Partida Rol por web

La respuesta de Yoshito Kouhei tomó por sorpresa a Mamoru Ai Yastis, que, de un salto, se levantó de la silla y golpeó la mesa con el puño; al parecer todo su plan de hacer que la novata fuera a limpiar los baños había fracasado estrepitosamente, y eso que tenía la ventaja de haber visto venir a Yoshito Kouhei desde la lejanía por el pasillo.

-¿¡QUÉ!?. -Gritó, sin saber si estaba más sorprendido, contrariado porque no había que desatascar el baño que siempre le tocaba a él, o simplemente asustado porque le tocaría trabajar.

El jefe de jefes, el jefazo máximo, el jefatron 9.000... parecía estar satisfecho con la reacción de Mamoru Ai Yastis, o al menos no se mostraba sorprendido que esta fuera la que hubiera tenido después de tanto tiempo en la que ambos habían estado trabajando juntos.

-Un mago que estaba actuando en la inauguración de la Biblioteca municipal cortó en dos a su ayudante con una sierra y no pudo volver a unir los pedazos...

Mamoru Ai Yastis, derrotado, cayó de nuevo sobre la silla de su despacho y con la mirada perdida, vacía incluso, tan solo fue capaz de decir una única frase, la cual, ni siquiera parecía estar del todo bien escogida; aunque tampoco se le podía pedir demasiado a este hombre.

-Nunca me fie de ese truco... -Comentó casi en un suspiro- Los magos son de por sí malas personas, guardan en espacios confinados a pequeños animales para sus trucos... apuesto a que ni alimentan a los conejos para que pesen menos y quepan mejor en sus sombreritos ridículos... Malditos maltratadores de animales...

Lo que sí parecía evidente era la tremenda hipocresía que tenía el propio Mamoru Ai Yastis, pues incluso Yoshito Kouhei giró la cabeza para mirar aquel esqueleto del Loro que murió por inanición aún metido en aquella jaula; pese a ello, no dijo absolutamente nada al respeto.

-Los quiero a los dos allí. -Ordenó el Jefazo Maestro- Investigadlo. -Y con esto, se marchó por donde vino, tratando de esquivar los periódicos más sucios y empapados por el camino.

Con toda aquella introducción hecha, tan solo quedaba una pregunta en el aire, pregunta que, claramente, Mamoru Ai Yastis, iba a ser quien se la hiciera a aquella novata aprendiz de detective de homicidios en prácticas. La pregunta era evidente, y aún así completamente necesaria...

-¿Lista para resolver un asesinato?. -Le dijo mientras se levantaba de la silla.

Mire a ambos detectives aliviada, al parecer no me va a tocar limpiar el baño aunque no me gustaba nada la mirada que me dio el jefazo. Mire a mi compañero qué al parecer por fin había aceptado que fuera su compañera. Con gran alegría me coloque junto a la puerta mientras le sonreía.  

¡Si, señor! No le decepcionare. ¿Nos vamos entonces?