género femenino.

Joe, el mecánico y dueño del local hablaba con una joven con un buen trasero, así que me dediqué a buscar mi Triumph, la cual debía dar el cante por ser negra como la mayoría, tipo custom como la mayoría y... que no daría con ella. Parecía que la joven subía de tono la conversación y me giré a ver que pasaba, cuando, como si de un misil se tratase, casi chocó conmigo, pero eso no quiso decir que no acabase golpeando mi bastón, donde estaba apoyado aun el en suelo, acabé en el mismo al no tener sujeción alguna. Desde allí abajo miré a la mujer, la cual no mediría mucho más que ¿1,60? y había dejado tirado a un hombre de casi 1,90 en el suelo. Tullido, cojo... pero en el suelo. Joe rompió a reír divertido, como no al tiempo que miraba sorprendido a la mujer.

- Deja de reírte Joe o ya sabes donde terminará mi bastón aunque tenga que salir cojeando de aquí y comprarme uno nuevo. -Le dije con mala leche al dueño, quien se acercó a recoger el bastón. Luego miré a la mujer. Era joven, con unos ojos bonitos verdes y un don para dejar a los hombres rendidos a sus pies.

No quise entrar en polémicas con ella, así que antes de hacer que saliese del taller llorando me dirigí a Joe cogiendo mi bastón y negando toda ayuda que se me ofreciese a levantarme. - Espero que no me hagas esperar como a ella una semana. - Le dije al mecánico. - Sabes que la necesito ya y en dos días deberías tenerla lista.

- Tranquilo doctor McDuncan, su moto ya está lista. Cambio de ruedas, aceite, líquido de frenos, filtro de aire y de aceite y el kit de arrastre completo, como quedamos. Tienes que traerla más a menudo para que pueda tensarte la cadena o todo el kit de arrastre se irá al desguace. - Le respondió sin perder la sonrisa.

- Estupendo, ¿está Martha en la oficina para hacer los papeles y el pago? - Luego miré a la mujer que parecía atenta a la conversación o quizás buscando su moto entre todas para llevársela, quien sabía.

- Sí, está arriba. Pero iré yo y te bajaré el lector de tarjetas. - Me respondió sabiendo que me resultaba imposible subir escaleras al tiempo que me sacaba mi moto reluciente, como nueva. Se notaba que la había limpiado.

- Gracias, Joe. Una cosa. ¿Qué le pasa a la suya para que esté tan de buen humor? - Joe era uno de esos hombres que había logrado hacer migas conmigo y al ser buen mecánico pues...

- Ni idea. Tampoco es que haya tenido tiempo de mirarla. Tengo bastante lío y me voy quitando lo rápido por sacar, dentro de un orden, claro. - Me susurró al final para que la arrasahombres no le escuchase. - Voy a por tus papeles.

Asentí con la cabeza y miré a la joven para acercarme a ella. - ¿Qué le pasa? A usted no. Se ve a la legua lo que le ocurre. El perfume de "tengo un cabreo que ni me aguanto" inunda el taller. Me refiero a su moto. ¿Qué síntomas tiene? Bueno, olvide lo de los síntomas. ¿Puedo probarla? Una vuelta a la manzana para ver que le pasa. Aún tengo que recoger mi moto, así que dudo que me enamore de la suya teniendo la mía aquí reparada y la suya averiada. ¿Qué me dice?

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12/03/2024, 16:07
Nick Taylor

26 de Septiembre, por la tarde, a las afueras de Houston


-Encantado Camila-dije sonriente-claro un momento-dije cuando ella dijo de llamar una grua, tras teclear en mi móvil para llamar una grua y darle la dirección donde nos encontrábamos.

-Hay un asesino suelto se debe tener cuidado, sobre todo de noche, estoy investigando el caso, por eso es mejor que no te quedes sola.

-Se que apenas me conoces-dije consciente de que podría estar nerviosa al no conocerme -pero soy de aqui y conozco cada rincón de Houston, y creo que soy tu mejor opción ahora mismo, no es bueno quedarse sóla.

Me quedé mirándola para que decidiera que hacer, de ella dependía confiar en mi o no.

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12/03/2024, 21:31

3 de marzo 12hs


«¡Es hoy!¡Es hoy!»

El despertador sonó por la mañana de forma mucho más dulce de lo que lo había sonado todo el año anterior. Paseé a Darcy y recogí la casa rápidamente mientras pensaba en lo lento que había transcurrido el año sin ella. Por supuesto que habíamos estado hablando cada vez que ella tenía un huequito pero no era lo mismo que tenerla a tiro de piedra para tomarnos una copa sentadas en el sofá y poder espachurrarla en mis brazos cuando me apeteciera. Me había ahogado en preocupación por ella, sabía que estaba realmente mal cuando se fue pero también la conocía lo suficiente como para saber que ese viaje lo tenía que hacer sola. 

Sonó mi móvil con un mensaje mientras estaba duchándome y salí a toda prisa a verlo. Estaba a punto de llegar así que no me sequé ni el pelo y conduje a toda velocidad hasta el aeropuerto, deteniéndome nada más que para comprarle un ramo de rosas rojas a mi mejor amiga, mi hermana de otra sangre. 

Me apoyé en la pared en cuanto llegué al hall centrar, con el pelo alborotado al no haberme dado tiempo a secarlo, una sudadera negra y mis vaqueros favoritos, y me quedé esperando. 

Y ahí llegó. Estaba muy guapa y, lo más importante, se la veía feliz y en paz. No había nada que me pudiera alegrar más que eso. 

Corrí a su encuentro, casi sin darle tiempo a reaccionar, y le di un abrazo tratando de no aplastar el ramo. 

—¡Cómo te he echado de menos! 

Me resistí ante la idea de soltarla y, tras un largo rato, me separé y le entregué el ramo mientras le ayudaba con el equipaje. 

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12/03/2024, 22:38
Cristine (Cristy) Levine

La cirujana había tenido un día poco ajetreado, alguna operaciones de bajo riesgo, una consulta de post operatorio con una chica que había tenido apendicitis y que se había empeñado en darle las gracias (y su número) personalmente a la cirujana y poco más, pero con la tontería ya era casi la hora de comer y Cristy se dirigía a la cafetería, ya pensando en lo que habría en la carta se le hacía la boca agua, pero iba tan distraída mandando mensajes con el móvil que apenas pudo clavar el pie en el suelo para frenar, justo a tiempo de no chocarse aparatosamente con Camila, pero el móvil se le cayó al suelo con un estrépido.

-Lo siento, debería mirar por donde voy, ha sido culpa...-empieza a disculparse de antemano, agachándose para recoger el terminal, tan centrada en ver que no tuviera ninguna parte rota que no se percató de la preciosa mujer a la que estaba hablando hasta que no alzó la vista, aún acuclillada en el suelo- ...mía.- termina la frase, dibujándose una sonrisa en el rostro.- Hola...¿nueva por aquí?- estaban en la zona de quirófanos, o casi, no era normal ver a alguien no profesional en esta área, pero Cristy estaba acostumbrada a toparse con gente perdida.

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12/03/2024, 23:03

10 de marzo - tarde/noche


Solo a mi se me ocurre viajar de ciudad en ciudad por una tontería, quizás porque en mi nube de gracia espiritual, pensé que podía conseguir algunos inciensos especiales para aromatizar el hogar y sentir un poco de ese viaje sanador en casa. Le estaba huyendo terriblemente a mi casa, incluso había parado en el piso de una amiga con tal de evitarlo, pero hoy... Si hoy tocaba regresar y enfrentarme a los recuerdos. Era duro cuando no tienes ese abrazo, un dulce beso y un te amo que te llena el alma. 

Iba algo movilizada interiormente y conducía intentando despejar mis fantasmas, un poco de música para aligerar la mente y detenerme más en las letras que en los recuerdos. Ya había cogido la ruta, estaba preparada hasta que de repente a unos 10 kilómetros de Houston algo sucede con el auto. Era bastante nuevo, me lo había comprado antes del viaje y si bien, no lo usé desde que me fui, tampoco debería fallar. 

Sin entender nada sobre motores, ruidos, cosas raras en los autos, pensé que podía hacer. Hasta que recordé ese conocido de Mark ... 

No pienses en él, solo en el mecánico. 

Con el móvil ya acomodada en el auto, envié un mensaje a Jack. 

<Jazlyn> ¡Hola! Tengo un pequeño (gran) problema y necesito de tus conocimientos. Me quedé varada a unos diez kilómetros de Houston... ¿Podrías venir? 

Le envié el mensaje y me quedé esperando, necesitaba contratar un servicio de grúa. Mi vida había retomado y yo con todas las movidas de mi llegada, olvidé lo demás. 

Muy en mi eterno negro, vestida con un tejano negro todo en las rodillas y un top de encaje, esperé que me auxilie Jack. No recordaba mucho si rostro, si que tenía muchísimos tatuajes como ahora tengo yo.

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12/03/2024, 23:18

3 de marzo - 12:03hs


Quería verla, abrazarla y decirle cuánto la quiero mil veces. La tuve tan presente en mi viaje, como si hubiera estado al lado mío. Ella era mi hermana, mi todo y es todo tan loco porque en la distancia, con todo ese año separadas supe apreciar el verdadero valor que tenía nuestra amistad. Cómo todo, creía que éramos almas gemelas, de esas que caminan a la par sin importar las situaciones o los momentos. Allí estábamos juntas. 

En cuanto la ví con el ramo de rosas me emocioné, antes no lloraba para nada, ni siquiera cuando despedí a Mark tras su fallecimiento. Pero desde que estuve en la India, lloro por todo. Le volví terriblemente emocional, algo que de verdad me hace muchísimo bien. Corriendo nos abrazamos con rosas incluidas y me lloré todo. Eché de menos su calor, su compañía, pasarnos tardes con una taza de café mirando una película. Lo que sea. 

—¡Y yo! ¡Joderrr! ¡Que lindo verte y abrazarte Sam! — dije emocionada y le dí un beso en la mejilla, quería saltar y volver a abrazarla, así de feliz estaba —. Estás perfecta, siempre combinadas nosotras y el mundo a nuestros pies, mi querida amiga. 

Fueron unos comentarios y cuando nos separamos seguía feliz. 

—Hoy me quedo contigo, tenemos horas para ponernos al día. Diosss, que locura. Necesitaba verte, siempre estuviste presente cada día. Te adoroooo. 

Y volví a achucharla, si, la Jazlyn más pensativa estaba aparcada. De ahora en más, daría lo mejor de mi. 

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12/03/2024, 23:18
Jack Hills

10 de marzo - tarde/noche

 


Menudo aburrimiento de día, maldita sea. ¿Qué hago? Vamos, tampoco es que tenga nada mejor que hacer ahora mismo... hoy tengo libre y no es que haya mucha novedad en mi día. Estoy aquí, tumbado en mi cama, mirando al techo planteándome si engancharme con algún videojuego, mirar las noticias, verme alguna peli, dar vueltas por ahí sin más... quizá debería aprovechar e irme a entrenar un rato, no sé. Pero... ¿a estas horas? No, sólo faltaba que me vieran saltando por ahí y me llamaran a la policía por parecer algún tipo de ladrón o demente.

Entonces, me vibra el móvil. ¿Jazlyn? Jazlyn... ¿quién era? La tenía guardada en contactos pero tampoco había hablado con ella. Jazlyn... Jazlyn... ¡ah! ¡Sí, sí, la novia del bueno de Mark! Bueno, tampoco es que les conociera mucho, a Mark sobre todo teniendo en cuenta que casi era su mecánico particular hasta que me vine a Houston. A diez kilómetros de la ciudad está, parece que su vehículo ha fallado por alguna razón.

¡Su vehículo ha fallado! Salto de la cama y procedo a vestirme.

Vale, vale. A ver, Jack, hace tiempo que no trabajas de mecánico pero sabes perfectamente lo bueno que eres e incluso ahí tienes las herramientas. Da igual que sea un coche o una moto, se moverá. Y si no se mueve, bueno, ya veremos... no, no, no, se va a mover. ¡Claro que se va a mover!

Le envío un mensaje de vuelta cuando termino de vestirme.

¡Hey! No te preocupes, dime exactamente por qué carretera estás o pásame ubicación y voy para allá, no tardo.

Vestido con unas deportivas, unos vaqueros negros y una camiseta de manga corta blanca, me pongo la chaqueta cortavientos y salgo de casa con la mochila con las herramientas y algún repuesto básico, pillo el ascensor y bajo hasta el garaje a coger la moto, una scooter negra, adecuada para mi economía. En cuanto me confirma su dirección o me da su ubicación me pongo el casco y arranco directo hacia allí.

Al llegar veo el coche parado sin estar metido del todo en el arcén, ocupando una parte de la carretera. Aparco en el arcén, detrás del coche, me quito el casco y lo dejo sobre el asiento de conductor. Me quito la mochila y también la dejo en la moto, yendo después tranquilamente hacia la parte de atrás del coche.

—¡Hola! Perdona que no te salude como es debido, pero tenemos que sacar el coche de la carretera —le digo mientras me quito la chaqueta cortavientos, dejando ver la camiseta blanca y parte de los tatuajes que tengo tanto en los brazos como en el pecho, aguantando de momento la prenda en la mano—. Como lo tenías en marcha no será un problema. ¿Puedo abrir la puerta para sacar el cinturón?

Quizá la pregunta pillaba desprevenida a Jazlyn, pero sabía lo que estaba haciendo.

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13/03/2024, 00:34

10 de marzo - Tarde /noche


Recibí el mensaje con una sonrisa, incluso si tenía foto de avatar la miré un poco ya que debía matar el tiempo. Por suerte tenía batería en el móvil, además creí recordar quien era mejor porque era un conocido de Mark. Hasta habíamos tomado un café, claro. 

Suspiré, era algo que debía evitar. Esto de tener a mi esposo en todo momento pululando en la mente, era como abrir una herida y verla sangrar por un rato. Ya había pasado un año y me propuse a mi misma, abrir puertas, relajarme y ser yo. Nada más. Con estos pensamientos pasó el tiempo y una moto apareció, rápido me emocioné, es que la ruta era un aburrimiento atroz. 

Al llegar lo saludé con una sonrisa bastante cálida, era de día todavía y el sol ya dió señales de querer ir a dormir un buen rato. 

—¡Hola! Uhm, vale. Te ayudo en lo que me pidas, no capto nada. Solo hizo un ruido raro y se me detuvo, ni idea que tiene — dije al mirarlo un poco detenidamente, lo que me dejó porque era tan inquieto o más que yo —. Si, si. Haz lo que gustes. 

No entendí lo que dijo, si que debía quitarlo del medio que estaba entorpeciendo. Ya puesta manos a la obra, me predispuse a ayudar. 

—Ehm, ¿cómo va todo? 

Algo de charla no venía mal, no supe si debía subirme al auto ir guiando con el volante para dejarlo a un costado de la ruta y él empujaba o que más. Me sentí terriblemente inútil, aunque mi sonrisa no se borraba con nada. También observé sus tatuajes, sentí una inmensa conexión con ellos, yo tenía un montón y por muy idiota o tonto que fuera, los míos estaban llenos de significados. Historias que contar o no, pero si que uno las mantenía escritas en la piel. Un mero recordatorio. 

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13/03/2024, 10:08
Henry Darcy

1 de octubre, 07:00h. 


Tras un turno de 12 horas en el hospital, Darcy estaba cansado, no, lo siguiente. Tenía ganas de llegar a su piso de soltero y lanzarse sobre la cama, sin pegarse ducha caliente ni nada. Porque no es que tuviera muchas fuerzas encima como para meterse debajo del chorro de agua y…

En momentos así era cuando echaba en falta la compañía de una mujer. Alguien como Tricia que estuviera ahí en esa clase de momentos íntimos. Que una mujer cuidase de ti, podía ser muy sexy y agradable…

Esa noche salió del hospital a eso de las 07:00 de la mañana, había tenido movida con una paciente joven, un tanto histérica que no paraba de llamar al botón rojo de auxilio. Y Henry, como buen enfermero, acudió cada vez que la chica lo había necesitado. Estuvo dando por culo toda la noche.

“Acompáñame al wc, la temperatura de la habitación no está bien, dame algo para dormir…”

La jovencita se había fracturado un brazo en un accidente de moto. Henry trabajaba en la planta de traumatología. Al menos de vez en cuando tenía algo bueno allí, algunas noches. La doctora Tabitha. También coincidía con ella algunas mañanas, cuando coincidía que Henry necesitaba librar de tarde-noche para tener a sus hijos en casa.

Se metió en su coche y puso música fuerte a todo volumen para mantenerse despierto mientras conducía apresuradamente para llegar a casa lo antes posible. En una de las avenidas principales de Houston, el enfermero pisó el acelerador, pensando que le daba tiempo a cruzar y pasar un semáforo en ámbar, pero calculó mal, y el color del semáforo se volvió rojo...

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13/03/2024, 09:47
Jack Hills

10 de marzo - Tarde /noche


En cuanto me dice que me ayuda en lo que pida y qué es lo que pasó con el vehículo, me muevo directamente hacia la puerta, bastante más preocupado porque la situación no provoque más accidentes, que por mirarla a ella.

—Nada, no te preocupes. Mover estos cacharros es más fácil de lo que parece.

Abro la puerta del conductor, dejo la cortavientos en el asiento y bajo la ventanilla. Tiro del cinturón para sacarlo del coche y cierro la puerta, bloqueándolo, dejando que sobresalga, luego me introduzco en el hueco del cinturón y empiezo a mover el coche guiándolo con el volante hacia el arcén.

—¡Todo bien! —le respondo, ahora más relajado ya que el coche casi está ya en lugar seguro—. La verdad es que bastante bien aunque algo cansado, en general. En la estación ya llevamos bastante tiempo con horarios aleatorios... pero bueno, esto no es nada y ya llevo bastante tiempo sin hacer nada parecido.

Cuando he terminado de mover el coche, abro la puerta para volver a dejar el cinturón en su sitio y le doy un par de palmadas al chasis del techo, mirando el interior.

Vaya, pequeño, eres bastante bonito y chulo. Vamos a ver qué te ha pasado...le susurro al vehículo, aunque Jazlyn probablemente me oiga perfectamente. 

Tras esto me giro hacia ella para dedicarle una sonrisa antes de proseguir con el coche. Ahora que la veo mejor, después de asegurar que no fuera a haber ningún tipo de siniestro, la idea de sonreír se convierte en una expresión de sorpresa que rápidamente pasa a enrojecerme las mejillas.

«Joder, no recordaba que fuera tan guapa... aunque sólo la vi una vez. Y esos tatuajes... precioso arte para preciosa escultura, oye. La suerte que tienen algunos...», pienso, dándome cuenta un tanto tarde de que, quizá, me he ensimismado de repente.

Pestañeo rápidamente, soltando una risilla nerviosa, y me giro hacia el coche, le echo una mirada rápida de lado a lado y, luego, me meto por la ventanilla para tratar de arrancarlo, a ver si el problema puede estar relacionado con la batería o con alguna otra cosa. Si no arranca... será eso.

—Supongo que la batería se habrá agotado, no he visto humo ni nada que pudiera venir del motor.

Aunque me parece un poco raro. Parece bastante nuevo, aunque también podría ser que fuera especialmente cariñosa con él y que se encargara de mantenerlo así. Le echo un vistazo al contador de kilómetros y no, es que es nuevo... ¿no se lo pusieron a punto antes de dárselo en mano? ¿Qué demonios? Procedo con las pruebas mientras trato de corresponder su conversación, tratando de dejar a un lado el medio embobamiento... del que seguro que se ha dado cuenta. Eres tonto, Jack, muy tonto.

—¿Y tú... eh... vosotros cómo estáis? Yo, bueno, supongo que me has visto venir directamente de Houston, ahora vivo allí y ya no trabajo en el taller en Austin... y bueno, tampoco como mecánico. Gracias por haber seguido contando conmigo después de tanto tiempo, porque ya son años... llevo casi cinco aquí, en Houston, y ver un rostro aunque sea un poquito conocido y los recuerdos... oye, de verdad, gracias. Casi tengo la sensación de llevar dormido demasiado tiempo, seguramente por los cambios de los turnos.

No, no arranca, debe ser la batería. Le doy al botón del capó para liberarlo. Suerte que he venido preparado para ello... pero tengo la mochila en la moto y el cargador en ella y... ay, que vergüenza, que tengo que volver a mirarla. Encima va con un estilazo con la ropa que lleva... ¡maldita sea, Jack, que tiene novio! Además, ¿por qué te avergüenzas?

Respiro profundamente y trato de centrarme. Me giro hacia ella y vuelvo a mirarla con una sonrisa, ofreciéndole un asentimiento no sé ni siquiera por qué mientras me dirijo, a paso más tranquilo ahora que todo está seguro, a la mochila que tengo sobre la moto.

Notas de juego

Oye, me acabo de dar cuenta de que te estoy escribiendo en primera persona casi por costumbre y porque el primer post de NPC que he visto está en este tiempo... o me lo ha parecido y simplemente se me ha ido, porque creo que soy el único escribiendo en primera xD. Si prefieres que lo haga en tercera por comodidad, coméntamelo. No sé cómo va a ir posteando todo el mundo y, de momento, en la escena en la que estamos con un NPC también lo he hecho así y nadie me ha dicho nada xD

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13/03/2024, 12:02

10 de marzo - tarde/noche


El auto era un Honda Civic de alta gama negro, el asunto es que pese a ser nuevo, estuvo parado durante un año. Muy entretenida con su humor, lo dejé hacer ya que era el especialista y seguí sus pasos para acompañarlo por si necesitaba mi ayuda. Su humor me recordó a ese café que tomamos con risas, sé que a Mark le ha salvado de muchas, era un desastre con su auto. Además solo le gustaban los de colección, tenía un viejo Mercedes que amaba. Allí había quedado, sepultado en el garage echando tierra. 

—¿Estación? ¿De qué trabajas?— pregunté sorprendida, quizás se había convertido en poli—. Pues, yo parecido. No sé si sabías que trabajo para el FBI, pero tuve un año de licencia y estoy volviendo. Salvo el viaje, ahora me encuentro hace una semana que no sé qué hacer. 

Me rei por ello, debía ir a mi casa, establecerme, hacerla mía y solo le esquivaba todo el rato. Hoy iba a ser ese día y por obra del destino, se me jode el auto. Tal vez deba esperar un poco más, no apurar tanto las cosas. Después al escuchar como le hablaba a mi coche, negué con la cabeza intentando no reir demasiado, hasta me pareció tierno. Yo solía hablarle a las cosas de forma parecida y Mark decía que estaba loca. 

—Uhm, sabes, puede ser. Es que hace un año que está parado, solo lo cogí de inconsciente y pretendía que estuviera todo igual — confesé sintiéndome algo tonta, cuando preguntó sobre ese "vosotros" bajé la mirada—. ¿Dices con Mark? Hace un año que no estamos juntos... Pero todo bien. 

Claro, había fallecido y yo me fui a la India para sanar, pero me parecía muy fuerte contar todo esto. Más cuando lo conocía y quizás la palabra "viuda" sea horrible de escuchar. No quería que sintieran pena por mi.

—Te entiendo, si te sirve de consuelo. Eres la segunda cara conocida que veo en un año, mi mejor amiga y tú — comenté divertida, quería animarme como sea—. ¿Eres poli? Pregunto de nuevo, es que me hablas de turnos. Nada de agradecer de verdad, perdona es que no conozco a otro mecánico y sé que eres de confianza. Tengo buenas referencias tuyas. 

Me quedó mirándolo, hubo algún que otro intercambio visual que sostuve, siempre sonriendo y pensé en lo bueno que estaba siendo esto. Aunque era el primer hombre que tenía relativamente cerca después de tanto tiempo. 

Notas de juego

Descuida, a mí me encanta que sea en primera persona. <3

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13/03/2024, 12:22

2 de septiembre - tarde


Llevaba tres meses dando vueltas en Houston, huyendo de aquella casa que compartíamos, hablando con él FBI para reincorporarme, sus exigencias. Era un cúmulo de emociones convulsas, responsabilidades que de una manera u otra debía asumir porque ya era hora. El escape duró lo que duró, no podía pretender que esto sea para siempre. Regresar a mi casa ayer fue un golpe duro, no dormí en toda la noche al recordar lo sucedido, como lo encontraron, era tan horrible. ¿Cómo puedes vivir con el recuerdo vivo de todo lo hermoso que te pasó en la vida y su suicidio?

En la India aprendí a manifestar mis emociones, a ser más empática y permisiva conmigo misma, pero no era de piedra. Ese día tras salir de hablar con el jefe, fui directo al Hospital para hallar un grupo de autoayuda. Odiaba tener que ir por ello, mi sanación estaba bastante consolidada, pero por mera burocracia necesitaban eso de mi para volver a trabajar. Odiada cogí mi coche negro y me dirigí hacia aquel lugar, que tampoco tenía gratos recuerdos. Había perdido a alguien muy importante y es bastante simple relacionarlo, que te duela y remueva todo. No era de piedra. 

Llevaba puesto un abrigo de lana en tonos marrones claro, una camiseta negra y un jean en el mismo color, sin roturas. Se notó en mi rostro, pese a llevar un delicado maquillaje —que intentó ocultar mi tristeza — que había tenido una noche horrible. Era muy cierto, no pude soportarlo. Tal vez seguía tan rota como me dijo mi jefe. Tal vez. 

Con paso firme avisé en recepción que buscaba información sobre grupos de autoayuda para personas que sufrieron una perdida y me indicaron que me dirija hacia el área de salud mental. Ni idea a dónde era, la mujer estaba hasta arriba y me dió algunas indicaciones muy pobres. Comencé a caminar explorando los pasillos, buscando el ala correspondiente. 

Notas de juego

Ahí te la dejo. ;)

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13/03/2024, 16:49
Jack Hills

10 de marzo - tarde/noche


«¡Trabaja para el FBI! Hala, ¿será capaz de sacar toda la información de mi vida como eso que hacen en las redes? Ah, espera... eso lo hace el CSI, creo. ¡Del FBI! ¡Qué guay! Aunque...», pienso al instante en cuanto me habla de ello.

—Pues... desde hace añito y medio trabajo que trabajo en otra cosa, más o menos. ¡A ver si adivinas de qué! No me gustaba cómo se hacían las cosas por aquí y quería hacer mi vida lejos aunque algo cerca de la familia y, bueno, una cosa llevó a la otra.

Casi le digo algo relacionado con que quizá lo mejor sería que no tuviéramos que vernos en el trabajo, pero prefiero guardármelo. Por lo menos, en una situación tan jodida como para que estemos los dos presentes... no seremos completos desconocidos. Sigo prefiriendo mejores circunstancias, la verdad.

Tuvo un año de licencia y está de vuelta... sin nada que hacer.

«¡Oye, yo tampoco tengo mucho que hacer! Me llaman de uvas a peras y para turnos rarísimos con las remodelaciones que están haciendo en la estación y eso...», pensé en decirle.

—Eh, seguro que si no tienes nada que hacer todavía es porque te están haciendo una fiesta sorpresa por tu vuelta —le dije, con una media sonrisa afable, levantando las cejas un par de veces de un modo quizá un tanto picarón.

Justo después me dice que el coche lleva un año parado... y que hace un año que no está con Mark. Las mejillas se me enrojecen aún más y la vergüenza aumenta. Intento controlarme, sin embargo, pensando que he dicho algo que, quizá, no debería. Este es el momento en el que empiezo a caminar hacia la moto para coger el cargador de baterías de coche.

Su comprensión sobre la idea de apenas haber tenido contacto con nadie conocido, sin embargo, me relaja un tanto. Al final, supongo que la vida hace que cada vez tengas a menos gente a tu alrededor... o quizá es que conforme el tiempo pasa nos vamos cerrando un poco más. Aparto la mirada de ella, transformándose mi vergüenza en otra sensación, una más triste, que no sé describir de dónde viene. La soledad cada vez es un poquito más... grande, supongo, y parece que ambos lo entendemos.

Cuando me pregunta si soy poli me entra la risa y, justo después, me vuelvo a avergonzar. Joder, ¡que ella es del FBI! Quizá si fuera poli podríamos trabajar juntos en mejores circunstancias que las posibles ahora, ¿no? No tardo en sonreír de nuevo, mirándola, negando con la cabeza.

—¡Casi, casi! También me encargo de ayudar y proteger a la gente como ellos, aunque de otra manera. Soy bombero, añito y medio en el cuerpo. Ver cómo estaban las cosas de complicadas... me obligó a buscar alternativas. Podría haber sido misionero o poli, incluso me planteé seriamente la idea de ser esto último; pero me quedé con ser bombero. Un añito peleándolo y ¡pum!, aquí estoy, haciendo cosas que jamás me imaginaba que haría. Aunque se echa bastante de menos el poder hacer... lo que te gusta, que es... esto, arreglar cosas, ayudar a la gente así.

» Muchas gracias por la confianza, de verdad —repito, continuando agradeciendo quizá un tanto innecesariamente de forma nerviosa—. Este pequeño se moverá en cuanto le meta unas cuantas descargas en su corazoncito —afirmo mientras abro la mochila y meto ambas manos, removiendo lo que hay en busca del cargador. Con suerte, ahora los cargadores de baterías no son enormes y pesados—. ¿Y a dónde has ido? ¿Muy lejos? ¿Cómo es viajar por el mundo? Yo nunca he salido de aquí, entre Austin y Houston toda la vida... con alguna visitilla a Nueva York a ver a mi hermana. Además, si no sabes qué hacer... quizá, si me dices un poco lo que te gusta, te pueda recomendar algún sitio. Eso sí que te digo, si alguna vez quieres ver la serie DARK te recomiendo encarecidamente que lo hagas por las noches. Así, si te duermes... ¡mejor!

Tras decir esto, me río levemente mientras la miro, habiendo cogido ya el cargador, antes de irme al coche. Bastante estoy hablando con ella y no quiero que piense que puedo estar pretendiendo faltarle al respeto rehuyéndole la mirada ni tampoco que crea nada raro. Encima también lo dejó con el novio... y yo, como siempre, el más inoportuno del barrio.

Notas de juego

Me acabo de dar cuenta de que te pregunté por escribir en "primera" cuando quería decir en "presente", maldita sea. Si es que estoy ya acostumbrado a escribir hablado de "ahora" xDDD

De todas maneras avísame si algo te supone un problema, sin miedo ni ahora ni nunca. Me has cazado la primera, me lo voy a guardar en las notas cuando terminemos esto xD

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13/03/2024, 17:33

10 de marzo tarde/noche


—Uhm, debo adivinar. A ver...— dije al acercarme un poco para analizar—. Tienes cara de... ¡Nah! Ni idea, soy mala adivinando sin pruebas. 

Le saqué la lengua, buscando animarme un poco. Hice una promesa en mi viaje y era soltar la mano de Mark, iniciar mi vida de nuevo y reencontrarme con ese lado de mujer que había perdido. No debía censurarme, estaba para permitirme todo. 

—Houston tiene su encanto, a mi me fascina de noche — comenté y rápido aclaré —.  No para salir de fiesta, me refiero a las estrellas, las luces y esa magia que solo se aprecia en silencio, con buena compañía. 

Con Mark... ¿Recuerdas?  Pensé anulando ese pensamiento que quiso atentar contra mi integridad mental. Él ya no estaba más, tenía que asumirlo. Solté una risa y negué con la cabeza. 

—Lo dudo, mi jefe estaba algo apurado para que regrese— respondí resignada—. No he tenido recibimiento, solo mi mejor amiga que es un amor. Me esperó en el aeropuerto y todo. 

Sammy era lo mejor que me pudo pasar en la vida, ella siempre me cuida y ayuda. En cuanto lo ví moverse, aprecié su buen rollo, tan animado, inquieto, lo tenía todo. Me recordaba un poco a la Jazlyn que una vez fui, la chica antes de Mark.

—Es un trabajo muy noble, te admiro. Más aún porque fue una decisión tuya, espero que me dejes visitarte alguna vez así te veo con el atuendo de trabajo — comenté divertida, intentando bromear. Era mejor eso que verlo en medio de un incendio—. Ja, si necesita un poco de amor este pequeño. Su dueña lo abandonó. 

Dije asintiendo y me mordí el labio inferior, era un desastre. 

—Fui a la India durante un año enterito, a encontrarme conmigo misma y beber de toda su cultura. Fue un antes y después en mi vida— confesé al mirar sus ojos, mostrándome más integra —. Amo viajar, es más... Ese viaje me dió más razones para hacerlo, así que no desistas y si necesitas compañía, yo me uno. Viajar en solitario es lindo, pero quiero pensar que si hubiera ido acompañada, hubiera sido el triple más bonito. 

Me había cambiado la vida, a cualquiera en si. No por el lugar, sino por salir al completo de todo lo que tienes y haces a diario. En cuanto me habló de Dark, mis ojos se iluminaron y me acerqué un poco a él cuando estaba con la batería. 

—Dos veces la vi y creo que si la vuelvo a ver, más cosas descubro en esa serie. Amé a Regina Tiedemann, ella es mi personaje favorito, aunque flipé  con la evolución de cada personaje, como los impulsos del ser humano te llevan a cometer errores y quieres solucionarlo, empeorando aún más. La amo... 

Quedé perpleja, Mark odiaba esa serie y la vi sola. 

—No puedo creer que la hayas visto.