Partida Rol por web

Nada de nada, lo típico, borrachos y gente de mala vida a estas horas de la tarde noche.

El grupo seguía encallado een aquel tugurio de mala muerte. El nuevo amo además, se jactaba de la suerte que había tenido una vez Lura había sido borrada del mapa, aunque su ayuda para hallar el remedio hasta el momento había sido nula. Vlado, al igual que el resto de sus compañeros comenzaba a desespererse...

Junto a Ailush, había removido todas las botellas de las estanterías, y apesar de eso, no había encontrado nada que le llamara la atención. La sacerdotisa de Serenrae, le había confirmado que ninguna de esas botellas era mágica, con lo que la idea de que una poción se encontrara mezclada con las de licor, se desvaneció de un plumazo.

Estaba perdido y estaba a punto de claudicar. Pero antes de marcharse, decidió palpar la pared que quedaba tras la estantería, tal vez encontrara un hueco o algo donde guardar cosas de valor.

Ya no tenía nada que perder...

Vlado mira las botellas moviéndolas de un lado para otro y de nuevo moviéndolas para otro lado, pero nada no da con una que pueda ser un antídoto, todas son demasiado grandes para este cometido. Encuentra ahora todo un compartimento de pequeñas botellitas pero no sabe si alguno de ellos podría ser hay más de 30.

Tras mover botellas de un lado a otro, el bufón pareció topar con lo que parecía una pared falsa. Levantó la cubierta y su cara se iluminó al ver que en el interior del compartimento secreto, había más de una treintena de filtros y pequeñas ampollas. Sin perder un segundo, el pícaro volvió a dirigirse a Ailush y mensifo, pues necesitaba de las habilidades de estos para detectar propiedades mágicas.

- ¡¡Parece que hay algo aquí!!... Hay... hay muchas ampollitas de brebaje- dijo llamando la atención de ellos. -¿Podéis mirar si alguno es mágico?.

El brujo conjuró un hechizo de detectar magia y se puso a sondear las pociones . Trata de evaluar si son del mismo brebaje o si se repiten diferentes tipos de líquidos.

Nada es mágico, te parecen extraños ungüentos y muchas drogas.

- Parece que no hay nada mágico, pero son ungüentos con lo que quizás alguno sea el remedio para el muchacho.

Sin decir más se preparó para marcharse. Finalmente habían conseguido, al parecer, lo que querían y además se habían enterado de que la fallecida dueña estaba con el consorcio. Seguro que sus jefes no tardarían, si no lo habían hecho ya, en prepararles una emboscada.

Mentalmente volvió a llamar a su amiga animal para que examinase las calles alrededor en busca de algún movimiento sospechoso.

Khyron se alejo de la puerta, desde donde no había notado nada sospechoso afuera, y se aproximó guisarme en mano a observar el reciente descubrimiento.

El explorador, se quedó a varios metros, mientras revisaban los diversos ungüentos, y sacó una pocima curativa del cinturón.

Antes de que Mensifo abandonara el lugar, Vlado llamó su atención. El pícaro comenzó a extraer todo los botellines y filtros que allí se acumulaban, apilándolos sobre la barra. Cuando el compartimento fue vaciado, intentó buscar falsos fondos en o paredes huecas en su interior.

Encuentras un botecito en el que pone Rulkeep...

El bufón continuó sacando botecitos a la mayor velocidad que sus enjutas y huesudas manos le permitían. Habían muchas... ¡¡Muchísimas!! Pero no podía desfallecer. La vida de un niño dependía de ello, y él había matado a una persona para conseguir el remedio que le permitiría vivir. Aquella misión le había pasado factura y sólo deseaba que aquella muerte hubiera servido para algo...

De repente, mientras extraía los botes para que Mensifo y Ailush los inspeccionaran, se detuvo en uno...

- ¡¡Rulkeep!! ¡¿Quién es Rulkeep?!- preguntó el pícaro mientras sus ojos volvía a extrabiarse en una mirada estúpida y cruzada - ¡¡Senzer Rulkeep!! ¡¡Así se llama el alquimista semielfo!!- Sonrió maravillado y excitado de emoción. -¡¡Éste es el remedio!!- afirmó mientras enseñaba el pequeño filtro etiquetado con el apellido del alquimista. - ¡¡Ya podemos irnos!!

El inmutable rostro del brujo permaneció tan inerte como de costumbre pero en su interior reconocía la perseverancia que había mostrado el bufón. Tras guardar algunos de los frascos que consideró interesantes en su mochila miró a la calle y cuando sus compañeros estuvieron listos salió del lugar sin una mirada atrás al posadero.

Una vez con el "antídoto" en su poder los pathfinder salen del local y se dirigen de nuevo a la tienda y casa de Senzer el alquimista. 

Una vez descubierto el antídoto, Khyron se acerco también, en busca de otros frascos que pudieran tener algun "apellido" en su etiqueta, y se los guardó todos.
Podriamos descubrir que hay más victimas extorsionadas... pensó.

Al final, viendo que lo poco que quedaba podría tener algún valor también, le hizo una seña a Lirianne y a Ailush para que le ayudaran a llevar el resto de los frascos.