Tras la batalla del Árbol de las Almas, la presencia de la RDA en el planeta Pandora fue severamente cuestionada. El "chairman" Parker Selfridge de la RDA regresó a bordo del ISV Venture Star, una nave atestada de refugiados humanos procedentes del planeta verde. El 80% de los exiliados debieron regresar sin posibilidad de crionegia, y muchos de ellos murieron a causa de la desnutrición, ya que no pudieron embarcar alimentos suficientes para alimentarles a todos.
En Pandora, los pocos humanos a los que se les permitió quedarse en el planeta, vivieron en paz con el clan de los omaticaya, haciéndose cargo de la instalación de Las Puertas del Infierno, que poco a poco fue deteriorándose frente al implacable avance de la selva pandorana.
Las naves intergalácticas de la RDA en ruta hacia Pandora en ese momento, llegaron para darse cuenta de que los na'vi habían expulsado a sus compatriotas. Los humanos presentes ejercieron de enlaces diplomáticos, y el ejército na'vi fue convocado durante cinco ocasiones por el jefe del clan de los omiticaya, Jake Sully. Se negoció la retirada de los recién llegados, a cambio de unos kilos de unobtanio, o se les persuadió mediante la fuerza de que abandonaran el planeta.
Estos sucesos fueron lo único que quebró la paz de Pandora durante los primeros cinco años. Después de ese periodo, las naves humanas dejaron de llegar al planeta durante otros cinco años. Fue muy duro para los pocos humanos que permanecieron, ya que habían pocos alimentos aptos para que fueran consumidos por ellos, y los empleados de la RDA del último convoy no aceptaron la condición de dejar palés de suministros para ellos.
A finales de 2164, el ISV Venture Star llegó a la Tierra con la bodega llena con solo un 11% del unobtanio usual. En cambio, las bodegas estaban llenas de humanos famélicos que se habían turnado en el uso de los dispositivos criogénicos de la nave. Aún más sorprendente, trajeron noticias de la derrota a manos de los Na'vi, y la expulsión de la RDA del planeta verde.
Preparados para enviar su sexta nave, los administradores de la RDA se vieron forzados a paralizar el programa de viajes interestelares debido a la creciente presión pública. Los ecoterroristas aprovecharon para lanzar una campaña de anarquismo a fin de desestabilizar el orden mundial, y durante dos años se combatió en la que sería considerada como la Tercera Guerra Mundial.
En ella, el poder de la RDA fue severamente mermado, y las potencias que triunfaron (una alianza entre Estados Unidos y Rusia, derrotando a China y Brasil) se plantearon el acuciante problema terrestre. En efecto, el mundo sufría ahora el problema agravado de la falta de alimentos y la existencia de amplias zonas de cuarentena, debido a la radiactividad de las armas nucleares. Cientos de miles de humanos vivían muy por debajo del umbral de la pobreza, desesperados.
Pero entonces, sucedió lo inimaginable.
Debido a los grandiosos problemas a los que se enfrentaba el planeta Tierra, y las enormes posibilidades de una progresiva decadencia de la raza humana, hasta su desaparición, los principales gobiernos terrestres se reunieron, a pesar de las rencillas existentes tras el reciente conflicto mundial.
Se resolvió, de forma extraordinaria, nombrar un gobierno planetario conjunto llamado Federación Terrestre, a cuya cabeza se situó el carismático presidente Willhem van Roek, artífice del Tratado de Paz de Kimberly, que puso fin a la Tercera Guerra Mundial. La administración Roek trabajó pronto para sentar las bases de la recuperación de la Tierra. Sin embargo, existía un problema: el unobtanio. La guerra había agotado casi todas las reservas.
Se convocó a los mejores expertos terrestres de todos los campos científicos y militares, en la llamada Gran Asamblea, nombre por el que se conoce a la Asamblea de la Federación Terrestre para el Problema Pandorano. Las discusiones duraron un mes, y se articularon en torno a tres tendencias:
Se convocó un plebiscito de carácter mundial, donde se votó estas soluciones. El resultado fue el siguiente:
Se preparó entonces una flota para reestablecer el comercio con Pandora, y a ser posible la minería en el planeta, utilizando las minas ya previamente explotadas por la RDA para no comprometer el medio ambiente de dicho planeta.
Los preparativos para la partida de la flota se vieron nuevamente interrumpidos por el brutal asesinato del presidente Van Roek, que conmocionó al mundo. La agitación social y ecoterrorismo pareció estar a punto de volcar a la Tierra en una autodestrucción anunciada. Entonces, intervino de nuevo la ya recuperada RDA, que solucionó el problema ecoterrorista de manera brutal, aunque con la aceptación implítica de una ciudadanía cada vez más harta de aquella degradante situación.
Tras la muerte de Van Roek, el duro ex-presidente de la RDA Arthur Ashoka fue elegido presidente de la Federación Terrestre. Debido a la degradante situación, Ashoka tuvo la astucia de repetir el plebiscito con un resultado arrollador. Un 75% de los votantes terrestres aprobó la intervención armada en Pandora.
Mientras las discusiones políticas se habían producido, científicos y militares no habían perdido el tiempo. Analizando los factores de la derrota pandorana, rediseñaron y mejoraron algunas de las armas y transportes utilizados. Un avance importantísimo se dió en las naves ISV, dotándolas de un nuevo motor de bajo consumo en unobtanio, que ya alcanzaba 1,1 en la velocidad de la luz, posibilitando viajes a Pandora en tres años.
También crearon un programa experimental Avatar, llamado "Supersoldier". Un paso más en las investigaciones genéticas humanas. Esta vez, se trató de crear avatares de seres humanos de tamaño na'vi, que compartieran sus mismas ventajas corporales pero sin llegar a resultar visualmente similares a los nativos de Pandora. Las pruebas demostraron que eran capaces de respirar en su atmósfera, y con la ayuda de un implante biotecnológico en su nuca, eran capaces de "enlazar" con las criaturas pandoranas capturadas y traidas de vuelta por las últimas naves de la RDA que llegaron al planeta.
El hombre escogido para situarse al frente de esta misión fue el viejo general estadounidense Arnold Krausser, de cuatro estrellas. Había sido destinado a Pandora en la primera expedición interestelar, con rango de teniente-coronel en la RDA. Fue primer jefe de seguridad de Pandora durante 5 años, famoso por su astuta administración del territorio, que sentó las bases del sistema que imperaría durante 25 años. Herido en un accidente de pilotaje en un Samson, fue devuelto a la Tierra en criogenia con heridas cerebrales muy graves.
Permaneció en criogenia durante más de 10 años, hasta que los científicos supieron como poder curar sus gravísimas heridas. Fue devuelto al servicio activo en el ejército de los EEUU, por sus méritos, y ascendido al rango de general de brigada, y posteriormente a mayor general. Con ese rango, combatió en la Tercera Guerra Mundial destacando en la batalla de Nanking, donde derrotó de manera brillante a los chinos.
Como héroe de guerra, fue ascendido por sus méritos al rango de teniente general. Él fue uno de los principales teóricos de la respuesta armada en Pandora, a la cual dedicó larguísimos informes tras casi un año de estudio del material traído por el ISV Venture Star. Propugnó un corpus de teorías para asegurar una óptima preparación de la campaña de castigo contra los na'vi, y sobrevivió al atentado en el tren de levitación electromagnética en el que pereció el presidente Van Roek, al estar situado dos vagones antes de él.
Cuando el presidente Ashoka aprobó la intervención armada, Krausser fue nombrado General de Cinco Estrellas de la Federación Terrestre, y situado al mando de las fuerzas de la RDA y la Federación que se iban a enviar al planeta. Un trabajo para el que siempre soñó.
Fueron enviadas 12 naves, incluída la novedosa Sun Tzu, una nave de guerra orbital con capacidad de lanzamiento de misiles de largo alcance. La capacidad de las naves se modificó, junto a su motor, para transportar a un total de 15.000 hombres y mujeres, que se turnaban rotativamente en periodos de 6 meses en la criogenia.
Durante su periodo de no-criogenia, se les mantenía en animación suspendida durante unas semanas, en las llamadas "camas de adoctrinamiento". En ellas, se les reproducía mediante conexiones sinápticas una serie de informes pormenorizados sobre el desenvolvimiento operacional en Pandora, panfletos morales pro-Tierra y otros datos de interés para su misión. Los jinetes de Avatar Supersoldado aprovechaban estos periodos para entrenar con sus avatares en simuladores de alta tecnología instalados en el ISV Sun Tzu.
En total, la flota la componían:
Y lo más importante: el presidente Ashoka autorizó el transporte y uso de armas de destrucción masiva, incluyendo:
La flota tardaría exactamente tres años, dos meses y quince días en llegar a Pandora.
El Plan de Batalla de la invasión de Pandora ha sido publicado parcialmente en varias de las obras del general Krausser, la más destacable de ellas es la llamada "Grandes errores estratégicos de la RDA durante la administración de Pandora". No obstante, todos los detalles del mismo no han sido publicados por obvios imperativos militares.
A la llegada al planeta, se tienen previstas una serie de operaciones preliminares tendentes a la consolidación rápida y fulminante de una posición de despliegue favorable para las tropas, previa a la primera oleada de ataques.
El primer objetivo de la misión es destruir el centro neuronal planetario conocido como "Eywa", para cortar las comunicaciones entre los Na'vi y las diferentes criaturas del planeta. El centro de esta red se supone que es el llamado Árbol de las Almas, que ya intentara atacar el coronel Quaritch.
Los pasos son los siguientes:
Es necesaria una cabeza de puente segura para comenzar con la invasión. La región escogida, por motivos obvios, es la de antigua base de la RDA de la Puerta del Infierno (Hell's Gate), que se estima que esté operativa para aterrizajes con unas operaciones mínimas de mantenimiento.
Nuevamente, los pasos serán:
Una vez ubicadas las tropas sobre el terreno, y consolidada la posición de Hell's Gate, se espera que nuevamente Jake Sully llame a los clanes na'vi para unirse en la expulsión de las fuerzas invasoras. Esta concentración resultará apropiada para los fines de la Federación Terrestre.
Un operativo de reconocimiento especial será enviado para localizar al traidor Jake Sully, y señalar su posición a la aviación para su eliminación inmediata. Esta misión se lanzará conjuntamente con la Operación SF.
Las fuerzas de tierra y aire se coordinarán para atacar a la concentración de tropas del clan omitacaya antes de que se preparen para atacar. Se prevee que Jake Sully esté entre ellos. El operativo será el siguiente:
Eliminado el clan Omiticaya en un plazo no superior a 24 horas tras el despliegue inicial, las tropas regresarán para pasar la noche pandorana y reestructurarse de cara al siguiente desafío. En este momento, los ingenieros ya comenzarán a reestablecer la extracción de unobtanio, asegurada la mina principal.
El clan tipani se sitúa en la selva centro-oeste, y es el que más posibilidades tiene de acudir rápidamente en socorro del clan omaticaya. Se procederá a un bombardeo aéreo de su concentración de guerreros, seguido de una limpieza por tierra adaptable en función de las necesidades.
Dada la naturaleza de estos clanes, la prudencia aconseja volcar sobre ellos toda la flota aérea. No obstante, dada la cercanía de los clanes de las montanas, se espera una lucha dura en previsión del envío de abrumadoras fuerzas de jinetes de Ikran.
A tal efecto, se desplegarán sobre el terreno puntos fuertes con armamento terrestre y antiaéreo, llamados "álamos". Se espera que sirvan para frenar el ataque na'vi con potencia de fuego abrumadora, apoyando a la flota aérea.
La operación contra los clanes de las montañas comenzará con un bombardeo nuclear estratégico sobre los picos más importantes, esperando provocar su derrumbamiento y la muerte de animales y jinetes debido a las explosiones y la radiación. Una vez terminada la batalla de las praderas, la flota se moverá hacia las montañas cercanas al mar, y "limpiará" la zona de los restos de fuerzas na'vi.
Entre las fases II y III se producirá el despliegue de fuerzas navales al mando del contralmirante Thompson. Su objetivo será el despliegue y conquista de las llamadas Islas Encantadas, donde se sabe que habita un clan na'vi sin identificar, y donde existe una gran riqueza en unobtanio.
Se enviarán a expertos científicos de campo guiando a las tropas de avanzada para reconocer el terreno y los principales peligros, con órden estricta de replegarse hacia la costa en caso de peligro franco.
Se espera que el clan na'vi presente se concentre ante la amenaza y plantee un ataque ante las fuerzas de desembarco. A tal efecto, se bombardeará a sus fuerzas desde los buques de la armada, a lo que seguirá la invasión total de las islas por parte de las tropas de desembarco.
Una vez completada la invasión total de la superficie del planeta, se procederá a organizarlo del modo más apropiado para la RDA y la Federación Terrestre.
Los supervivientes de la conquista serán guiados a un espacio selvático especialmente acotado para ellos, y que no podrán abandonar excepto con permiso expreso del oficial al mando de la Federación Terrestre y la RDA. Esta reserva estará vedada a humanos, y se dejará allí vivir a los na'vi, aunque con vigilancia aérea para evitar que se preparen para un contraataque.
Se espera que para el segundo mes tras la invasión en curso, se produzca la normalidad administrativa en el planeta. Once de las doce naves de la flota regresarán a la Tierra cargadas de unobtanio y otros materiales, de manera escalar para evitar el aglomeramiento del material y su depreciación en el mercado.