Partida Rol por web

Os encontrais en un pasillo de apartamento, frente a vosotros una puerta marcada con el número 101.

¿Detrás? No estáis seguros pero está claro que algo está ocurriendo por los angustiados gritos que escuchais al otro lado. Aunque los gritos suenan amortiguados, como si algo impidiese el sonido correctamente.

¿Qué se siente? ¿Qué se siente, fiambre?

Escucháis claramente otra voz, ésta claramente, sin estar amortiguada.

Allí estáis los cuatro en el día más raro de vuestra jodida vida... ¿Los cuatro? ¡Ah, sí! Os dais cuenta que falta Chip.

Me llevo las manos compulsivamente por todo el cuerpo, seguro de estar ardiendo tras la explosión. Sin embargo mi piel no reacciona al tacto de mis manos inundándome de dolor como debería ocurrir y poco a poco me conciencio que de nuevo la explosión no nos ha matado.

Menudo viaje Digo sin pensar.

No tengo ni idea de que droga me he inyectado, esnifado, o tragado esta vez, ni tampoco recuerdo cuando lo hice o porque, pero es evidente que así ha sido. Quizá fue en la clase, a lo mejor nos dieron algo de agua con algún psicotrópico. Seguro que les pareció divertido. Aunque también es posible que me metiese algo antes de venir a la reunión, después de todo tenia que tragarme a una panda de engreídos cabrones que iban a mirarme como si fuese el fracasado de Derek, el payaso del canal 7.

Si, un vistazo a la cara de Alex me convence de que sin duda debí meterme algo para no aguantar sus aires de prepotencia. El problema es que no funciono, porque el capullo sigue aquí, y el otro también. Al menos mi cerebro me ha hecho el favor de librarse de Chip, ese tipo me ponía de los nervios. Por otro lado, si esta droga fuese realmente buena Tàbata estaría desnuda alegrándome la vista; y en lugar de gritos, lo que se oiría al otro lado de esa puerta seria a mi corriéndome la gran juerga.

¿Que mierda me he metido? Joder, ya da igual. Mejor que lo disfrute. Me digo mientras me dirijo a la puerta y hago girar el pomo. Ya no me preocupo de hablar en voz alta, después de todo esto es solo una alucinación.

Aquello había pasado a ser una mala situación, a una mala pesadilla, para terminar siendo una mierda que le daba absolutamente igual. Hiciera lo que hiciera, algo terminaría saliendo mal y volverían a empezar, y ya había comprobado una y mil veces que no era un maldito sueño. En sus sueños no se cansaba, no sudaba ni vomitaba. No se le ponía dura mirándole el culo a una preciosidad como Tabatha, ni le entraban ganas de partirle la cara a Chip cada vez que habría la boca. 

- ¿Dónde está Chip? - dijo, precisamente. Pero en cierto modo le daba igual, porque sólo quería seguir adelante, abriendo puertas como si todo aquello fuera un videojuego y sólo tuviera que esperar para llegar al monstruo final - Dale caña, Johnson.

Se puso a un lado de la puerta y esperó. ¿Sería una situación peligrosa? Probablemente, ¿más que un atraco o un accidente múltiple de vehículos con explosión? Lo dudaba.

Estaba segura de que esta vez si que lo conseguiríamos, teniamos experiencia, estabamos centrados, ibamos estupendamente hasta que de nuevo la fatalidad mando a hacer puñetas la salida al gusano repetitivo. Cuando abri los ojos en el nuevo lugar me levante como un resorte

-ESTOY HASTA LOS COJONES DE ESTA MIERDA!! QUIERO SALIIIIR DE AQUIII, DEJAME VOLVER A MI PUEBLOOOO!!!AAHHHH!-

Grito histerica y llorosa ni siquiera reparo en los demas ni en la inquietante frase que se oye detras de los grito. Estaba dispuesta a hacer lo que fuera para acabar con esto, el problema era que no sabia que era lo que teníamos que hacer. De todas maneras si quien estaba al otro lado no lo sabia, ahora ya tenia certeza de que habia alguien mas con él.

-¿Donde esta chip?- susurro como dandome cuenta

Voy hasta donde esta Dereck y le ayudo a abrir la puerta, sea lo que sea que hay al otro lado ha escogido un mal día para aparecerse en esta pesadilla.

Pero... ¿Que haceis? Cormac se llevó las manos a la cabeza al ver como esos capullos abrían la puerta asi por las buenas. Así sin más. Estaba claro que habían entrado en algun tipo de bucle cósmico-existencial y aquellos gilis tocaban las cosas como si nada. ¿Quien sabe lo que se encontrarian detra de la puta puerta? ¿Un mundo paraleo? ¿Una entrada al centro de la Tierra?

Esto no es un juego... pensad en Chip ¿Que le habrá pasado? se imaginó al tonto de Chip vagando eternamente por los callejones de la dimension desconocida buscando un 7-eleven donde comprar una bolsa de patatas.

Dereck empieza a dudar si tiene que cambiar de camello o asociarse con el actual, por la mierda que le ha debido de pasar. Ya de vuelta de todo, decide tirar millas y abrir la puerta ante ellos, ayudado por Tábata y animado por Alex, quien empieza a imaginarse protagonista de un videjuego o, quizá, de una de esas películas de serie B sobre realidades virtuales.

Cormac, más profundo, trata de hacerles razonar sobre lo que está ocurriendo. Sin resultado.

Casi podéis escuchar la voz de Bob Barker diciendo Veamos qué se esconde tras la puerta 101...

Y tras ella, se abre ante vuestros ojos un apartamento destartalado que parece carecer de cuarto de baño. Ahora que os fijáis, al final del pasillo donde os encontráis parece haber uno.

En el interior, veis un colchón aplastado contra el suelo, cubierto con sábanas sucias, y por todas partes cajas de pizza y bolsas de comida rápida. El lugar está lleno de montoncitos ensangrentados de toallas de papel, varias docenos de ellos a simple vista.

Hay dos hombres. De espaldas, uno que va descalzo, con vaqueros y lo que parece la parte de arriba de un pijama; tiene un corte ensangrentado en el brazo izquierdo, una puñalada en el costado y otro corte en el hombro izquierdo. En su mano, un cuchillo de monte ensangrentado.

Frente a él, atado a una silla de metal plegable, otro que forcejea y se queja. Parece que se asfixia y que trata de chillar. Cuando levanta la cara, ¡Dioses! ¡Su boca y su nariz parecen estar fundidos con carne!

Cuando la puerta se abre solo puedo llevarme la manos a la boca y susurrar un

-Oh dios mío...-

La escena es increiblemente perturbadora, y tanto el tio lleno de sangre y con un cuchillo como aquel que tiene la boca y la nariz unidas a la carne, son salidos de una pelicula gore de tesion maxima.Pero yo, ya sea por mi experiencia en el cine o porque estoy hasta las pelotas de todos, me asusto pero sin embargo no pierdo el control.Trato de respirar antes de tomar una decision.A lo mejor lo que cormac nos habia dicho de estarnos quietos con la puerta era mejor idea...

-Vale, ¿Podemos ayudaros?-

Que estupidez pero quiero salir de aquí ya de una maldita vez.Quizas sea un rito satanico o algo asi...Es dificil pero no imposible conseguir que a un hombre se le pegue la boca a la cara, solo se requiere mucha psicopatía y bastante tiempo.

Coño exclamo el interior de Cormac al contemplar aquella perturbadora imagen. Fue el asco y el repelús el que lo empujó hasta dar un ligero paso atrás en desbandada. Una cosa era dar un paseo por un cruce con los semaforos rotos de unos cuantos universos paralelos y otra muy distinta que te lanzaran granadas gore al cerebro.

Ya os lo dije. Ya os lo dije. Nada iba a evitar que Cormac abriera el frasco del reproche.

Ya os lo dije. dijo por si acaso no habia quedado claro el tema de "Esto no es un juego"

Alex entró como una exhalación tras abrirse la puerta, dispuesto a hacerle frente a lo que tuvieran preparado para ellos. ¿Unos matones? Se los comería vivos. ¿Un poco de sangre? Había visto mucha en las películas de los viernes por la noche. ¿Un perro salvaje? Una patada y al agujero.

Pero no estaba preparado para algo así. Algo tan antinatural. Una aberración. Un insulto a la naturaleza.

¿Pero qué cojones era eso? ¿Qué estaba sucediendo ahí?

Se pegó contra la pared y las piernas le flaquearon, deslizándose hasta el suelo. No dejaba de mirar al tipo con sin boca ni nariz... era horrible, repugnante... terrorífico... y a la vez... no podía dejar de mirar...

La puerta se abrio bajo la presion de mi mano, y segun se abria revelando el interior de la habitacion, mi mandibula fue cediendo para revelar el interior de mi boca. En un gesto del que Dereck jamas hablaria a ningun conocido, se santiguo, y paralizado por el miedo comenzo a rezar.

Señor, librame del mal, librame de esta aberracion y juro que jamas volvere a usar tu nombre en vano, nunca volvere a probar el alcohol, ni las drogas, lo juro, dejare la marihuana, salvame y te prometo que sere bueno, ire a la iglesia y aprendere a rezar. No volvere a untarme de jalea, no mas sexo en baños publicos, ni parques, ni volvere a meterme los donnuts en el paquete antes de darselos al productor, ni a rellenar las botellas de los minibares de los hoteles, lo juro, pero salvame.

Justo cuando toda la carne se ha terminado de cerrar alrededor de la boca y la nariz del tipo en la silla, el hombre de pies, sí, el del cuchillo de monte en la mano, se gira hacia vosotros.

¡Por todos los dioses! ¡Ese tipo es uno de los conductores del accidente, el que estaba en la monovolumen verde!

Os mira, como el que no recuerda haber colocado la silla en ese lado en concreto, y vuelve su atención a mudito.

Bien, hijoputa, vas a sufrir de lo lindo. el cuchillo ensangretado goteo sobre el suelo mientras los ojos del que tiene las papeletas para futuro cadaver se abren como platos.

Ehhh!!! Quieto!!! se atrevió a decir Cormac. No fue un grito de reproche ni mucho menos de advertencia o amenaza. No. Más bien fue como un grito por obligación. Por cortesía. Por exigencias de un guión.

Oye. Estate quieto. ¿Qué vas a hacer? ¿Eh? Quieto ahí con ese cuchillo. Espera un momento hombre. a sus palabras acompañaban los tipicos gestos de las manos. Con las palmas abiertas y mirando hacia el suelo y en un repetitivo movimiento de arriba-abajo. Como botando un imaginario balon.

Yo te conozco. Sí. Tío, yo te conozco. ¿verdad? ¿Donde nos hemos visto antes?

Sigo observando las escena detenidamente pero en realidad es distinta a las anteriores. Esta vez no va de nosotros como centro de atención-atraccion aquí mas bien es como si sobráramos, como si nos hubieramos inmiscuido y a los ocupantes de la escena les diera igual que estemos o no estemos allí.

Cuando el del cuchillo se gira para volver a seguir con lo suyo sobre el otro chico, Cormac trata de apaciguarle sin mucho éxito hasta que musita que le suena de algo y se enciende una lucecita en mi cerebro - ¿Donde he oido algo asi antes?- claro, me lo dijo dereck en el atraco del supermercado, uno de ellos era igual al tio del accidente ¿Y este?

-Oye para, en serio necesitas algo, no vamos a dejar que mates a nadie delante nuestro, asi que tira el cuchillo que somos mas- Miro a los demas como pensando que van a secundar el heroismo de mis palabras claro

¿Por que se repiten las mismas caras una y otra vez? ¿Seran quizás ángeles o demonios? ¿Que coño tenemos que hacer aqui?

-Morir de nuevo parece ser la cuestion -

Espera, ¿qué había sido eso? ¿El tipo no los había visto? ¿O pasaba de ellos? ¿Era como si estuvieran viendo una película y todo les fuera ajeno? Porque si era así, la cosa cambiaba. Alex no quería acabar como el tipo raro sin nariz ni boca, además ¿cómo respiraba? Bueno, no venía al caso. Pero si no les iba a pasar nada, podía intentar reducirle... si podía. Porque no era como si fueran fantasmas, ¿no? ¿Si se lanzaba contra él lo traspasaría como en Ghost?

Alex se incorporó lentamente, le dolía todo el cuerpo y no sabía bien por qué. Luego, lentamente, comenzó a dar pequeños pasos hacia la otra pared de la habitación, a las espaldas del tipo del cuchillo mientras Cormac le trataba como si fuera El Encantador de Perros. En cuanto se distrajera, le iba a realizar un suplex que le iba a partir la espalda.

Algo se habia roto en su cerebro. Dedicarse al negocio de lo sobrenatural le habia convertido en un esceptico absoluto, y enfrentado ahora a algo inexplicable, Dereck simplemente no podia reaccionar, no sabia como hacerlo. Se descubrio a si mismo rezando y se sintio avergonzado, pero no por ello dejo de murmurar promesas a un dios en el que jamas habia creido, y a la postre opto por la mas desafortunada de las estrategias. Se llevo las manos al rostro y se tapo los ojos como si fuese un avestruz que entierra la cabeza para negar un peligro inminente.

No, no, no, no, no, no.... no, no.... no..... no, no, no....

Los ojos del tipo en la silla están abiertos como platos, el temor los llena hasta que parecen a punto de salirse de las orbitas. Seguramente se cagaría encima si no pareciese que ya lo ha hecho hace un rato. Mueve la mandíbula pero ni su boca ni su nariz parecen existir ya y él parece ahogarse.

Ahora que os dirigís a él, parece reaccionar y darse cuenta de vuestra presencia.

Mira a Cormac y le responde. ¿Conocerte? No, no, estoy de seguro de que no. entonces se para un segundo, mirando a Corma a la cara y dice en un tono más enfadado. ¡¿No estarás con Don, no?! su cuchillo señala al tipo de la silla que os mira, sus ojos parecen emitir una señala de SOS hacia vosotros, casi suplicante.

Justo entonces intercede Tábata. No, no, no voy a matarle. sus ojos parecen a punto de echarse a llorar. Solo quiero que me diga dónde está Sascha...