Partida Rol por web

Me mantuve erguido mientras Burke hacia su papel y no dude en contestarle con voz decidida.

-No somos niños, somos soldados, preparados para cualquier situación, si realmente hay una amenaza hostil en esa nave la neutralizaremos.

Aunque dudo que haya pasado nada, pero seria interesante.

-Entiendan que este servicio sera remunerado sean de utilidad o no, dudo que se diviertan cargando cajas.

- Si, ademas he hablado con la junta, y estan de acuerdo en revisar la resolucion que emitieron. Podrian recuperar sus rangos y graduaciones, volver a pilotar un carguero. - no crei que Dallas se opusiera tras haber aceptado Ripley, pero un poco mas de azucar tampoco hacia ningun daño.

 Observo a Burke con curiosidad. Está claro que no le gusta mi actitud, pero me la suda, si hubiesen vivido el infierno que vivimos nosotros no estarían tan tranquilos.

- A ver si lo entiendo. Ahora que el pequeño paquete les ha explotado en la cara, quieren limpiar su imagen dandonos a entender después de insultarnos, acusarnos de negligencia, posible enajenación mental, que nos devuelven el trabajo que nos quitaron ilegítimamente, si vamos y metemos nuestro culo en un sitio lleno de bichos como el que casi no escapamos... Y sólo era uno... Y sí, estoy convencido de que hay más, y más de uno. Esa colonia ha muerto. Hágame caso olvídenla...

Tras recapacitar un par de segundos me doy cuenta de lo ácido que estoy sonando, y al recordar el terror que sentí, comprendo que en realidad no quiero que inocentes se enfrenten a eso, si puedo evitarlo.

- ... pero si aún así quieren ir a echar un vistazo, adelante. Como bien han dicho, cargar cajas no es muy divertido.

Trato de mostrarme apaciguador porque esta claro que al antiguo Capitan no le gusto en absoluto.

- Bien, me alegro de que haya recapacitado. Realmente creo que es una oportunidad para ustedes, la oportunidad de demostrar si su historia era real, y de recuperar sus rangos. Ademas, Ellen, creo que esto será especialmente bueno para usted. He leido sus evaluaciones y se lo de sus pesadillas, creo que usted especialmente necesita enfrentarse a esto, necesita superarlo.

Hago un nuevo gesto de asentimiento ante las palabras de Dallas.

-De todas formas su tarea sera meramente asesoramiento, en ningún caso correrán riesgo alguno, yo y mis hombres nos encargaremos de neutralizar posibles amenazas y asegurar el terreno.

-Sera todo un paseo, pero pueden tomárselo como unas vacaciones.

Sonrió dando por finalizada la conversación y extendiendo mi mano hacia ambos sujetos.

Mamá entro dando gritos al vehículo... pidiendo ayuda mientras arrastraba el cuerpo de mi padre con aquella cosa asquerosa pegada a su cara. Yo no podía hacer nada más que gritar y gritar... no era capaz de reaccionar. Timmy estaba igual, él se había quedado como petrificado al ver a aquel bicho que agarraba a papá con una cola enorme que le apretaba el cuello.

- Haz callar a tu hermana... - chilló mamá. - Timmy... ¡haz callar a tu hermana de una maldita vez! - volvió a gritar.

Pero Timmy no reaccionaba... y yo, no hacía más que chillar como una loca. Mamá volvió a accionar la radio pero no conseguía contactar con la colonia. Probó varias frecuencias con el mismo resultado y acabó maldiciendo su mala suerte. Como pudo aupó a mi padre al asiento del acompañante y le abrochó el cinturón. Ella se subió y puso de nuevo en marcha el vehículo.

El bicho le apretaba cada vez más alrededor de la garganta... se movía como una serpiente... como si quisiera estrangularle. Era algo repugnante.

- Mamá... ¿qué es eso? - pregunto Timmy con un hilillo de voz. - ¿Qué le va a pasar a papá?

El vehículo rodaba a toda velocidad de vuelta a la colonia mientras mi madre probaba insistentemente la radio ignorando completamente mis gritos y las palabras de Timmy. El ruido de la radio se mezclaba con nuestras voces hasta que volvimos a entrar en la zona de cobertura y se escuchó la voz del operario de comunicaciones. Mamá respiró aliviada y la voz se le quebró por un instante.

- Soy Anne Jorden... mi marido ha sufrido un percance en las maniobras de reconocimiento. Tiene... tiene... algo pegado a la cara. Necesitamos asistencia... vamos de camino.

La teniente mira al militar como si no supiera de qué narices está hablando. No le gusta que le intenten echar azúcar a las cosas para que parezcan menos malas, la situación no parecía sencilla.

-Si Dallas está en lo cierto y esas cosas son las causantes, no les hará falta asesoramiento, sino fuerza bruta. Y no serán ningunas vacaciones. Pero si podemos recuperar luego nuestros puestos y podemos salvar a alguien, que así sea. Aún así, quiero dejarles claro que no me gusta limpiar las mierdas de los demás y no piensen que estaremos ahí siempre para ayudarles después de tratarnos como nos trataron.

La mujer intentó calmarse y habló con Burke.

-Sí, las pesadillas son atroces. Pero, ¿qué es lo que cree que las provocaron? Es hora de que ustedes también se preparen para lo peor. Sé que ahora piensan que exageramos, pero solo por si acaso, háganse a la idea de que podría ser algo muy malo, porque no quiero que luego se sorprendan y chillen si ven algo que no les gusta.

Notaba que podía darles una mala opinión de ella, incluso puede que empezaran a sentir desprecio. Pero no quería más muertes por imprevistos.

Mantuve la mirada a Ripley mientras me hablaba, y cuando respondi trate de que mi tono sonase lo mas tranquilizador posible.

- Tranquila, iremos con lo mejor que tenemos. Los infantes espaciales son la elite. Le prometo que no pasara nada, ¿verdad Teniente?

Ghorman asintió con firmeza y Burke sonrió. Había conseguido que los dos vinieran en calidad de asesores. Eso le dejaba más tranquilo en cuanto a lo que tendrían que enfrentarse. Viajarían hasta LV-426 en una nave de combate preparada para estas cuestiones. Tenían todo lo que el dinero podía comprar ¿Qué podía salir mál?