- Espere un momento relojero! .... No sé si pueda intercambiar a mi bello caballo por ese lindo collar o un par de sus bombas? - Dice Trinity cuando se acerca al peculiar mercader antes de que se aleje en su aún más curioso vehículo, ya que por el momento cae en cuenta que el intercambio podría ser interesante
Perdón director pero expondré en el offtopic mi desacuerdo
Te lo voy a poner en privado porque no creo necesario rolearlo y darle vueltas.
Como puse en el post explicando las compras, el precio de los Productos NO es negociable, y más teniendo en cuenta que estás intentando estafarlo en su cara.
El "Si cuela, cuela" en mis partidas no solo nunca funciona, es que suele ser bastante contraproducente. Y es la segunda vez que intentas algo así... Espero que no haya una tercera porque no tiene ningún sentido.
Luego de ver un rato lo que tenía a la venta El Relojero, con la mano tomé 2 antídotos y 1 medicina simple. Con la mano libre alcancé hasta un bolsillo dentro de la gabardina, saqué el dinero y se lo di, pero entonces me quedé mirando por un largo rato aquellas Plumas de Ángel, frunciendo leve el ceño mientras trataba de sopesar el precio, pero luego negué con la cabeza y terminé por pagarle al Relojero.
-¿Vendes algo además de información y estas cosas?- Pregunté con curiosidad mientras guardaba los frascos en uno de los bolsillos de la gabardina. -Como por ejemplo transporte o algo parecido... También quería saber a donde piensas ir luego de que termines tus asuntos aquí.-
Medicina Simple: C
Antídoto: O
-Lamento que mis mercancías no sean de su completo agrado, mi señor...- tras la máscara se podía intuir un gesto apenado- Suelo estar bastante más surtido, pero la Guerra ha hecho estragos en mis suministros. Con todo, soy un sencillo mercader, además de mis noticias y mis pequeñas creaciones no tengo demasiado que ofrecer. En ocasiones artículos de lujo para gustos extremadamente refinados, pero me temo que nada parecido a bestias de carga para viajes... nunca me ha llamado la atención semejantes artículos.
-Recuerdo una ocasión en la que cayeron en mis manos flores de sangre, muy raras y valiosas. Incluso un frasco con tres luciérnagas de las cavernas. Pero son artículos extremadamente raros... y como le digo...- hace un teatral gesto enseñando sus estantes vacíos aunque escrupulosamente limpios- Ando bastante desabastecido.
-Con respecto a su siguiente pregunta, ¿Quién sabe cuando nuestros caminos volverán a cruzarse? Este humilde mercader se deja llevar por los rumores y suele estar siempre donde sabe que puede hacer un buen negocio. Comprobadlo vos mismo, mi gentil hombre, apenas tengo mercancías que vender en la ciudad... ¿Y que es un comerciante sin mercadería más que un inútil? Con los bolsillos repletos, he de decir, y agradables sorpresas con la que no contaba. Permaneceré unos días en la ciudad y después partiré hacia el Norte; tengo entendido que en las Tierras Verdes puedo conseguir buenos precios, o quizás más allá de los bosques de Lobos, hacia Norsca... Aun no sabría aseguraros mi siguiente destino.
. - Yo también lamento que mis aún más limitadas mercancías no sean tan refinadas para su exquisito gusto nuestro oportuno y poco abastecido mercader, pero espero que nuestros vámonos sean lo suficientemente benévolos e interesantes cómo para poder encontrar nos de nuevo con algo artículos o información valiosa que intercambiar! -. Le responde Trinity al relojero mientras qué se despide con la mano justo antes de que suba a su extraño transporte y se retire, dejándolos aún con el soldado, al que se acerca la emisaria para entregar le la rienda del caballo, cuando le dice:
. - Por favor encarguese de cuidar y alimentar a mi caballo mientras regreso, que se lo compensare justamente! -. Entonces Trinity toma su mochila de viaje y le da una palmada al lomo de Matrix antes de regresar con el grupo para comenzar juntos la marcha, una vez que tomo el mapa para revisar la ruta mientras qué dice al resto con voz baja y a solas:
. - Apenas ayer el portavoz del consejo de la ciudad me ha pedido que dirija un grupo de aventureros desconocidos para supervisar que las obras de un nuevo proyecto tecnologico que el mismo ha impulsado siga avanzando porque no han tenido retroalimentación alguna recientemente señor Harosuki! Pero me ha pedido seamos discretos, rápidos y estemos atentos a posibles complicaciones en el camino! Alguien más falta por presentarse? Este podría ser buen momento!
Pará la historia me parece importante esto último en el preludio, pero si alguien quiere redondear su presentación me parecería interesante
Al parecer, la perfecta que guiaría el grupo también estaba enredada en todo esto por culpa del consejo, su posición no debía ser tan alta entre los estándares de los perfectos para que le hallan propiciado ese tipo trato… A no ser que estuviese mintiendo por supuesto. Harosuki no paso por alto la sensación que le indujo Virgilio. Aunque el psíquico no tenia razones para preocuparse por la seguridad de la chica rubia, Harosuki entendía su reacción, pero al mismo tiempo, no la iba a dejar pasar sus acciones así sin mas. Pero este no era el momento para represalias, pero le seria pronto.
Las respuestas del relojero no satisficieron a Harosuki. Ese hombre habia dicho que tenia información de la mas secreta ¿Porque no sabia nada del sindicato o de El Ejecutor? Aunque las razones de relojero para no saber esas cosas eran obvias, Harosuki no era un hombre que de verdad entendiese que desde un principio El Relojero habia “dicho” que esas no eran preguntas que el pudiese responder. De todas maneras, ese era Harosuki, si no se le hablaba de frente, el no entendía. Después de hablar con El Relojero y comprarle medicinas varias, Harosuki se aparto un poco de aquel extravagante carruaje para darle espacio a sus compañeros para hacer los negocios que tengan que hacer con el relojero. Pero eso si, mientras el joven Tobias negociaba su extraño trato, Harosuki no le quito el ojo de encima. Lo observo discreta pero constantemente. Si el chico intentaba algo el samurái lo vería e inmediatamente pasaría corregir al chico por cuenta propia. Aun así, las manos estuvieron alejadas del crimen durante todo el negocio. Eso mejoro un poco la imagen de Tobias ante Harosuki. El chico no era un alma perdida si no una en peligro de perder su camino, mucha mas razón para prestarle aun mas atención a sus acciones, Harosuki es un defensor de la justicia, su trabajo es eliminar al mal y proteger a los correctos y, si podía, salvar a cuantas almas pudiese de la influencia del mal, por ende, era trabajo de Harosuki proteger a Tobias de terminar de caer en el abismo del crimen.
Hubieron bastantes acontecimientos, todos relacionados con El Relojero. Unos se quejaban, otros sospecharon de el enmascarado. En cualquier caso, después de hacer llorar al pequeño y terminar de vender sus mercancías, el exótico mercader encendió su maquina de nuevo y siguió su camino y era hora de que Harosuki y su grupo hiciesen lo mismo. Harosuki fue uno de los primeros en empezar a caminar, aun así, no fue difícil para la líder del grupo alcanzarlo y rebasarlo, pues los pasos del samurái se detuvieron justo al lado del peli-naranja. Harosuki se paro a su lado, sin mirarlo a la cara, hombro junto a hombro, la mano izquierda posada sobre la empuñadura de la katana, no agarrándola si no nada mas descansando sobre el arma. Entonces Harosuki habló con el tono de voz suficiente como para ser escuchado solo por Virgilio y nadie mas.
- Mi espada jamas derramara sangre inocente -Dijo haciendo referencia al incidente anterior- así que tu compañera jamas estuvo ni estará en peligro en mi presencia, pero, ten esto presente. Si llegas a demostrar que no caminas por el camino de la justicia deberás preguntarte:, mi espada o tu mente ¿Que sera lo mas rápido?
Al terminar sus palabras el samurái retomo su camino sin voltear la mirada hacia Virgilio. El tema no volvió a ser tratado durante el viaje, o por lo menos durante el principio del mismo, de todas maneras, los problemas no tardaron en llegar…
Ciertamente el mundo no dejaba de sorprender a Virgilio con las personalidades que podía encontrar, siendo el relojero el protagonista de aquella escena donde no sabria bien como describir al carismático vendedor, uno que más allá de simplemente vender artículos y rumores también parecía tener algún don para tomar algo más allá de lo físico, algo que intrigaba en gran medida al pelirrojo a pesar de que no preguntaría nada al respecto… no a él, no ahora…
Pero tal vez estaría poco acostumbrado a trabajar de aquella manera que Virgilio tardaría en percatarse de algo bastante importante en ese tipo de misiones, algo de lo que solo se daría cuenta cuando Trinity lo mencionó antes de partir.
-Virgilio… -se presentó a aquellos que no le conocían con un ligero asentimiento de cabeza. Ni un “disculpas”, “mucho gusto”, o cualquier otra cosa que alguien diría normalmente al presentarse tardíamente: el hombre de extraños ojos era directo...
Así mismo, una vez afuera mantendría su vista al frente mientras sentía la cercanía del samurai, escuchando atentamente sus palabras sin llegar a voltear o siquiera responder: habían sido unas fuertes declaraciones las que Harosuki había hecho a Virgilio, unas que no olvidaría y que tendría siempre en mente durante la misión a la espera de que el guerrero musculoso llevase a cabo su juicio, uno para el que estaría preparado...