Partida Rol por web

El día había acabado, habíais seguido a Titty con la ayuda de Soram hasta otro punto de la ciudad, donde la mujer parecía mucho mas relajada.

Finalmente Titty realizó una llamada hacia la central creyendo que os había perdido y cuando os llamaron a vosotros pudisteis confirmar con orgullo que sabíais perfectamente donde estaba Titty y todo lo que había realizado.

Habíais demostrado vuestra valía y era el día siguiente en los despachos del DPS.

Casi todo el mundo esta en el DPS repartido por la cafetería a excepción del viejo y Newman que están en la sala de entrenamiento.

Titty está en la cafetería junto a Parish, con expresión de molesta mientras la rubia bromea con ella.

-Tenias que verte la cara cuando te dije que los novatos te tenian pillada, jajajaja-

-...-

Soram hizo un buen trabajo y por suerte tu aspecto destaca entre la multitud. - Me justifico casi somo quitándole peso, mientras juego entre mis dedos con una cucharita desechable del café.

-Lo dice por tus tetas.- Añade Paddock desde otra mesa.

Durzo estaba fumando batante contento por el resultado de la prueba. No se lo habría confesado a nadie, pero después de cómo había salido la última estaba un poco nervioso de que volvieran a cagarla.
El comentario final de Paddock hizo que soltara una buena carcajada.

Yo no lo habría dicho así, la verdad, aunque no negaré que le sientan muy bien.
Pero que sepas que no fue facil, casi nos despistas en los probadores. Menos mal que Soram es bueno.

Sonrío al comentario de Paddock y lo amplio fingiendo una breve risa la réplica de Durzo - la verdad es que si. - pero la verdadera verdad es que no he entendido muy bien el motivo. Sin lugar a dudas la talla de pecho de Titty se sale de la media, pero no veía en ello el la razón por la que debía de ser motivo de broma.

-La suerte del novato.- Dice malhumorada Titty.

Soram no puedo menos que asentir a las palabras de la pechugona Titty.

- Tienes razón Titty, esta vez la suerte nos ha sonreído y hemos podido lograr que el seguimiento fuera exitoso. Tal vez la próxima no lo sea. – Comento el Nugenico. Mientras cambio de objetivo de la conversación y miro a Paris. – Paris, ¿Qué tenemos ahora que hacer?

-Nada.- Dice alegremente la chica.

-Esperar a que pase algo y nos necesiten ... con lo que podéis aprovechar este tiempo para entrenar, buscar información, holgazanear ...-

Bien. - Asiento con firmeza y lanzo mi cucharita de plástico que tenia entre mis dedos, acertando de rebote el pequeño cubo de la basura. Por un instante se me escapa una leve sonrisa de satisfacción por ese pequeño éxito.

Miro a los que han sido mis compañeros, pero aun me parecen extraños, casi tanto como el resto. Y de repente me descubro en un incómodo silencio y envidiando el carisma de Parish para desenvolverse en este tipo de situaciones que tanto me incomodan. Me rasco la nuca sin tener picor.

Voy al gimnasio. - Digo al final. Al menos ahí me siento cómoda. - Paddock, he oído que eres el mejor entre las cuerdas. Si te apetece patear algo que no sea un saco ... - Dejo el final de la frase al aire, suponiendo que se entiende lo que estoy insinuando.

Con eso me despido con la cordialidad apropiada y marcho para ponerme una ropa mas apropiada para pegar y ser pegada.

Levanto la vista de la bandeja de comida, cuando me percato de que la conversación a terminado y la gente empieza a marcharse. 

Me incorporo pesadamente y me dirijo con paso rápido hacia la salida.

-Espera Alex, yo también voy al gimnasio. 

Cita:

¡Oh!. Si. Caro. - Sonrío de repente por las sorpresa de sorprenderme con las palabras de Buccaneer. Ya en la desastrosa simulación del Nakatomi, había visto su empeño por usar los brazos y francamente, sus movimientos estaban mas dominados por el ímpetu que por la técnica. No le vendría mal mejorar en ese aspecto. - ¿ Te apetece chocar los puños ? - Bromeo levantando los mios por delante la cara emulando a un ansioso púgil, a pesar de que no es el estilo con el que he sido programada.

Estaba casi segura que podía aprender cien veces mas delante Paddock dándome una paliza, que de yo dándosela a Buccaneer. Pero ... un oponente real siempre es mejor que un inmóvil saco de 80Kg. colgando del techo.

Ante la aclaración de Parish de que no había ninguna misión nueva, ni nada que pudieran hacer, Durzo también se decidió a entrenar un poco. Aunque desde luego no con los puños. A él le gustaban más las armas.

Pues visto lo visto, me voy a la galería de tiro. Y a echarle un vistazo a las armas que teneis por aquí. Por si hay algo interesante.

Pasan las horas donde os entrenáis a lo vuestro, los otros agentes parece que prefieren charlar y pasar el rato en la cafetería, bromeando entre si.

Finalmente recibís un aviso de vuestro superior. James Miller. Para que os presentéis en la oficina.

Cuando llegáis allí el hombre os saluda con su semblante serio y poco amigable, aunque no hostil ni mucho menos.

-Buenos días señores, ¿todo en orden? Parish me comentó que habíais pasado su primera evaluación con éxito.- Comenta casi sin levantar la mirada de unos informes que tiene delante.

El entrenamiento había sido mas aburrido de lo que esperaba y en menos de 20 minutos ya me había decidido por dejarlo. Una ducha rápida, me volví a poner la ropa de calle y salí al exterior. Me puse a andar como otras veces, sin un rumbo fijo, convirtiéndome en "una mas" de esos cientos de caras anodinas que ocupaban las aceras. Pero esta vez ya no fue como los primeros días y no tarde mucho en volver. Sin saber muy bien porque, pero tenia ganas de romper algo. Por desgracia no había nada que pusiera servir sin meterme en problemas que no necesitaba.

En el momento que me llega un mensaje para reunirme con James, casi me alegro de la interrupción.

Llegando ya al despacho de Miller, veo a algunos de compañeros mas veteranos aun en la cafetería - ¿ No se han movido de aquí ? - Me pregunto sorprendida, aunque con in regusto de envidia.

Buenos días Sr. Miller - Saludo con la cordialidad que dictan la situación, y me planto un par de metros por delante de su mesa(dejando sitio para el resto). - Si. La verdad es que se agradece el sabor del éxito, aunque solo haya sido una pequeña evaluación.

Soram había decidido quedarse en el lugar iba a hacer unas preguntas a “Titty”, pero opto por dejarlas para otro momento. Sabia que podía estar disgustada con ellos y no por eso quería agravar más la situación, el más que nada sabía que había sido pura suerte el lograr seguirla. Sus maniobras dejaban a las claras lo experta que era en aquellos temas y el por su parte deseaba esa pericia.

Por lo demás, recibió una transmisión de una reunión con su superior, por lo que tomo rumbo hasta el despacho y allí espero hasta ver que deseaba el Sr. Miller de ellos. No podía dejar de pensar en todo lo acaecido en los últimos días.

Después de haber vaciado unos cuantos cargadores, Durzo ya se encontraba un poco más animado. Eso y el hecho de que no la hubieran cagado en la prueba eran buenas noticias.
Aunque tenía ganas de ir a una misión de verdad. En ellas los planes raramente salían como se habían previsto, por lo que la necesidad de improvisación era imprescindible.

Estaba fumando un cigarrillo y pensando en todo eso, cuando recibió la llamada de Miller. No quería hacerle esperar, por lo que fue rápidamente a su despacho. A pesar de ello, Alex y Soram ya estaban allí.

Señor.

Saludó brevemente pero con educación.

Sí. Es bueno no cagarla para variar.

No quería haberlo dicho en voz alta, pero cuando se dio cuenta ya no podía hacer nada.