Partida Rol por web

Se subió al coche mirando hacia atrás mirando fugazmente a Jordana haciendo una ligera mueca de desagrado mientras se metía en el coche. Se subió y cerro la puerta con suavidad. Miro al barbas y se puso el cinturón antes de que pusiera el coche en marcha, parecía que el viaje iba a ser movidito...

Al sentir el aceleron se sujeto a la puerta con fuerza poniendo una de sus manos a la cabeza para no darse con el salpicadero y se estremeció con dolor al sentir que el cinturón de seguridad hacia bien su función presionando su pecho con fuerza ante tal sacudida.

- No hace falta, de verdad, habrá tiempo para correr en la carrera, por favor no aceleres tanto. - Dijo mientras miraba al frente frunciendo los labios sujetándose de la puerta con fuerza y apretando su espalda contra el respaldo del asiento, tenia miedo de estamparse contra algo y más con el muchacho bebido.

El hombre te hace caso y desacelera, pero justo en ese momento un auto pasa al lado de ustedes. Un hombre que no estaba con ustedes y que nunca habias visto le hace una señal grosera al conductor.

"Qué pasa marquita-dice el hombre a Bobby  por la ventana- nos volvemos a encontrar... a ver si esta vez vas más rápido"

Y en esas por el reto el hombre acelera,  y lo deja atrás, Bobby entonces  muestra un signo de rabia y acelera tambien, al fondo..... de repente  van muy rápido, esquivando carros mientras el hombre trata de  sobrepasar a ese desconocido.
 

Lissa miro al tipo y luego a la carretera, tragó saliva al ver lo que podría avecinarse y obviamente sucedió. Lissa antes de que quisiera darse cuenta ya estaba apretando el acelerador, Lissa pego un grito ahogado sujetándose en la puerta con fuerza rezando para que no pasará nada hasta que vio un coche cruzándose casi con ellos.

- ¡Nos vamos a matar y no llegaremos nunca al puerto! - Estaba presa del pánico nunca en su vida había pasado tan rapido entre los coches, temiendo que se estamparían o algo sujetaba la puerta con mucha fuerza.

Y realmente nunca pensaste que así fuera tu final, todo por seguir una broma de facultad, todo porqué quisiste llevar a un hombre ebrio  para que  se encontrara con tus amigas.

El auto acelera, y el hombre sin poner atención a tus chillidos sigue la carrera,   hace curvas locas, tu en una de esas te golpeas la cabeza fuerte, pero no es fatal, lo siguiente vino cuando el otro carro  cerró al de Bobby y este maniobra, lo próximo que observas es un separador en la via y un  vacío.

Puedes sentir como el carro  cae, rueda,  y todo se pone negro.

Lo siguiente que escuchas es un “Pi Pi Pi” constante en tu oído. Abres los ojos. No puedes moverte, casi no puedes hablar.

“Señorita Monrou, soy la enfermera Wilson”- dice una mujer a la que logras ver bien, todo esta borroso-  sé que no puede hablar, esta en el hospital, tuvo hace una semana un accidente..

Suspiras de manera dolorosa, realmente no tienes fuerzas, sientes que vas a morir. Algunos comentarios de los médicos a la distancia te lo confirman, al parecer estas muriendo.

Lissa gritaba a Bobby con la esperanza de que este lo oyera, estaba presa del pánico. Y al ver aquel coche tan de golpe y que el conductor tomara decision que cambiaria su vida por completo. Lissa grito de terro agarrandose al coche para salir lo menos perjudicada posible, sintiendo los golpes por su cuerpo como el coche la machaba lentamente mientras caia quedandose colgada e inconsciente.

Aquellos días tuvo sueños coloridos sobre su infancia, el hogar donde se crio... Era todo muy bonito hasta que comenzo a escuchar los pitidos."Pi... Pi... Pi... ¿Porque no sale de mi cabeza ese sonido...?"

Lissa abrio sus ojos debilitados suavemente y miro a los lados perdida y drogada por las medicinas, el cuerpo le dolia y pesaba bastante. Buscaba con la mirada a alguien y una enfermera se acerco a ella. Lissa no podia decirle nada, intentaba mover los labios y no podia, no podia ni llorar, estaba muy mal y los doctores de su lado confirman sus sospechas. Cerro de nuevo sus ojos con dolor mientras pensaba.

"¿En serio este es mi final...? ¿Todo por una maldita... Inocentada...? Joder... No... No, no y no... Quiero acabar mi carrera... Mis proyectos... Llegar a ser alguien...Mamá... Papá..."

Apreto ligeramente sus puños con dolor mientras hacia un bucle en su cabeza mientras cada vez se sentia mas debil.

Y justo en ese momento, mientras el dolor te invadia y sentias que estabas más  muerta que vida oyes  una voz de alguien conocido, alguien que nunca pensaste encontrar a tu lado en ese momento.

-¿Lissa?, ¿me escuchas?- dice el hombre- soy el profesor Walter Kuznetsov, vine a visitarte...¿podrias tratar de abrir los ojos si me escuchas?

Lissa continuaba en su bucle de pensamientos, atormentada con la idea, no queria morir y no estaba dispuesta a hacerlo, no tan fácilmente, tenia que volver a su casa en Phoenix con titulo en mano para que sus padres se sintieran orgullosa de ella. Sonrió para sus adentros imaginándose esa imagen. "Que bonito seria..." 

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por una voz familiar, "¿Abrir los ojos...? Suena complicado..." Abrió los ojos muy lentamente y veía al profesor de manera borrosa, con mirada débil, no podía decirle nada, no podía ni mover los labios, quería saludarle pero no podía. Su mirada se quedo clavada en el, escuchándole de la manera mas atenta que pudiese.

Lissa, sé que estas enferma- dice el hombre en tono misterioso- sé que, bueno... el accidente fue grave, debo serte honesto,  nunca pensé que esto pasara, los médicos no creen que lo logres, dicen que si sobrevives quedarás con una discapacidad, se que eso no te gustaría. Dice en tono confidente. Eres muy joven, con tantas cosas que hacer, una excelente estudiante y  de caracter brillante, sé que no quieres morir, sé que no quieres dejar de hacerlo sin lograr muchas cosas.

Su voz era suave, pero tambien misteriosa, no te estaba imponiendo nada

  Quería decirte que puedo ayudarte, puedo detener el proceso de morir,  tengo el poder de hacerlo, puedo ofrecerte una vida distinta, una vida donde poco a poco puedes ser alguien importante, reconocida y lider... tu vida no volverá a ser como antes, cambiará todo, habrá cosas que no serán agradables  y deberás hacer algunos sacrificios, pero estarás viva, puedo regalarte la oportunidad de seguir viva, de que te recuperes de este accidente, de librarte de una silla de ruedas...

Pero para ello necesito que me des permiso de ayudarte, puedo darte la vida eterna...

Luego de hablarte se queda mirandote, esperando que pienses. No te obligaba a nada.

Piensalo, si aceptas mi propuesta abre y cierra los ojos dos veces, si solo lo haces una vez comprenderé que quieres que te deje morir y no interferiré.

Lissa escucho con atención al profesor... "¿La vida eterna... Qué clase de lunático eres...? Yo simplemente no quiero morir, eso es todo... Tengo muchos proyectos por delante... Y quiero alcanzar... Lo que a pocos se les da..." Tomo aire por la nariz de manera sonora.

"Esto parece una serie B de estás malisimas... Joder... Obviamente los médicos no se van a preocupar por mi... Más vida tiene un rico... ¿Por qué alguien se iba a molestar por mi? ¿Por que tu, una persona que acabo de conocer?... Joder mi cabeza..."  Frunció suavemente el ceño, daba vueltas a la cabeza, ¿qué hará Lissa?

En la sala solo había silencio, Lissa debilitada apretando sus puños parpadeo dos veces de manera lenta mientras el aparato sonaba cada vez más débiles sus pulsaciones, ¿en serio se había rendido? Tras el parpadeo cerro los ojos soltando de nuevo aire por su nariz de manera sonora.

El hombre entonces se te acercó, como quien se agacha para hablarte al oido pero sin hacerlo, en ese momento sientes que te muerde, y en vez de dolor sientes mucho placer, algo parecido a una sensación sexual, pero estabas tan debil, que esa sensación se confundía con el dolor, con una sensación de morir, de dejar todo, de perder...¿qué estaba haciendo?, no lo sabes, pero si es cierto que poco a poco comenzaste a dejar de sentir fuerza, fue en ese momento que el hombre se separa de ti, te acaricia el cabello, se corta la muñeca y  te da un poco de su sangre.

Un sabor único sientes en tu interior y luego sientes un enorme dolor en el estomago, cierras los ojos luego de una leve convulsión y todo se vuelve negro.

Despiertas, te sientes con fuerzas, pero a tu lado hay un hombre dormido, un hombre que nunca habias visto pero que olía muy bien, no pudiste hacer otra cosa, una sensación animal te invadio y de tu boca salen a relucir unos colmillos que muerden al ser hasta matarlo.

Como si fuera un sueño, cierras los ojos y nuevamente quedas inconciente.

Lissa tras aceptar el trato por el profesor le miro de reojillo acercarse por su lado, extrañada, no podía moverse quizás era una broma del mal gusto y se lo iba a decir, pero entonces sintió aquella punzada en el cuello, sintiendo como su vida iba yéndose cada vez más deprisa con bastante dolor, de hecho si no grita es porque no puede. Toda su vida paso por aquellos cortos minutos en los que sentía sus colmillos con la mirada fija al techo. Sintió ciertamente alivio cuando estos salieron de su cuerpo quedándose con la mirada fija en el techo, hasta que el profesor la movió suavemente para que pudiese beber del corte que se hizo en la muñeca.

La joven de manera inconsciente comenzó a beber muy suavemente, saboreando lo que iba tragando, sabia bien, realmente bien, como aquellos dulces de la panadería francesa, o aquel pudding hecho por mama, le sabia extrañamente bien hasta que el profesor separó su muñeca de ella entonces comenzó a convulsionar como si le estuviera dando un ataque, todo el equipo medico no paraba de pitar y Lissa estaba inconsciente con los ojos abiertos no sabia que pasaba solo sentía dolor, un dolor que se va muy lentamente.

En su inconsciencia comenzaba a sentirse bien, estaba durmiendo plácidamente, "¿Un sueño? Quizás... Bebí en aquella fiesta... Ugh, ¿la cerveza era tan asquerosa...?" Pensó tras acomodarse en la cama para abrazar así al hombre que duerme con ella oliendo su olor corporal sintiendo varias punzadas en su garganta. "¿Qué bien hueles no...?" Dijo abriendo los ojos y efectivamente allí estaba totalmente indefenso a su merced, no pudo evitar lamerse los labios muy suavemente dejando crecer sus colmillos, invadiéndola una extraña y estremecedora sensación en su ser.

Estaba hambrienta, muy hambrienta.

De manera inconsciente y con sus ojos hundido en deseo y hambre clavo sus colmillos en el cuello de aquel hombre haciendo que la sangre fluyera por su garganta sintiendo como la iba llenando y saciando, aquella sensación era indescriptible, como si hubiera calmado algo dentro de ella. Continuo bebiendo muuuy largamente mordiendo en las muñecas o el torso de aquel hombre, matándole, estaba muerta de hambre y no iba a permitirse el lujo de dejarlo con vida, no de manera inconsciente.

Se abraza al cadáver con una sonrisa de satisfacción en sus labios, menudo festín se ha dado en aquel momento. Cerro sus ojos para quedarse totalmente dormida de nuevo tras haber llenado su ser con sangre.

Despiertas  luego de un tiempo en un lugar distinto, no es el hospital, no es siquiera  el sitio donde te alimentaste, una parte de ti sabe que algo no anda bien, y que ya no eres la misma, pero otra no entiende nada.

Cuando despiertas, lo primero que notas es la presencia del profesor que te dice.

Bienvenida, veo que estas despierta, así que deseo que pongas atención, igual esto iba a ocurrirte antes o después pero, por tu accidente debi hacerte la propuesta antes de lo esperado- añade- de hoy en adelante eres un vampiro, y te he regalado la inmortalidad, no podras morir facilmente, dormiras durante el dia y te alimentarás de sangre, como ya hiciste. Es nuestra naturaleza

Señala él de manera diligente.

Eres especial, eres tremere y has comenzado a ser una de nosotros desde el nivel más bajo de la jerarquia, pero poco a poco irás creciendo, eres una aprendiz y yo soy tu siré, tu maestro, dependerás de mi en muchos aspectos por un tiempo. Sé que esto te resultará dificil de comprender pero los tremere usamos el saber oculto, lo que usualmente se llama magia, pero indiferentemente de ello tenemos conocimientos arcanos, ahora estas viviendo en la capilla que es el lugar donde los novatos, o aprendices neonatos. Aqui tendras todo, una vivienda, alimento, enseñanza y sabiduria, no podrás salir de aquí en un tiempo, pero luego podrás crecer y ser alguien...

Tienes potencial, un enorme potencial y es por eso que el regente me ha dado permiso de abrazarte- te mira a los ojos- sé que es mucha información, pero poco a poco lo comprenderás. Ser tremere es un honor, pocos adquieren este grado, la capilla no es una iglesia religiosa, es como llamamos a nuestro centro de estudios y... - aclara-  el proyecto en el que trabajabamos  era la construcción de una nueva capilla en la ciudad,  era por eso que muchos asuntos no los comprendias..

Dice el mirandote..

Si tienes preguntas te las responderé, pero debemos apurarlos, el ritual de bienvenida esta pronto a celebrarse.

Entras a un salón donde hay varias personas hablando un lenguaje que desconoces, una y otra vez. Los puedes sentir en tu mente, lo cual es muy extraño.

Y en la mesa  encuentras una copa  dorada, por el peso puedes asegurar que es de oro, y en su contenido hay sangre.

Hoy aceptas ser tremere, en este caliz estan la sangre de los fundadores, seras fiel a nuestra casa,  seras nuestro hermano hoy y siempre, seras magia constante.... que así sea.

Y sin poder negalo lo tomas, no una sino tres veces, y así quedas por siempre vinculada al circulo interno, y a los lideres tremere, nunca podrás traicionar a tu casa... nunca.

FIN