La Feria de la Cosecha, uno de los momentos del año que todo habitante de Puertogris desea que llegue. Y "desear" es la palabra clave, lo que marca la diferencia con cualquier otra feria de pueblo. En Puertogris no solamente se juntan las buenas gentes durante éste último día de verano para danzar, festejar y organizar concursos de todo tipo, desde ganaderos para ver quién ha criado al cerdo más grande y granjeros para ver quién ha cultivado la calabaza más grande, hasta gañanes para ver quién traga más alcohol sin perder el sentido en el intento. La pequeña villa de Puertogris tiene una tradición arraigada desde hace generaciones, un evento único que atrae visitantes de todo tipo y encandila a propios y extraños, conocida como La Ceremonia de los Deseos.
Y es que, al ponerse el sol del último día del verano, tanto los habitantes de Puertogris como aquellos visitantes que acuden a su feria, tienen la oportunidad de participar en una curiosa ceremonia en la que lanzan un tributo, bien sea en monedas o en baratijas, para pedirle un deseo al pozo. Pero a diferencia de cualquier atracción turística que pueda haber en otras partes de Faerûn, el pozo de Puertogris es mágico y realmente concede los deseos.
No se sabe cuáles son los criterios que sigue para cumplir los deseos, a veces varias personas se ven bendecidas y otras veces ninguna. Incluso una vez pasaron cinco años sin que nadie viera satisfecho sus deseo, pero los habitantes de Puertogris y alrededores, acuden año tras año para disfrutar de la fiesta con sus vecinos y pedir favores al pozo.