Partida Rol por web

Curioso... -Murmuro mientras intento agarrar con la mano una de las lineas de magia que se arremolinan a mi alrededor.

 Las lineas de la magia se te asemejan a una medusa en el mar. Se mueve despacio, calmada y sedosa, y en cuanto la tocas se te engancha una del brazo y notas como tira de ti. Te zarandea con fuerza e intenta penetrar dentro de ti. Luchas desesperadamente por que eso no ocurra, lo que sabes es lo que te espera más allá y sientes como todo tu ser se va a perder en la nada absoluta. 

La magia quiere penetrar dentro de mí. Podría decirse que incluso quiere poseerme, tomarme bajo mi voluntad, y doblegarme. Empiezo a notar como esos hilos, antes invisibles, ahora violentos, me atan, me agarran, intentar que me una a ellos, y que su demoniaco poder me posea.

No obstante, de una manera super épica, digna solo de los héroes, y con una terquedad propia de un tauren, logro luchar contra los demoniacos impulsos de la misma. En mi interior, mi espíritu, ayudado seguramente por los elementos y la Madre Tierra, lucha con todas sus fuerzas para repeler las arcanas energías que intentan doblegarme.

Lo cierto es que acabo agotado, como si hubiese estado en una lucha de horas, cuando sólo han pasado unos segundos. Esta vez, lo he conseguido, pero es posible que no vuelva a ocurrir otra vez...

 Puedes ver al Doctor delante tuyo como te observa intrigado mientras estas todavía luchando por controlar las riendas de tu destino y en este caso de tu propia habilidad para la magia.

- Ahora concéntrate por ser tu el que la domine a ella. Penetra tu en su interior, tómala por la fuerza y sé uno con ella. 

Puedes sentir como los hilos de la magia se alteran, y ves la magia divina mezclarse con la arcana, llegando a ti como un refrescante cántaro de agua tras una dura jornada de trabajo en el campo.

Asiento ante la orden del Doctor. Sé que no es lo que quiero, que no me va a gustar... Pero debo de sacrificarme. Sólo espero que esto no me corrompa, como ha hecho con tantas criaturas de la escuela.

Así pues, me dispongo a aceptar la magia, pero imponiendo mi voluntad sobre ella. Así, intento controlar los vientos de la magia, controlar bajo mi voluntad esos hilos que se arremolinan con el poder de los elementos.

Espero estar preparado, y que no sea una lucha super épica como en mi último intento, hace unos segundos.

 Puedes sentir su quemadura. Hoy has aprendido algo. La magia arcana es caprichosa y posesiva. Muy acorde con la naturaleza de la misma. Los demonios no se andan con tonterias en estos últimos días. Estando ocupado en imponer tu voluntad contra esos vientos, y aferrandote a la magia espiritual, como ancla para no perderte en la oscuridad arcana, vuelves a ver la figura. Todo lo demás a tu alrededor se torna oscuro y borroso. La figura va cobrando forma ante ti hasta que termina quemandote con su propio fuego interior 

Oyes su voz, profunda como el abismo del que procede

- ¿Que es esto? Tu raza no esta preparada para usar nuestro fuego, y sin embargo aqui te tengo a ti luchando por no caer en la oscuridad ¿Quien eres hombre-toro? ¿Cómo has llegado hasta aqui?

Su voz hace que se te ericen hasta los pelos del cogote. 

Eso no importa... -contesto a la figura, intentando mostrarme fuerte ante el ardor que siento por dentro- ¡Así que apartate y déjame dominar los vientos de la magia!

Realmente, no estoy convencido de querer dominar los vientos de la magia, pero no he llegado hasta este punto para detenerme aquí. Es el momento de darlo todo, o fracasar...

 El demonio te mira desconcertado

- Yo soy quien suministra de magia a tu patético mundo, que los manejes depende de mi y no me has caido bien.

A un gesto de su mano los hilos de la magia comienzan a tornarse en tu cabeza y cuello cerrandose con presión

- Asi aprenderás a tratarme con el debido respeto. 

Caes al suelo inconsciente, y cuando vuelves a ser consciente ves al tutor encima tuyo, blanco y sudoroso

- ¿Qúe ha ocurrido? Has llegado a desaparecer y he sentido conmociones muy fuertes en los hilos de la magia intentando rastrearte ¿Que ha ocurrido?