Partida Rol por web

─Puedo encantar un escudo para hacer a su portador inmune a armas de madera, como lanzas y flechas, en doce ocasiones al día, ni una vez más. Ni una nube de flechas podría alcanzarle, pero la decimotercera vez, ninguna magia le protegería. Si aceptáis estas condiciones, os fabricaré el escudo por 90 libras de plata.

La inversión de vis que suponía la fabricación de aquel objeto, 3 peones, les permitiría asegurarse a los magos el ingreso de 90 libras de plata, 90 libras a las que el bueno de Galeran no tendría acceso y que podrían guardar en una suerte de contabilidad alternativa o Beta. 3 peones, a 10 libras de plata por peón en los mercados habituales equivalían a 30 libras. Con este movimiento y al coste de una estación, estaba triplicando su productividad, por así decirlo. Tal vez aquella forma de asegurar ingresos para los magos no fuera mal.

Otra opción, claro está, era no llenar el cofre de Galeran con los ingresos que habían logrado los magi para la Alianza. Aunque de buen seguro era una opción de lo más razonable a los ojos de los magos de Sycaminon, Lignum veía poco probable que el mundano a cargo de la fortaleza mundana fuera a entenderlo fácilmente...

- Prrfff… ¿12 veces? ¿Qué pretendéis? ¿Qué esté contando los usos en el combate? Jajajajajaja – se río de la propuesta sin ninguna delicadeza – Eso de poco me valdría. Pensaba que erais magos poderosos. – dijo con desdén – Si no me podéis ofrecer un escudo inmune a las flechas de verdad, ¿qué me podéis ofrecer? – preguntó con un tono que dejaba claro que sus esperanzas en las capacidades de los magi eran mucho más bajas que antes.

─Puedo, pero no por 90 libras de plata. Puedo ofreceros un escudo que os haga inmune a flechas y lanzas todo el día, pero os costaría el doble, 180 libras⁽¹⁾ ─sentenció simplemente el Verditius.

El coste de realizar tal escudo sólo lo conocía él, en base a sus cálculos mentales de una ciencia que le resultaba tan propia como el respirar. No obstante, era bien sabido que los miembros de su casa eran capaces de lucrarse especialmente a través de la fabricación de objetos mayores, pero que eso no implicaba, necesariamente, un gran gasto de peones de vis... a ellos. No así para otros magos que trataran de emular sus prodigiosas capacidades en el laboratorio.

─Dadme vuestra promesa de haceros cargo del estipendio y me pondré a trabajar diligentemente en el escudo. De lo contrario seguiré con mis estudios.

- ¿Os reís de mí? – contestó con evidente enfado levantándose de la silla - ¿Primero me habláis de tonterías de contar las veces y ahora sí podéis hacer algo útil de verdad? ¿Es esa forma de negociar, Lignum? – se encaró con el Verditus apoyando las manos sobre la mesa – Haced el escudo de verdad por 90 Libras o no lo hagáis. – añadiendo un tono amenazador al final antes de salir airado de la sala, seguido de Belmont y por último de Kemish, quien había dedicado una larga y tensa mirada a Lignum.

"Y por eso no se puede andar mercadeando objetos mágicos con mundanos", pensó Teotimus cuando vio salir a Galeran de la sala. Pero se cuidó mucho de decir nada al respecto.

─Dios os guarde de las flechas, buen Galeran, porque mis objetos no lo harán... ─murmuró Lignum cuando Galeran, Belmont y Kemish se fueron.

Lignum no era una persona orgullosa, muy especialmente si se tenía en cuenta la especial debilidad de su Casa por la arrogancia. No obstante, aquellas duras palabras del noble, muy poco meditadas por su parte, encajaban en las de un guerrero descerebrado, no en las de un hábil noble con visión de futuro. No tardaría en morir y él no tendría que hacer nada al respecto... En cualquier caso Galeran tal vez les sirviera como escudo ante los mundanos de momento, pero no era el tipo de noble que le convenía a Sycaminon. Tal vez hubiera que hacer algo al respecto y repentinamente al experto mago de laboratorio se le había ocurrido como.

El Verditius respiró profundamente, dio una palmada en sus muslos, se levantó y fue de regreso a la torre de los magos.

Leocart levantó las cejas cuando Galerán abandonó la sala. 

Como podeis ver tratar con la nobleza es un Arte más complejo y exótico que el insondable Vim. Dijo con una sonrisa. Estareis de acuerdo que en cuanto antes se case y tenga un heredero, convenientemente menor, más tranquilos estaremos.

- No del todo, pero no es el mejor momento ni lugar de hablar de ello. - contestó escuetamente Sahm que había observado la escena en silencio midiendo a los participantes, sus palabras y sus reacciones.