La estancia en Vagon es placentera para nuestros heridos caballeros. Atrás quedaron ya los días del torneo. Muchos caballeros heridos se han recuperado y retornado a sus lugares de origen. Otros aun siguen aquí. Unos por heridos otros por ociosos. La paciencia, generosidad y hospitalidad del conde aun no se ha agotado. Realmente el conde no esta ya, y es el castellano de Vagon, sir Elad vuestro anfitrión. Hay quien dice que no se tardará mucho en “ invitar gentilmente a todos los cabaleros a retornar a sus lugares de origen”
En verdad, no solo hay caballeros heridos en Vagon. Algunos caballeros pobres, casi indigentes, aprovechan el comercio y bebercio aquí ofrecido para llenar sus panzas, ver la vida pasar y esperar la siguiente batalla, guerra conflicto y/o similar para procurar cambiar su destino.
En ese panorama ocioso en el que pasan vuestros días y sanan vuestras heridas, algo os hace reaccionar. Sois llamados a la presencia de sir Elad, castellano y máxima autoridad del castillo.
Os dirigis al salón donde os espera el castellano. Tras veros, se levanta y se interesa cortésmente por vuestro estado de salud. En verdad estais ya recuperados plenamente de vuestras heridas.
-Placeme veros enteros et salvos, pues tengo tarea para vos si en verdad aceptarla quieren la vuestras mercedes.
Desde el castillo de Du plain, al este, el castellano sir Neylin reclama por vos. Quiere que a lo antes posible marchéis para los su dominios, pues debe tratar algún tema con de inusual importancia. No dijome el heraldo de que cosa se tratare pero insistime en la priesa del mandado. Decidis pues si marchais an agora o esperáis a la amanecida.
Sir Cadwallon respondió pronto a la petición de Sir Elad. - Acepto con gusto la encomienda, noble Sir Elad, pues no es buena cosa permanecer ocioso tanto tiempo. Gracias a la generosidad del buen Conde Roderick mis heridas han curado y estoy ansioso por devolver sus buenas acciones con cualquier misión que me pueda encomendar Sir Neylin de Du Plain.
Cadwallon no osó hablar por su amigo occitano, Sir Loren, aunque estaba seguro de que se negaría a la llamada a la aventura. Había hecho buenas migas con él en el tiempo que habían pasado juntos en las tierras de Salisbury después del torneo; aunque lenguaraz, mujeriego y dado a la chanza, era un compañero alegre, una vez aprendías a tratarle.
NOTA DEL DJ:
Un pequeño matiz: Hacemos distinción, (como en las ediciones antiguas) entre frances y occitano. Sir Loren es frances, y no remilagado como los occitanos.
Escucho de manera atenta y firme el mandato. Parece ser, que como viene siendo costumbre en estos lares, la hospitalidad se paga con trabajo, a lo cuál ni estaba ni no de acuerdo. Había estado pasando unos días de tranquilidad y ocio en estas tierras, que bien me tenían los músculos oxidados y cansados. Necesitaba un poco de movimiento, un lugar donde el ocio, la fortuna y el buen amor me deparasen buena esperanza.
Escuché que Sir Cadwallon, casi un inseparable en estos días, afirmo su asistencia, así que hice lo propio después de sus palabras.
- Así sea Sir Elad. Y preferiría salir al amanecer, si a mis compañeros les viene bien. - Digo con un gesto abriendo mis brazos y señalando a los presentes.
Sir Cadwallon reprimió a duras penas una sonrisa: por supuesto que Sir Loren prefería pasar una noche más aquí y salir por la mañana; así tendría ocasión de comer, beber y fornicar un poco más.
- Quizá sea prudente salir al amanecer, con las primeras luces, para que la noche no nos sorprenda en el camino. - dijo, apoyando las palabras de su amigo. - Así podremos preparar con más cuidado nuestra misión.
Realmente, hubiera preferido salir cuanto antes, pero tampoco quería contradecir al occitano delante de todos.
Sé que no es occitano... Pero Sir Cadwallon no los distingue mucho y llama occitano a todos los que viven por la antigua Galia xD. Cuando me expliquen la diferencia le comenzará a llamar franco.
NOTA DEL DJ:
ok