Partida Rol por web

Finalmente ella retira la mirada, al tiempo que tú también lo haces. No la relacionas con nadie, pero sí tienes la sensación de conocerla. Cuando atiendes al grupo, ves que siguen hablando del Sr. Meyer o más bien, sobre el trabajo que deberíais entregar la semana que viene. Parece que están pensando en no entregarlo ya que.. Él está muerto y el que venga a sustituirlo no tiene por qué enterarse de ese trabajo ¿No?

Terminas tu tarrina poco después y Kate deja dentro de la misma unas cuantas servilletas.

- ¿Quieres que vaya a tirarlo yo? -

Pregunta, por si te molesta el tener que llevar lo suyo también.

Estoy de acuerdo con lo del trabajo...ojos que no ven corazón que no siente.

-No, no. Tranquila. No me voy a morir por tirar unas servilletas. Oye ¿Has visto a la chica de allí? ME suena un montón pero no sé de qué. No la ubico. ¿Te suena a ti?

Me levanto a tirar eso mientras ella mira y piensa.

Agh, que rabia me da no acordarme de algo y tenerlo en la "punta de la lengua".

Cuando te das cuenta, ella está allí. No recuerdas haberla visto moverse, pero es igual, está tan cerca de ti que puedes sentir una vez más esa calma y tranquilidad. Es bastante alta, y no lleva tacones (Raro en las chicas de hoy en día). No necesitas alzar la mirada, puedes ver unas marcas, no unas marcas no, unos tatuajes que se esconden en su camiseta. El cabello de ella se mueve travieso por el viento y sus ojos permanecen clavados en ti, pero no dice nada.

Ehm...¿Cuándo se ha levantado? ¿Y por qué me mira así? Es jodidamente guapa...

Parpadeo mientras tiro la tarrina y la miro de nuevo a los ojos.

-Hola. ¿Te conozco de algo?

Mejor preguntar que darle más vueltas.
 

- Hola -

Una suave sonrisa se formó en los labios de la chica, cuando eso pasó otra vez aparecieron esas imágenes en tu cabeza, como si la conocieses de toda la vida, era frustrante. Sus ojos parecieron brillar durante unos segundos con ilusión, pero esa misma desapareció ante su pregunta ¿Estaba dolida?

- ¿No me recuerdas? -

Me llevo el brazo a la cabeza para rascarme suavemente la nuca.

-Pues no...y es raro porque tengo la sensación de que te conozco de siempre. Como si hiciese mucho que no te viese pero...es frustrante. ¿Nos conocemos entonces? Soy Ryuuga Black.

¿Quién es? Vamos, piensa Ryu...la conoces. Fijo que la conoces.

- Comprendo.-

Sin duda parece dolida por tu respuesta. Mirándote hace un suave gesto con la cabeza, como restándole importancia a tus palabras, incluso desviando el "Nos conocemos".

- Sé que eres Ryuuga Black.-

Lleva una de sus manos hacia el cabello, retirándolo y dejándolo detrás de la oreja con un sutil movimiento.

- Soy Wilhelmina. -

Se gira dándote la espada, antes de echar a caminar te mira por encima del hombro, tiene una mirada cautivadora y atrayente. En sus labios sigue esa sonrisa, pero poco después hace un gesto en el aire con la mano, alejándose de allí sin decir nada más. Dejándote solo, allí plantado.

 - ¡Ryu! -

La voz de Kate suena detrás de ti, no está muy lejos y ella también mira curiosa a la chica que hasta hacía unos segundos estaba hablando contigo.

- ¿Quién era esa? ¿La conoces? -

"Pues es que no lo sé...se llama Wilhelmina, pero de eso me acabo de enterar. Me lo acaba de decir. El caso es que...no sé, es como si la conociera de siempre...."si le dices eso vas a quedar como un chalado...

-No, en realidad no...pero se llama Wilhelmina. No estoy seguro pero diría que es amiga de Rebeca.

Le quito importancia con un gesto.

-¿Nos vamos ya entonces?

Aunque aparente que no, estoy distraido. La mirada dolida que apareció en sus ojos unos momentos antes no me gusta nada. Nadie debería ser la causa de una mirada así en un rostro como ese. Y de alguna manera, yo el que menos. ¿Pero por qué?

- Si quieres, podemos irnos. Los chicos se iban ya, también.

Kate se gira hacia ti, acomodando algún mechón tras la oreja, su cara deja ver que ella tampoco la conoce, es más... No la conoce de nada. Su mano se posa en tu brazo, dándote unas palmaditas.

- Vamos, Ryu, deja de mirarla embobado...

Deja en tus manos las llaves mientras echa a caminar hacia el parking. Aunque antes de alejarse demasiado se gira un poco mostrando una pequeña sonrisa.

- Por cierto, mañana no hagas planes... Recuerda que es tu día, tengo una sorpresa.

Te saca la lengua, echando a caminar tranquilamente, dejándote atrás.

-¿Mi día? ¿Qué quieres decir?- la miro extrañado -¿A qué te refieres?

Jugando con las llaves en la mano, voy con ella hasta el coche.

-No es que no me gusten las sorpresas pero ¿A cuento de qué?

- ¿Eres idiota? ¿Quién puede olvidar su cumpleaños? Pensé que ahora que tendrás oficialmente los 17, podríamos celebrarlo.

Se sube al coche, quitándose la chaqueta. Espera que tú lo hagas también y sigue entonces hablando.

 - Deberías dejar de ser tan... Tan jodidamente refunfuñón, a veces creo que odias al mundo o la gente. Bah ¿Sabes? Haz lo que quieras, es tu día, yo me pasé por la mañana para ser de las primeras, después.. Tírate el día en tu habitación o con quien quieras.

Se pone el cinturón, realmente no está molesta ni enfadada, al menos el tono utilizado no deja ver eso en ningún momento.

-Ah, mi cumpleaños. Es verdad.

Lo había olvidado...

-Si quieres hacer algo, lo haremos. Yo ni me acordaba así que no es que tenga planes o algo así.- arranco. -Y no odio a nadie ¿a qué viene eso, microbia?

Conduzco hacia su casa.

-Lo cierto es que si vienes por la mañana seguramente seas la última. Después de todo el resto de personas que me podrían felicitar viven allí conmigo.- río

Frunce el ceño, parece irritada con la idea de ser la última. Igualmente sonríe ampliamente.

- Bueno, pues seré quien te despierte el día de tus diecisiete.

Ríe suavemente, para después negar con la cabeza, acomodándose en el sillón del coche.

- A veces es lo que das a ver, Ryu, cualquier plan que te propongo siempre le pones un pero...

Acomoda su cabello, alargando la mano hacia el reproductor y poniendo música.

-Eso no es cierto, Kate. He venido a tomar helado. Fuimos a tomar el sol el otro día...fui a la fiesta y no me quejé en absoluto, ni siquiera cuando desapareciste dejándome allí solo cuando la que quería ir eras tú y no yo. Igual que ahora, solo he preguntado "Por qué", no me he negado ni puesto pero.

Apago la música cuando la enciende.

-Así que sueltalo ya ¿Qué leches te pasa?