El IMPERIO OSCURO
El 41° milenio es una época de guerra. Una era donde la simple supervivencia es considerada una victoria. La guerra se libra a través de la galaxia en la oscuridad del espacio, en un millón de mundos y en las profundidades de cada alma humana. No parece haber un final. No parece que exista la paz entre las estrellas, excepto, quizás, en el olvido.
Los vastos abismos que separan los sistemas planetarios hacen que la comunicación entre ellos pueda llevar años, lo que requiere que los mundos puedan operar de manera autosuficiente durante décadas o más. Desde los mares cambiantes de la disformidad vienen demonios horrorosos, entidades cuyos cuerpos no están hechos de carne y hueso sino de poder corruptor, y que se alimentan del terror y de la ignorancia del hombre.
El Imperio impone poderosas restricciones para mantener a cada una de estas fuerzas bajo control. Los psíquicos, seres con la capacidad de manipular la disformidad, son tomados bajo la custodia imperial para su análisis y su posterior entrenamiento... o para su futura eliminación. Los astrópatas en particular son vitales para mantener la comunicación entre los mundos del Imperio.
EL IMPERIO DEL HOMBRE
El Imperio posee cientos de oficinas y organizaciones diferentes, cada una dedicada a diferentes asuntos.
La Eclesiarquía, conocida oficialmente como el Adeptus Ministorum, predica, a través del Credo Imperial, la vigilancia sobre todos los mundos de la humanidad.
Los tecno-sacerdotes del Adeptus Mechanicus construyen y mantienen todos los dispositivos tecnológicos de la humanidad, desde las naves que viajan a través de la galaxia hasta las pistolas que manejan los soldado del Adeptus Militarum. La innovación está estrechamente controlada y restringida, en particular la de aquella tecnología que pueda aumentar el riesgo de exposición a la disformidad o a la mutación.
La Inquisición tiene poder absoluto para emprender cualquier acción que vea necesaria para proteger a la humanidad. Muchos de sus agentes secretos viajan por los mundos del Imperio, investigando cualquier posible señal de corrupción o herejía, e intentando evitar que estos peligros se propaguen.
Cada mundo imperial envía soldados al Astra Militarum. Conocida como la Guardia Imperial, esta fuerza utiliza un número abrumador de hombres y máquinas de guerra para convertir en polvo a los enemigos del Imperio.
Los Marines espaciales y los Marines Primaris del Adeptus Astartes son humanos modificados geneticamente, capaces de dominar cualquier amenaza.
LA GRAN GRIETA
Hace aproximadamente un siglo, se abrió una profunda herida en la galaxia, conocida como la Gran Grieta o Cicatrix Maledictum. Viajar a través de ella es casi imposible.
La influencia de los Dioses Oscuros del Caos ha forzado al Imperio a un estado de guerra aún mayor. Algunos de sus agentes son simples seres humanos que han prometido servirlo. Estos cultistas, estos traidores y herejes, sólo buscan poder deleitarse con las llamas de una galaxia destruida. Otros son Marines espaciales que han sido corrompidos y rechazados por la luz del Emperador. Pero los más peligrosos son los demonios que se originan en el Inmaterio. Estas entidades son manifestaciones físicas de sus amos y existen sólo para sembrar la destrucción.
Si bien muchos agentes del Caos adoptan enfoques directos y violentos para abrumar a sus enemigos, ésta no es su única forma de actuar. El Caos puede corromper a sujetos leales a través de los rumores, las mentiras y los engaños. En muchos casos, estúpidos que creen estar haciendo lo correcto, se dejan seducir por los Dioses Oscuros y ponen en peligro al Imperio. Los servidores del Caos son traicioneros y pueden acechar bajo cualquier disfraz.
El MUNDO DE ENOC
El Imperio conquistó el sistema Gilead en el 34° milenio, tras una campaña prolongada. El sistema incluye multitud de mundos habitados por humanos, además de varias lunas y diversos puestos avanzados. Gilead, una colmena densamente poblada, es la capital del sistema. Avachrus es un pequeño mundo forja, ubicado cerca del sol y rico en metales preciosos. Ostia es un mundo agrícola, capaz de alimentar todo el sistema. Nethreus es un mundo de caballeros que han jurado lealtad incondicional al Imperio. Enoc es un mundo de santuarios imperiales que también es el hogar de la orden del Adepta Sororitas del Escudo Santificado.
Enoc contiene númerosos santuarios dedicados al Dios Emperador. La mayoría de los que viven permanentemente allí sirven directamente a la Eclesiarquía. Si bien la mayoría son sacerdotes o ministros, también hay burócratas que mantienen la infraestructura esencial de la organización. Un grupo de Hermanas hospitalarias, asociadas a la Orden del Escudo Santificado, se encargan del sanatorio de San Deplorus, el mejor sanatorio que se puede encontar dentro del sistema Gilead.
Mapa con la localización del sistema Gilead: