Partida Rol por web

Tu ultima mision para el visir de Granada te llevo a tierras castellanas al norte, gentes sucias y barbaras, cristianos. Te cuesta soportar el frio de castilla de los inviernos y el sofocante calor de los veranos, nada comparado con el suave clima granadino.
Tu mision consisitia exactamente en entregar el pago bianual del tributo que paga Granada a Castilla. Ahora una vez en Valladolid y ya entregados los dos cofres repletos de oro , decides ir con el resto de los soldados que emprendieron la mision contigo a relajaros a uno de los burdeles de la capital castellana.
Despues de beber varias jarras de vino te das cuenta de que quizas no debiste beberte la ultima jarra, te levantas de la mesa como puedes y el dolor de cabeza se hace casi insoportable. Decides salir a la calle a que te de un poco el aire. Te das cuenta de que ya ha anochecido y que las finas gotas de lluvia te dan en la cara, no lo aguantas mas y vomitas a pocos metros de la entrada del burdel.
Caminas tambaleandote hacia no sabes donde, de repente oyes una voz casi susurrando en uno de los callejones cercanos...

Llevas meses deambulando por Castilla y Aragón, ayudando donde se te necesita. Eres una de esas pocas personas que vive desinteresadamente, con un gran corazón. Una gran estupidez dirian algunos, pero a ti no te importa porque tu conciencia no te permite tolerar la injusticia ni el sufrimiento, asi que vas de un lado para otro echando una mano aqui y allá, curando, atendiendo enfermos en estos tiempos aciagos que nos ha tocado vivir.
Ahora te encuentras en la ciudad de Valladolid ha anochecido y caminas por el centro mirando a todas las direcciones porque tienes miedo, esta lloviendo bastante y no se ve ni un alma . De uno de los callejones salen unos ruidos extraños, escuchas atentamente y te das cuenta de que son lamentos, deduces que debe ser una persona herida...

Hace varios dias robaste en una pequeña capilla de un pueblo cercano a valladolid llamado Tordesillas, entraste de noche forzaste el relicario y robaste el hueso de San Juan, o eso es lo que creian los aldeanos, tu jamas creiste que fuese un hueso del verdadero apostol de cristo pero eso da igual porque te has citado en Valladolid con Rodrigo de Comafort , un noble que dice que te pagara 200 monedas de plata por el hueso, es un hombre creyente pero de un corazón no muy limpio. Se dice que practica misas satanicas en uno de los torreones de su castillo, muy cerca de Palencia. No estas muy segura de sus intenciones, pero mientras te pague no harás preguntas. No te da muy buena espina el negocio pero no puedes dejar escapar una oportunidad tan valiosa. Has quedado en una taberna que hace las veces de burdel y posada en el peor barrio de la ciudad, el angel caido se llama.
LLegas al anochecer a valladolid, esta lloviendo a cantaros, puta mierda de noche , piensas. Estas calada hasta los huesos y solo quieres cerrar el negocio y largarte de la ciudad, no vaya a ser que alguien de la milicia local te reconozca y te tomen presa.
No ha pasado ni una hora cuando tras preguntar a varias personas, que te miran con desconfianza , llegas al angel caido. Es un maldito cuchitril, parece que se va a caer a pedazos esa maldita chabola. Dentro solo hay un viejo con la cara desfigurada, seguramente por la viruela, las 3 mesas del interior estan vacias, en uno de los rincones ves a dos prostitutas muy muy feas. Tienen la cara amoratada, algun cliente instatisfecho...
decides sentarte en una mesa y pedir una cerveza mientras esperas.
Al cabo de un par de minutos te sirven una cerveza oscura, es asquerosa , malditos pueblos del norte que asco de bebida.
Esperas, y esperas, pero Rodrigo no da señales de vida....

Llevas meses encerrado en tu estudio, practicando la magia, solo sales en las ocasiones en las que necesitas uno de los componentes de tus hechizos.
Esta es una de esas ocasiones, has viajado a la ciudad de Valladolid a una tienda clandestina camuflada como la taberna del dragon amarillo para comprar sangre de leproso, muy escasa en estos tiempos y no por falta de leprosos sino mas bien por la mania de la corona de castilla de quemar a los leprosos a su muerte y de tenerles apartados de los demas subditos de los reyes de castilla.
El viaje ha sido largo pero eres afortunado de tener una buena llegua , agil y veloz, pero ya te duelen las posaderas de tantas horas cabalgando, y encima con esta lluvia que hace que el viaje sea todavia mas pesado si cabe. Nunca te ha gustado Valladolid , atestada de gente , basura y suciedad. Tu como estudioso que eres sabes que eso es un foco de enfermedades asi que solo quieres comprar la sangre de leproso y emprender el viaje de vuelta a Gasteiz. Sorprendentemente la ciudad esta casi vacia como una ciudad fantasma, cualquiera sale con este tiempo, piensas.
Vas al paso por entre las callejuelas del centro intentando recordar donde estaba esa tienducha, o taberna mejor dicho . Al final caes, derecha, luego izquierda, todo recto pasando la plaza y luego nuevamente a la derecha.
Finalmente ahi esta, el dragon amarillo. atas tu caballo a un palitroque que hay en la entrada y abres la puerta que se abre con un chirrido, dentro solo ilumina un candil, las dos mesas estan vacias. El regente de la tienda es un antiguo amigo de tu familia, Koldo solia llamarle tu madre aunque en valladolid le conocen como Gabriel. cruzas la estancia y pasas por detras de la barra, corres la cortinilla que da a la trastienda pero no hay rastro de Koldo...

Me acerco, con precaución. Ayudar a quienes lo necesitan es mi lema, pero eso no significa que sea estúpida. Mientras me aproximo voy llevando la mano a mi morral con hierbas y emplastes, insegura de qué voy a necesitar. Si veo que se trata de alguien herido, acudo rauda a socorrerle.

A medida que te vas adentrando en el callejón , éste se vuelve más y más oscuro, sigues andando hacia lo desconocido, empiezas a temblar y no sabes si es del frio o del miedo, intentas calmarte, te dices a ti misma que no hay nada que temer en una ciudad castellana. Pero ya se sabe que el miedo es un sentimiento irracional. Sigues caminando cada vez , más despacio y en la oscuridad distingues una figura en el suelo, ahora puedes oir perfectamente y lo que antes te parecian lamentos, no son tales.... la figura se esta riendo.

Frunzo el ceño sorprendida. ¿Qué puede significar esto? Miro a la figura, indecisa entre acercarme o alejarme.

-¿Esta bien vuestra merced? -pregunto intranquila.

Ahora ves la cara de la figura, se esta riendo a carjada limpia dejando ver una fila de dientes amarillentos. Lentamente se incorpora y señala hacia algun lugar a tu espalda, oyes un ruido metalico a tu espalda pero no te da tiempo a girarte del todo. Recibes un golpe en la parte trasera de la cabeza, caes al suelo y notas un liquido caliente que recorre tu cabeza, seguramente sea sangre. No terminas este pensamiento , ahora solo hay oscuridad...

Adrián decide salir una noche a tomar unas copas con los compañeros de batalla, al tomarse unas cuantas empieza a sentir un malestar físico casi insoportable y decide tomar un poco el aire fresco de la calle. Cuando consigue salir del burdel intenta no caer bruscamente al suelo a causa de las copas de más, al ir andando tocando la pared de roca de un callejón muy estrecho oye una sospechosa voz que no reconoce.
- ¿Quién es?- dice gritando mientras da vueltas alrededor de sí mismo.- No se oculte, ¡déjeme verle!.
Adrián empezó a pensar que podía tratarse de una alucinación a causa de su borrachera, pero en cuanto intentaba racionalizar un incesante pitido no dejaba de molestarle en la cabeza, sentía como si mil martillo golpearan fuertemente su cabeza. Adrián no pudo aguantar más y en aquel rincón se desmayó sin más.

Nada más ver como se ríe, un terror frío sube por mi columna y me hace estremecerme. ¡Seré estúpida! Justo cuando siento el golpe en la nuca, mientras caigo e instantes antes de perder el sentido, no puedo evitar pensar en dónde me ha dado y cómo tendría que tratar una herida así. Después, todo es oscuridad.

Caes al suelo de la borrachera, pero entre sueños oyes voces y sientes como si te cogiesen y te llevasen en volandas, y luego notas un traqueteo que hace que devuelvas de nuevo y vuelvas a caer en un profundo sopor... sabes que te llevan a algun sitio, pero a donde?

Adrián cae rendido al suelo, desplomado por el mareo de tanta copa como se había tomado. Sentía como voces y pasos de alguien desconocido se acercaban lentamente hacía dónde Adrián se había derrumbado, pero no podía abrir los ojos para saber de quién se trataba, aunque si los abría tampoco podría averiguar si era una ilusión o un individuo que se acercaba a él con intenciones aún desconocidas. Sin poder impedirlo sintió que alguien lo cogía y al moverlo se desplazó una bocanada de vomito por su garganta y le hizo volver a vomitar aunque esta vez manchó al individuo que parecía querer llevarlo a algún sitio para ayudarlo o para hacerle algo malo. En un intento de hablar pronuncio unas palabras apenas descifrables: - ¿Quién... es? ¿Dónde me lle..va? ¿Qué está pasan....do?- no pudo aguantar a las respuesta del individuo y se dejó llevar hasta el lugar de destino que le había sido impuesto a causa de su borrachera. Mientras sufría ese desmayo estaba medio soñando, en esa especie de sueño volvió a recordar su infancia con su padre jugando a las batallitas y con su hermana pequeña aprendiendo a limpiar y justo en lo mejor de ese fantástico sueño siente como una especie de zumbido insufrible que le hace despertar y observar su alrededor ¿Dónde estoy? Maldigo esta borrachera... no paraba de repetirse mientras se toca con la yema de sus dedos los laterales de su cabeza haciéndose unos círculos para calmar un poco el dolor.

Con el cansancio que tengo encima, ¿donde se habrá metido este cabr... de Koldo? .

Hablo lo suficientemente alto como para que me oiga, si es que esta en la trastienda.

¿Koldo?, digo, ¿Gabriel?

Te adentras en la trastienda, esta llena de estanterias de madera desaliniadas, con varios estantes rotos y en ellas se encuentran toda clase de frascos, cajas, y bolsas de cuero.
Oyes un portazo , es la puerta de la entrada que se ha cerrado seguramente por el viento.
Escuchas pasos que se acercan hacia ti y empiezas a temblar...
Una figura negra aparece en el umbral de la puerta. Estas casi frenetico, uno de los frascos de una estanteria cae al suelo detras tuyo rompiendose en pedazos.
Te giras para ver que es sin darte cuenta que has dado la espalda al extraño.
Pero es tarde porque esos segundos son suficientes para que la figura te golpee con el puño en la cabeza.
La fuerza fisica nunca fue tu fuerte, asi que caes de rodillas y pierdes el conocimiento...

Aún no daba crédito a su último encargo, según las creencias del pueblo, había robado uno de los huesos del mismísimo San Juan, nunca había creído demasiado en la religión prominente del país, por ello no encontraba inconveniente en robar tal objeto y además por aquella cifra de dinero, Keira era consciente de que cada vez eran de mejor calidad de lo que sustraía, esta vez el comprador era un tal Rodrigo de Comafort,Los nobles tienen demasiado tiempo libre, pensó bromeando para sí misma cuando descubrió las intenciones de éste y lo que pensaba hacer con la reliquia.

Cuando de noche llegó a Valladolid, la lluvia asedia fuertemente sobre aquel que se expusiese a ella, desorientada y completamente empapada, preguntaba continuamente a las personas que pasaban por su lado, con desconfianza contestaban apenas unas cuantas palabras deseando perderla de vista, más de uno le dio indicaciones falsas, haciendo que tardase un tanto más en llegar, finalmente se detuvo delante de "El ángel caído" observó las letras que adornaban su fachada con desconfianza, ya no se fiaba de nadie después de su incansable búsqueda, atravesó la puerta y una vez allí miró a ambos lados buscando al noble, pero solo encontró un tugurio que apestaba a alcohol, alguien lo había derramado justo en la entrada, y varias personas desoladas, algunas buscaban clientes, otros un refugió de su inescrutable vida en la bebida que solo les llevaría al fracaso de la misma. Agachó su mirada, no podía permitir que nadie la reconociese y se sentó en una mesa bastante pequeña, el asiento, además, era incomodo, y poseía un agujero por el lado derecho que lo hacía muy inestable, decidió pedir una cerveza, hacía tiempo que no bebía, quizás por falta de tiempo, el caso es que aquella le quitaría las ganas, tuvo que reprimirse para no rociarla cuando se llevó un sorbo a la boca. Pasaba el tiempo y Rodrigo no aparecía, No puedo perder esta oportunidad, las ganancias son demasiado altas, sin embargo esperó un poco más pero éste aún no se había encontrado con ella, No lo comprendo, si tan importante es para él ese hueso, ¿por qué no está aquí?, miraba de un lado a otro en vano, centro su atención en un viejo con la cara desfigurada, parecía mirarla intensamente o puede que fuese la tensión que Keira sentía en aquel momento, tenía que salir de allí, algo le decía que no iban bien las cosas, de repente recordó algo, había pedido a un campesino que escribiese por ella una nota que decía: " No sé qué le habrá sucedido, pero me he tenido que marchar debido a su tardanza, si quiere volver a contactar conmigo ya sabe dónde encontrarme", la tenía preparada por si se presentaba la situación, ya lo había llevado a cabo varias veces, aunque en escasas ocasiones aún, con el tiempo había aprendido varias lecciones como la que ahora se le presentaba, así que se acercó a la barra con la nota doblada y una moneda encima de ésta:

- Por favor, necesito que de esto a Rodrigo de Comafort, es importante - dijo dirigiéndose al asistente, luego dedicó una amplia sonrisa a la vez un tanto picarona y luego le dio la espalda para marcharse de allí.

Salió al exterior para poder comprobar que la lluvia caía aún con más fuerza que antes, pero aún así salió con la esperanza de encontrarlo.

Caminas con la esperanza de encontrar a Rodrigo o por lo menos encontrar algun sitio limpio en el que pasar la noche y decidir qué hacer si finalmente ese noble pretencioso no se presenta.
La lluvia ae con más fuerza si cabe, caminas y caminas entre los callejones pero todas las puertas estan cerradas. En una de las callejuelas te percatas de que varias personas te estan siguiendo, puedes ver sus sombras en el empedrado. Te giras y puedes ver tres figuras encapuchadas que se acercan cada vez más , miras al frente y paras en seco al ver que te cortan el paso dos figuras más.
Lamentablemente, es tarde para intentar defenderte. Las tres figuras que llevas detras se abalanzan sobre ti tirandote al suelo, intentas forcejear pero es inutil.
Finalmente uno de esos bestias te propina un puntapié que hace que pierdas el conocimiento. Ahora todo está oscuro...