Partida Rol por web

Durante unos instantes se quedó quieta, sintiendo la tranquilidad que le transmitía Rue y a la vez consciente de que es gracias a la pequeña que se ha salvado de salir disparada por los aires, algo que no sabe cuanto agradecerle pues se supone que ella era la que deseaba protegerla. Algo de vergüenza recorría su mente y sus mejillas se rosaron por ello.

-Gracias...

Se separó muy lentamente de la chiquilla, aunque no se movía demasiado pues aún le temblaban las piernas a causa de la fuerza que acababan de soportar... Y de pronto la niebla, densa y fría helando el cuerpo y dando un aspecto fantasmagórico a la ciudad... Miró hacia los lados y luego al cielo cuando seguidamente posó sus ojos sobre Rue.

-Esto... esto no es normal, deberíamos juntarnos los tres Rue... esto no es bueno. A estas horas no debería haber niebla, no después de mediodía... Está pasando algo y no me gusta... no después de lo que acaba de pasar.

Buscó con la mirada a Clay, aunque sabía en el fondo que no lo encontraría, esperaba que con el gest entendiese que lo buscaba para que se juntasen todos.

Suspiro con calma una vez pasa el peligro y el sujeto termina por desaparecer. ¿Podríamos haber salido indemnes de esa situación si ese monstruo tuviese intenciones homicidas? No dudo de mis capacidades en caso de ser necesario salir por patas, pero las dos chicas me preocupaban más. Consiguieron soportar el gran impacto, así que no son completamente débiles, pero incluso uno de los mejores guerreros de la ciudad no tendría nada que hacer contra esa monstruosa fuerza

Observo como Rise intenta buscarme con la mirada y la escucho tranquilamente. Su idea no es del todo mala, pero prefería quedarme unos instantes más en esta posición. Esta niebla no me gusta nada y, aunque me puede ayudar a ocultarme con mayor facilidad, puede hacer que el resto no sepa que es lo que está ocurriendo. Así pues decido ignorar momentáneamente a Rise y continuar escondido, al menos hasta que decidan moverse a algún otro lado... En ese momento creo que sería bueno juntarnos, al menos para hablar de lo que hacer en ese tipo de situaciones

Cuando todo pasa me quedo un par de segundos quieta, comprobando que todo está bien. Luego me incorporo y soltando una de las manos de la cintura de Rise me la pongo en la nuca, esperando que el frío me ayude a controlar la migraña...Rise...levanto la cabeza con brusquedad y la miro a los ojos.

-¿Estás bien, Rise?.- Le recorro el cuerpo con los ojos, preocupada, y vuelvo a mirarla a la cara.- ¿Te has hecho daño?.

Intento que mi voz suene lo más entendible posible, porque aparte de las rodillas los dientes me están castañeteando también cosa fina. No es el día más divertido de mi vida, precisamente, y parece que no hace más que empeorar. Mientras respiro hondo dejo que Rise reconozca un poco el terreno, y cuando me habla la observo con serenidad a los ojos, intentando comprobar en ellos cómo está. Por lo que veo está resistiendo bastante bien, es una chica muy valiente. Al final sonrío para intentar infundirle ánimos.

-Haremos lo que tú digas. Tú vives aquí, y si me dices que ésta niebla no es normal confío en tí. Tú guías.

Le quito la mano de la cintura y con naturalidad entrelazo mis dedos con los suyos. Es prioritario que mantenga el contacto físico con ella.

Las palabras de Rise se hacen pesadas, su voz, si buen dulce y melodiosa, empieza a sonar de forma ligeramente reverberante. Por un momento, parece como si esa misma neblina antinatural se sacudiese... para volver a la "calma habitual". Suspiráis, manteniendo la compostura, buscando las soluciones más lógicas para seguir adelante, aferrándoos a todos vuestros pilares de la razón para no desfallecer...

Momentos más tarde, escucháis pasos por detrás, por la misma calle por la que habéis venido pasos metalizados, más de un individuo. Clay, gracias a tu prueba de advertir escuchas lo que parecen ser una especie de gárgaras acompañadas de unos gruñidos y distingues cuatro tonos de voz diferentes. No tardáis en percibir como cuatro hombres armados aparecen por la calle, espada y escudo en mano. Se paran a unos doce metros de Rise y Rue, pues no parece que hayan visto a Clay... Uno de ellos observa sus alrededores de forma curiosa, moviendo rápidamente su cabeza , protegida con un yelmo cerrado.

Sus petos, un poco sucios, denotan una larga trayectoria en servicio así como parecen serlo sus dueños, que forman una cuña, siendo el más adelantado posiblemente su sargento de unidad.

-Do-donde está... m-m-mi.. m-m-mi.... - sus palabras entrecortadas, sin embargo, suenan con una serie de altibajos en el tono de voz. Les tiembla un poco el pulso a la hora de sujetar sus espadas largas, aunque por otro lado no parece que estén sufriendo de miedo. Esos mismos temblores, parecen ligeramente erráticos, os confunden momentáneamente hasta que, en un instante concreto, todos esos movimientos caóticos cesan al unísono.

Véis como sus pechos se hinchan y deshinchan a intervalos irregulares, así como se empieza a escuchar su respiración resonar por los respiraderos de sus yelmos. Instantes más tarde, ¡los cuatro empiezan a gritar sinsentido y se lanzan a por vosotras!

No tardó en sorprenderse al ver a los guardias caminar de aquel modo, y mucho menos tartamudeando... Sabía que eran ligeramente especialitos, aunque solo en el sentido de altivos y muy impredecibles pero.. ¿Eso? No era ni medio normal, al menos eso creía ella pues jamás había visto a uno comportarse así por lo que acarició los gatillos de las pistolas con los dedos, pasando a ellos la carga poco a poco.

-¿Están ustedes bie..-

Mientras hablaba notaba como sus formas se transformaban en orgullosos hombres armados listos para atacar y fue allí cuando cortaron en seco las palabras de Rise, quien pistolas ya en mano no perdió el tiempo en apuntar a uno de ellos con ambas armas, uniendo los cañones al frente uno al lado del otro... Que tonta había sido, debería haberse protegido antes...Por su mente atravesaba la espina del miedo, de la duda por unos instantes pero en cuanto vio que ya estaban cercanos no dudó un segundo, no quería que nadie bajo su cargo sufriese daño y en ese momento Rue era una de ellas... Ya vería como explicar todo eso en un futuro, o bien aceptar las consecuencias catastróficas a lo que podía llegar todo el asunto que estaba por suceder en poco tiempo.

-Rue necesito algo de tiempo... maldita sea la he fastidiado... perdóname... Por tonta quizá salgamos mal paradas, espero que no.... 

Cuando veo que los guardias empiezan a avanzar hacia nosotros no puedo evitar soltar un pequeño grito de miedo, pero intento recomponerme. Rise me pide algo de tiempo así que intento dárselo. Hago como me han enseñado, cogiendo todo mi poder en un haz de fuerza y dividiéndolo: la mitad protegerá a Rise, la otra mitad me protegerá a mí. Voy a intentar que para los dos soldados que claramente nos van a atacar seamos invisibles. De ésta manera, el que se le va encima a Rise no la verá, y el que se me viene encima a mí no me verá. Eso debería darle algo de tiempo.

Justo estoy cerrando el nudo que me imagino cuando ato mis habilidades y ya sé que algo no va bien, pero no sé el que, aunque creo que me está dando un ictus. El dolor asciende por mi cuello y hasta mi frente, apenas soy capaz de respirar y me siento como si me hubiera sumergido en una bañera llena de agua helada. Suelto un leve gemido mientras me muerdo el labio.- Lo siento, Rise, he hecho lo que he podido.- Preparada para el embate observo la reacción de los guardias. Al menos debería haber conseguido un par de segundos de tiempo...