Partida Rol por web

Antxon sentía mucho dolor, y lo del pincho en el ojo fue uno de los peores dolores que recuerda en su vida. Fue tan intenso, que casi se le olvida que le están dejando como a un colador, pero se estaba mordiendo la lengua. Tan fuerte, que casi se la estaba partiendo en dos para no chillar y darle el gusto a quien estuviera mirando.

Pensó que habría una especie de cámara en el techo grabándolo todo, y sin articular palabra alguna, alzó el puño de manera amenazadora y mostró el dedo anular donde creía que podía estar colocada la cámara.

Pensó que iba a morir de todas formas, así que le daba exactamente igual allí o en una muerte mucho peor, pero jamás se achantaría. Llegado el momento, estaba la espada con la que había asesinado a Andrea. Si la agonía duraba mucho, él mismo se quitaría la vida si hiciera falta, pero no daría su brazo a torcer por alguien tan rastrero y ruin de haber condenado a unas cuantas almas inocentes a morir y a cometer atrocidades como la que acababa de perpetrar Antxon...

- Antes de morir quiero que sepas una cosa... No voy a ser yo quien te mate. Un concursante ha decidido que lo hagas para poder convertirse en el ganador, así que se lo debes a él. Hasta nunca, Antxon. Podrías haber sobrevivido de haberme suplicado por tu vida. Un placer haberte torturado- dijo la voz del súper, sonando realmente divertida.
Las paredes se unieron de repente con todos los pinchos atravesando su cuerpo. De nada le servía ya la espada, las paredes le atraparon en una muerte dolorosa. Estaba inmovilizado mientras sus últimos segundos de vida se le escapaban con su propio aliento.

¡CABROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOON!*

Caminamos Ezequiel y yo, atravesando la casa. Lo hicimos en silencio pues supuse que quería estar a solas con todos sus pensamientos, con todos sus recuerdos, con todas aquellas pesadillas vividas en la casa.
Llegamos hasta la salida y una vez allí nos abrieron las puertas. Asentí con la cabeza para darle una muestra de confianza. Seguía estando receloso y era algo normal después de todo lo que habían vivido allí dentro, pero nada iba a pasarle. Todo había acabado pero por desgracia sólo había podido salvarse él.
Salimos fuera de aquella casa infernal y allí estaba su familia, esperándole para darle su apoyo, para llevarle a su verdadera casa y demostrarle que todo había acabado por fin.