Partida Rol por web

Es el final.

¿Sabor amargo? Así es la vida. Dura. Sucia. Implacable.

Un destino que no puedes esquivar. Un tsunami imposible de evitar. Te atropellará, te aplastará, te sobrepasará y ni siquiera se dará cuenta.

Pero no estás muerto. Y eso no lo puede decir cualquiera.

Superviviente.

Al final me tomaria un descanso.

Si bien era el momento de poner orden en la ciudad y solo Jericho tendrian la fortaleza y el sentido comun para poner orden en el caos, primero habia que limpiar la casa. El descanso serviria para poner orden a mis ideas, establecer una clinica en un lugar seguro y organizar la mejor manera para acabar con el gobernador antes de que se fortaleciera. No teniamos mucho tiempo pero teniamos el resto de nuestras vidas.

Ahora que no estaba Umbral tal vez Smail podria enseñarme a dominar la Voragine. Aun me daba miedo pero habia logrado tener un poco de confianza a aquel loco.

El futuro se motraba con esperanzas y ahora gracias a Jericho tenia mi propia moto. Era feliz.

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Smail consiguió destripar al cabron que le habia separado de su caja de juegos ..., y al desaparecer el gobernador su actividad se incremento ..., a veces servia como acolito de Fenix, pero ella sabia que Smail era demasiado caotico a veces incluso para la orden, así que le dejaba cierta libertad ..., el Caos reprimido y bajo control era demasiado peligroso como para contener en las manos ...

En cuanto a Jericho, Smail entablo una especie de amistad ... si eso fuera posible con Smail, pero siguieron cabalgando de vez en cuando, cuando le pedia ayuda y le interesaba, o cuando deseaba crear caos en otros lugares, Smail era caprichoso, pero generoso en dar Caos al mundo ...

Con Jade, Smail no se habia confundido, era una chica interesante, y por ello la tuvo durante años vigilada ... hasta que al fin vio como salia su espiritu de destrucción ... y comenzo a enseñarle los bastos confines de la voragine ..., tal vez deseaba que la acompañara para que le ayudara a encontrar su cordura o aquello que habia perdido en ella ... ( no lo dire aqui aun jijijij), o tal vez solo deseaba traer al lado oscuro a esa inocente chiquilla, quien sabe ... o le recordaba a otra persona ... mmm tal vez lo que buscaba realmente era la redención, o sustituirla ..., ni el mismo Smail podria responderte ... tal vez lo voragine si, pero Smail jamas se preocuparia de eso ....

De Umbral ... JAJAJA ,mejor no contarlo, pero tal vez la matara ... o tal vez solo le dio un regalo que jamas olvidaria ... quien sabe ... lo sabes tu?, tal vez si lo deseas descubrir Umbral te mataria ... o el miedo que te invadiria ..., quien sabe JIJIJI.

FIN

[ÚLTIMA CANCIÓN PARA CERRAR]

Los Burning Freewheels jamás habían tenido "sidecars*" hasta la acogida temporal de Smail como Killing Joke. Después, tras volar el hospital y regresar a Ciudad Lineal, también aceptaron a Jade como miembro auxiliar.

A Camino no le hizo demasiada gracia saber que iban a perder a un enemigo potencial, pero la inestimable ayuda de Jericho con la ciudad y la posibilidad de establecer una alianza con Fénix que aliviase las tensiones libraron al motero del exilio. Con la protección de los guerreros sacerdote de la Capilla de la Resurrección y los mercenarios que compraron tras saquear Chamartín, Ciudad Lineal ya no necesitaba tan imperiosamente a los Burning Freewheels, por lo que pudieron recuperar su libertad.

Con el paso del tiempo, Jericho trataría de mejorar las relaciones con Hammer mediante una ofrenda de paz. Cuando averiguó que el Gobernador y Umbral había estado detrás del ataque con el que rompieron su alianza, accedió al cese de hostilidades. Sin embargo, ambos mantuvieron ciertas distancias. 

Jericho buscó a Umbral, pero tanto la mujer como su secta desaparecieron del mapa. Tal vez habían abandonado Madrid, quizá el tecnócrata y ella se habían ocultado porque tenían otros planes, o puede que Smail disfrutase de las mieles de la venganza. A él le traía sin cuidado. Volvían a ser libres, en la carretera, y a la sombra de un inestable imperio en expansión. Lo único que le importaba era volver a cabalgar el asfalto y ya no había nadie que le retuviese.

¿Qué podía salir mal?