En medio del árido e infertil desierto se encontraba tu hotel, pequeño, modesto y acogedor.
Ofrecías a todo viajero que por el camino pasaba tus habitaciones, el reposo de una noche y agua fresca.
Todo iba bien, todo el mundo pasaba por el hotel otorgándote sus anécdotas y su más sincero agradecimiento por tu recibida, acogida y hospitalidad. Pero todo esto, cambió de manera súbita.
Cuando abrieron las lineas del tren, la gente dejó de usar los caminos, cuando construyeron la vía del tren enfrente a tu hotel, los trabajadores te animaban: "El camino nunca quedará vacío" "Esto puede convertirse en una ciudad-estación en un par de años"
Pero los años pasaron, y el tren jamás se detuvo en ése inhóspito paraje, nunca otro transéunte volvió a pisar el porche de tu hotel, que terminó convirtiendose en el reflejo olvidado de las ventanillas del vagón que la cruel locomotora arrastraba todos los dias frente a él, haciendo sonar los engranajes de sus ruedas, que resonaban en las maderas del hotel vacío, emulando una cruel carcajada
...Nada.
No tengo nada... Absolutamente.
Ya no es lo mismo que antes... Ya no son las caras, por aquí abundantes.
Mi rostro, mi aspecto...
¿Quizá... Temían?
No fuí yo... Quien pidió este aspecto.
- Yo... ¿Quien soy?
Sintiéndome perdido, miro mis manos. Contemplo luego la madera, los trozos fríos de recuerdos olvidados, de existencias abandonadas. Percibo lo que es únicamente mi propia casa, apartada de todo, cercana únicamente, a mi nemesis, aquel enemigo, que me quitó todo.
El Tren...
Busco mirar hacia afuera, en pos de encontrar algo de luz, por la ventana, aún si tenga que mirar ese aparato. Aún si soy una cáscara vacía, un gusano sin vida, puedo arrastrarme, hacia la...
¿Vida?
El tren pasa y los tabiques de tu residencia se tambalean dejando caer serrín de la madera putrefacta.
Una araña cae de unas telarañas polvorientas para refugiarse en alguna grieta del suelo y todo pasa tan rápido como vino.
De nuevo un silencio....
..... interrumpido
Un rugido resuena en el hotel, un sonido ya desconocido, y tardas demasiado en reconocerlo, y finalmente se extingue.
ALGUIEN
Ha aparcado su moto frente a tu hotel, junto a él algunas motos más y el sonido de unas botas ascienden las escaleras del porche haciendolas crujir. Mientras al parecer el resto quedan fuera soltando grotescas risotadas y burdas bromas machistas.
Un tipo, vestido de motero, de mentón grueso y cabellera negra larga y descuidada entra en el lugar mirando con desdén en todas direcciones.
Se sobresalta, sorprendido de que haya alguien aquí, y se dirije a la barra escupiendo a un lado en el suelo.
Buenas tardes, deseaba un trago de agua a poder ser fresca, llevo muchos kilómetros y esta madriguera es lo único que he encontrado. ¿Qué nos puede ofrecer?
Miro fijamente hacia mis visitantes.
Mi ojos constantemente estáticos, casi carentes de esencia alguna, se posan sobre el general de todos, sin mirar a ninguno en especial.
- Si, tengo agua. Un segundo...
Me dirijo a buscar, realmente, un poco de agua, un buen monton, trayéndola en un par de cubetas, y dejándola a disposición del hombre de al frente.
- Va por cuenta de la casa...
Me cruzo de brazos, y ahora si, miro al tipo frente mio, sin ninguna expresion visible, informando más que nada, al ir hablando.
- Son 10 dolares la estancia, por persona. 10 mas si quieren comer, tambien, por cada uno...
Digo sin más, esperando que tengan el dinero, y hablando en serio, denotando cuanto me importa mi trabajo...
Al menos, de momento.
Los tipos entran y sacian su sed dejando las cubetas vacías, salen fuera arrancando ya las motos quedando tan sólo el tipo que termina su vaso de agua despacio, saboreando cada gota, sin duda, todo un alivio en este infierno de roca y arena.
Cuando termina, hace gesto de colocar el vaso en la barra.... bueno... de casi-colocar el vaso en la barra dejándolo casi encima.
El vaso cae al suelo, es un vaso viejo, tan viejo como el mismo hotel, tan viejo como tu negocio, y contra la madera se quiebra haciendo saltar los cristales en varias direcciones.
¿ Quien te ha dicho que me querría quedar en un tugurio como éste ?
Vuelve a dar un escupitajo al suelo
No me mires así, te estoy ayudando a dejarlo limpio Jajajaja
Se pasea frente a ti para colarse tras la barra, a tu lado
Tienes que tener alguna bebida más por aquí que podamos llevarnos, anda sé bueno y saca algo que nos podamos llevar.
El tipo comienza a husmear en busca de algo de bebida que pueda cargar en la moto mientras te dá palmadas de camaradería cada vez que pasa junto a ti.
Tenso. Cada vez mas tenso, me siento, ante la actitud de este 'Amable' sujeto. Cada segundo me siento mas desagradado, e inevitablemente lleno de impotencia. ¿Porqué no puedo hacer nada? ¿Porqué nunca hago nada?
Debe ser por la duda que voy a producir en los demás. La única razon por la que no me muevo es... Una que no conozco. Una que quizá, no tiene ninguna razón, en sí misma.
Miro al sujeto, buscando ignorar, repeler con la mera tensión de mis hombros, el tacto de sus palmadas, pero me cuesta. Al momento en que escupe, mis ojos se abren un poco más de lo normal, me altera... Pero busco mantenerme quieto.
- Segu...ro...
Seguro. Seguro es exactamente como No me siento. Percibo como el ambiente da vueltas a mi alrededor, como cada cosa se hace confusa, y como el vacío que había guardado hasta ahora se va rellenando de...
Odio.
Antes de que las vueltas, el maréo, y las psicológicas contracciones me sigan afectando, camino, cuadrada, mecánicamente, hacia la parte de atrás, donde el tipo no pueda ver, en una habitación contigua, una pequeña cocina, la cual cierro, sello con pestillo.
Tomo un par de botellas de trago, vacías, dejándoles las etiquetas encima, y entonces les echo algun brebaje, si es que tengo, el que sea, sin importarme cuanto tiempo haya estado ahí, preferentemente algun brebaje claro, como ron, o vodka.
Además... Les agrego algo de 'Misterioso condimento'. La verdad, es que les pongo de todo un poco, lo peor que se me ocurra, pero en cantidades pequeñas, disueltas, para que no se note ni un sólo poco, y sea un 'Agradable' trato a mis queridos 'Invitados'.
Finalmente, lo sello, y salgo, zafando el pestillo, no sin antes haber hecho buenos sonidos de mezcla, que no eran falsos, ni fingidos, dado que mezclar un brebaje hace que sus solventes se propaguen mas rapido...
Salgo, y lo miro, como siempre, normal, aún tras todas las malas emociones que me produjo antes.
- Tome...
Le entrego las dos botellas.
- El agua iba por cuenta de la casa... Ahora espero que me pague estas dos botellas. 10 dolares ambas...
10 dolares. Mi precio eterno, para todo. Desde cagar en el baño durante todo el día, hasta una serie de emparedado. Hablo conciso, seguro de mi mismo, pensando en que Va a pagarme.
De una... U otra forma.
El tipo coge las dos botellas y otras dos de cerveza caliente que ha encontrado por ahí.
Parece que no lo has entendido, pero no pasa nada, en un par de semanas ya los pillarás tio
El sujeto parece no tener intención de pagar y se dirige a la salida saboreando ya las cervezas.
Y colocándose las botellas frías que le has dado sobre la frente para refrescarse.
¿Le dejarás marchar?
No me parece justo. Ni comprensible.
Una guerra de voluntades, aceptable, pero...
¿Que quiso decir eso?
- Alto...
Me acerco, fijándome en como se echa las botellas, poco a poco...
- ¿Que quieres decir con que... "Lo pillaré"?
Trato de distraerlo, de sonar preocupado, de... Hacer tiempo, hasta que los elementos en el líquido hagan efecto en su cuerpo.
- No tienes que pagar... Si me explicas eso...
Hago un ademan, forzadísimo, de sonreir...
Tratando de indicar, que quizá... Sólo quizá.
Me encuentro dispuesto...
"A escuchar"