Partida Rol por web

Altos y majestuosos árboles forman el bosque de Shalanest Oriental, una de las maravillas de Valsorth y el último gran reino de los elfos. La armoniosa vegetación del bosque permite avanzar con facilidad por sendas y caminos entre robles y olmos de troncos tan anchos como torres. Por desgracia, lo que antaño era un pueblo abierto y amigable, se ha ido recluyendo en lo profundo del bosque, fatigado por las guerras y las traiciones.

Shalanest es el último gran reino élfico, un bosque en el que esta raza se ha refugiado de los cambios, guerras y sufrimiento que han azotado Valsorth en los últimos siglos. Aislados del resto de reinos, los elfos mantienen sus fronteras cerradas a los extranjeros, especialmente desde la invasión de los caballeros de Stumlad, y sólo aquellos que son considerados como aliados o se han ganado la confianza de un elfo de importancia pueden entrar en el reino. 

Una infinidad de sendas recorren el bosque, en un laberinto por el que las patrullas de elfos se mueven con rapidez, emboscando a los enemigos que se adentran en su territorio. La región es una sucesión de parajes boscosos con algunos claros, por los que discurren las aguas del Tirem, un caudaloso río que desciende desde el norte y cruza el bosque hacia las costas orientales. Por desgracia, el número de elfos disminuye con los años, y grandes porciones del reino están abandonadas.

El cochero te pregunta ¿señor qué hacemos? Si seguimos podemos ser emboscados o incluso obligados a volver, no creo que ninguno de nosotros hayamos tenido contacto con los elfos para considerarnos sus amigos, aunque todos sabemos que tampoco somos sus enemigos. No sé qué hacer ¿qué opina hermano? Cree que podremos encontrar esa hoja por los alrededores - te pregunta- quizás no hace falta ni entrar, ¿qué opina? Te dice el clérigo con voz asustada ya que la capucha no deja ver su rostro. ¡Oh! Clama con desesperación hay que salvar al hermano, pero tampoco podemos ser de mucha ayuda si terminamos con una flecha en el pecho.

Para la carreta mientras espera tu decisión...

En parte el hombre tenía razón, avanzar podría ser peligroso, al menos si seguíamos con el carromato.

Está bien hermano espéreme aquí, yo me adentrare en busca de la planta, en cuanto la consiga volveré lo más rápido que pueda. Le dije poniéndome en pie y bajando del vehículo. Estire mis grandes piernas y me dispuse a introducirme en el lugar, debía comenzar a explorar en busca de la planta. Cierto es que no había contactado con los elfos, pero pensaba que una persona sola seria menos amenazante que un carromato con dos.

Además si ocurría algo no quería ser el culpable de la muerte de otro ser, prefería arriesgar mi propia existencia. Paso a paso me moví por el lugar abriéndome camino, mientras observaba por si la buena fortuna mostraba una de las plantas que andaba buscando.

Tenga cuidado hermano disponemos solo de vos para llevar a cabo esta empresa, además de ser usted el único que puede encontrar esa planta debido a sus altos conocimientos de sanación.

Te introduces en los bosques élficos mirando aquí y allí  por si ves la planta que buscas, no has andado mucho cuando una voz te interpela desde los árboles. Distingues las voces pero el sol te da de cara impidiendo ver su rostro. Vuelve gigante a tus tierras no has perdido nada en éste, nuestro territorio.

El bosque es limpio y el camino se confunde con el mismo bosque, crees que las plantas de esta zona crecen a un ritmo vertiginoso no dejando lugar a que se pueda trazar cualquier camino o ruta duradera. Sabes o conoces el lenguaje de los elfos, es posible que si hablas en su idioma tengas un beneficio ante ellos. Ya recuerdas tu experiencia pasada... en tu andar por tierras lejanas cómo te tropezaste con viajeros que te acompañaron haciendo más ameno el viaje, uno de ellos fue un elfo, y tras larga caminata compartisteis el conocimiento aprendiendo su idioma.

No tarde mucho en encontrarme con los habitantes de aquellos bosques. Me pare cuando me dieron el alto. Pero sin mostrar ningún aspaviento.

Buenos días señores, es un honor, mi nombre es Nanuuk, soy apenas un curandero. Cierto que estoy lejos de mi tierra, pero el motivo es puro y justo. Dije con educación. Vengo en busca de una planta, una que puede ayudar a salvar una vida mediante el poder de la madre naturaleza. Ella no querría ver a uno de sus hijos morir, por ello debemos salvarle, cualquier vida es valiosa por sí misma. Expuse a esas voces que me hablaban. Y no podemos dejar que se pierda, pudiendo evitarlo.