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Un destino de ensueño

Datos generales

Ashland es una población de 21.000 habitantes con estátus de ciudad. Se encuentra a 26 kilómetros al norte de la frontera entre Oregon y California, formando parte de éste primer estado. Se ubica al final del Valle de Rogue, una zona de gran riqueza en fauna y flora que está rodeada de parques naturales en su fachada sur. Lagos, ríos bravos e inmensas moles como el Monte Ashland (visible desde la ciudad) que enmarcan un paisaje bucólico de clima similar al sotomonte alpino (nieve durante unas semanas en invierno, veranos con máximas de 30 grados).

La pequeña ciudad se ubica junto a una de las rutas principales de entrada al estado de Oregon (Interestatal 5) y colinda junto al resto del Valle de Rogue con un ramal de la famosa Ruta 66, que ofrece transporte por tierra y vía férrea con los estados del centro y la Costa Este. Llegar a Ashland es, como viene siendo usual en Estados Unidos, muy fácil en coche. Además, unos pocos kilómetros al norte, en Medford, se encuentra un aeropuerto para todo el valle, donde operan aerolíneas nacionales que conectan el lugar con nodos de comunicación como Portland (capital del estado), Seattle o Los Ángeles. El autobús de la autoridad RVTD conecta los diferentes nodos con Ashland y los pueblos del valle entre si, y además el aeropuerto ofrece un servicio de autobuses lanzadera, taxi y alquiler de coches.

Ashland posee su propio departamento de policía (y no sheriff, como le correspondería por tamaño), tiene su propia emisora y goza de todas las infraestructuras de la vida moderna. La ciudad está muy bien valorada en los índices de baja criminalidad, calidad de vida y nivel de renta per cápita. Sin embargo, el tren de vida es elevado y los precios de la vivienda (alquiler y compra) así como los productos de primera necesidad dentro del casco urbano hacen que la mayoría de sus habitantes tengan un nivel socioeconómico alto.

Lugares emblemáticos

Al llegar a Ashland, nos vemos expuestos a su centro histórico, el "Plaza". Aquí se encuentran negocios de toda la vida, puerta con puerta con nuevos restaurantes y tiendas para un mercado gourmet. La avenida que discurre desde el "Plaza" y los edificios administrativos más importantes, está jalonada por restaurantes, cafés y vinotecas donde se compite por dar el servicio más moderno, apto para cualquier paladar y rico, a costa de precios que obligan a los de la clase baja a buscar los centros comerciales de las afueras y sus restaurantes de cadenas de comida rápida.

Al final de éste largo paseo se encuentra una fuente, famosa por que sus aguas proceden del río Lithia, a la que se supone propiedades medicinales. Éste es el inicio de la zona más bohemia de la ciudad, cercana al Parque de Lithia y en la Ribera de Ashland: cafés, bistrós, parques, plazas peatonales, representaciones al aire libre...

Y en toda la ribera del río, el famoso Parque Lithia. Un enorme parque ribereño con diversos espacios bellamente ajardinados y mantenidos con mimo como principal atracción de la ciudad: jardín modernista, zona tradicional japonesa, lago con cisnes y patos, enormes senderos para practicar todo tipo de deportes... Un enorme espacio de 380.000 metros cuadrados desde el centro de la ciudad hasta los pies del Monte Ashland, de donde con bravura nacen las aguas que bañan éste lugar. Éste es uno de los puntos más solicitados de la ciudad, donde los reportajes de boda (y preboda), los fotógrafos profesionales, ciclistas, senderistas y amantes de la naturaleza se dan cita año tras año.

Alejado de éste centro, zonas urbanas y suburbanas donde se encuentran el resto de piezas del puzzle: salones de fiesta y boda, enotecas, pequeños negocios, hoteles, pisos de apartamentos, una pequeñísima zona industrial y grandes suburbios llenos de casas unifamiliares donde poder vivir con tranquilidad y seguridad.

Oferta cultural, deportiva y gastronómica

Uno de los principales atractivos de Ashland, naturaleza aparte, es su oferta cultural. La ciudad es famosa por su Festival Shakespereano de Oregón, un referente a nivel nacional. Durante todo el año, en el Ashland Elizabethan Theatre, un teatro al aire libre con un frente escénico réplica de época barroca inglesa, se representan las más variadas obras. Sin embargo, es una vez al año que se celebra el Festival Internacional Shakespereano, donde durante unos pocos meses once grandes obras de teatro, de las cuales siempre entre tres y cinco son adaptaciones o guión original del mismísimo Bardo de Avon. Las compañías de teatro son numerosas en Ashland, incluyendo las visitantes, itinerantes y las universitarias, que tienen su propio ciclo de obras paralelo a las profesionales (y que la comunidad local sigue con interés debido a su asequible precio).

Ashland es una ciudad que gira en torno a un turismo muy específico: amantes de la naturaleza, la cultura, la gastronomía y en general cualquier cosa... hipster. La ciudad es un centro neurálgico nacional para gafapastas, además de un destino privilegiado para aquellos que quieren casarse al aire libre o en sus salones de boda que parecen sacados de "El Hobbit", con reportajes de boda, embarazo o cualquier moñez que se tercie aprovechando la magia de sus árboles de hoja perenne y las delicadas cristalinas aguas de sus ríos.

Es casi imposible encontrar un restaurante o una cafetería donde pongan mal de comer. Tal es la competencia en Ashland que éstos negocios se ven abocados al cierre y se produce la apertura de nuevos negocios que compiten con los ya que tienen solera: restaurantes, bistrós, gastrobares, pubs ingleses, discotecas, cabarets, cafeterías pijas, enotecas, viñedos/hotel y cualquier combinación que imaginarse pueda.

Ashland también es la ciudad de las actividades deportivas al aire libre: rafting, kayak, pesca, vela y cualquier otro deporte acuático en los lagos Emmigrant o Crater, así como en el propio Rogue River. Y en todo el parque natural, trekking, senderismo, escalada, geocatching, acampada, ciclismo... incluso esquí en las faldas del monte Ashland.

La ciudad y sus alrededores son sede de numerosos festivales que, durante todo el año, atraen a visitantes de todo el estado y la nación. La mayoría de los festivales se desarrollan en los meses de primavera, verano y otoño, aprovechando el buen tiempo. Ésta es una lista de algunos de ellos:

• Festival anual del chocolate
• Britt Festival (actividades veraniegas anuales en Jacksonville)
• Feria de artesanos
• Halloween (impresionante despliegue en la ciudad)
• Cuatro de Julio
• Festival de las luces (encendido de luces navideñas a finales de noviembre)
• Festival verde
• Cine callejero en verano
• Festival del cine de Ashland (en Abril)
• Festivales de música en el Valle de Rogue (como el Good Vibrations)
• Etc...

La Universidad del Sur de Oregón

Junto a Ashland, y por si fuera poco, se encuentra unade las universidades más importantes del estado. La Universidad del Sur de Oregón (SOU) con más de 6.000 alumnos viviendo en su enorme campus (71 hectáreas) es famosa por sus carreras de la rama de Artes y Ciencias, Administración, Economía, Criminología, Ciencias naturales y del medio... y Estudios Shakespereanos (carrera única en el país). El campus cuenta con su propia seguridad, cinco residencias de estudiantes, pistas deportivas, una enorme biblioteca y grandes aularios con equipamiento excelente.

Los equipos de la SOU se llaman "Raiders", y compiten en conferencias y ligas universitarias subvencionadas donde las jóvenes estrellas y promesas del deporte profesional y olímpico aprueban las carreras a golpe de éxito deportivo y consumo de anabolizantes de tapadillo.

La universidad cuenta con numerosas agrupaciones, fraternidades, sororidades, clubs de debate, compañías de teatro y asociaciones estudiantiles que reflejan que ésta es una universidad para la clase alta o media-alta, ya que la clase media no perdería el tiempo ni el dinero (o se endeudaría) para que su hijo estudiara semejantes carreras en una universidad que no posee el prestigio de grandes centros nacionales, pero promete una experiencia meliflua y segura para cubrir el expediente y enchufarse en el negocio de papá o mamá.

Sucesos notables en Ashland

En los últimos años, Ashland ha vivido una gentrificación salvaje, sin límite aparente. De pequeña comunidad de gente rural y trabajadora ha pasado poco a poco a ser la residencia de pijos, ricos y snobs que se endeudan hasta las cejas buscando vivir el sueño americano de la ciudad segura, blanca y rodeada por la belleza natural más pura. Los viejos negocios que subsistían penosamente, se ven reemplazados en una especulación salvaje por las trampas para turistas, los reclamos para gafapastas de todo el país y la promesa de una ciudad donde los sueños de los modernillos parecen hacerse realidad.

Ésto atrajo, como era de esperar, a una cantidad alarmante de perroflautas. Agrupados en hordas, malvivían acampando en los enormes terrenos del Parque Lithia y abordaban a los viandantes reclamando dinero por sus números al aire libre de poca monta... o directamente mendigando. La alcaldía, que a pesar de ser demócrata (de izquierdas) no podía consentir que el turismo huyera de la ciudad, decretó el cerrojazo en 2015. Se creó la "Zona Prohibida", en el centro de la ciudad y los límites del Parque Lithia, donde se impedía que "los mendigos" (como catalogaron genéricamente a los perroflautas) pudieran pernoctar so pena de cárcel. El jefe de policía se puso manos a la obra y desde entonces los únicos artistas ambulantes en la zona son contratados por temporada, o han conseguido algún alquiler de mala muerte en cuchitriles en la ciudad para poder seguir tirando. No obstante, citas anuales como Halloween o el Festival Verde provocan rebrotes perrofláuticos que la alcaldía consiente en tanto en cuanto traen dinero. Y cuando terminan, los que deciden persistir, son "amablemente" invitados fuera del término municipal.

Además, éste año 2018 se rumorea que el Festival Shakespereano va a apostar fuerte por el teatro universitario, promocionándolo a un nivel equivalente al ciclo anual de compañías profesionales. Una oportunidad de oro para los jóvenes actores...