Si, Josep. Un colega monstruito de las alcantarillas. Uno muy amigable. Tanto, tanto,... que nada más vernos nos atacó. Jajajaja - río ruidosamente, aunque con la ironía plasmada en la risa - Pero bueno, yo ya he visto que no se puede entrar allí adentro. Si quieres volver a acabar enj...
Mis palabras se detienen ante la intrusión de aquellos hombres, todos armados y listos, dándo órdenes como si de un comando militar se tratase. Nada me tocaba más los huevos, un grupo de desconocidos dando órdenes nada más empezar.
Bien... bien... bien... gente armada en un lado y un derrumbamiento precario en el otro... Cada día estoy más seguro de que Dios me escupe en la cara cada vez que me ve, por mucho que se esfuerce Alexéi en decir lo contrario - susurré para mí mismo antes de levantar un poco la voz - Disculpe, ¿acaso no ha escuchado la explosión? Allí atrás está ocurriendo un derrumbe. La zona no es segura. ¿Qué coño pasa aquí?
Escucho la ironica descripcion de Jacob sobre su encuentro, pero antes de responderle nos interrumpen... y valla valla... el mismo Azote. Sin un asomo de sonrrisa, le miro fijamente, pero hablo con el nosferatu.
-Puedes estar seguro que escucharon la explosion y saben los riesgos que hay mas adelante, Jacob. Por eso vinimos primero nosotros...
Mis palabras entonces cambian a un tono mas bajo, y ya no hacia el destinatario anterior, sino hacia el objeto de mi mirada.
-Por el clan y el bienestar de todos...
No necesito añadir mas. Ahora las piezas caen mejor, como habiamos sospechado... Dejo de ver al Buitre para dirigir una mirada y un gesto a los chicos, mientras avanzo...
-Vamonos, arriba podremos contactar con Alan. Ya no somos necesarios aqui.
Venimos a buscarlos... mira el hombre mientras señala el techo... salgan de aqui ahora, no es tiempo de preguntas!, no pierdan el tiempo!
Venimos a buscarlos es una palabra muy amplia! y vale para muchos bandos! dice el Toreador, casi sin aire!
Aguantandome de rodillas luego de la carrera infernal, y las casi aplastadas, que gracias a la celeridad pude evitar!
Levanto la mano, en un deje de desprecio, y camino en la dirección que me indican.
Sólo quiero largarme de aquí... esto ha sido una absoluta pérdida de tiempo... - y avanzo hacia la salida, por el camino que ya había regresado. Por donde estaba mi pequeña amiga muerta...
Sentí como la Bestia de la que siempre me hablaba Alexei se agitaba en mi interior. Mi parte buena sabía que debía suprimirla, pero mi parte mala susurró dentro de mi cabeza - Tranquila... ya obtendremos nuestra venganza... - Y mis pasos me guiaron hacia el alcantarillado, entre hombres, armas y gritos... animales en su ambiente... me irritan.
El no era un explorador. No era un aventurero, era un hombre (o vampiro) de un escritorio, de caminar calmadamente, de pasear bajo la intemperie, o de redactar una novela durante días enteros sin salir de su casa. No entendía como ahora terminaba huyendo de un peligro incomprensible, en una situación en la que no había pedido estar. No sabía como la normalidad y la cotidianidad había quedado destruida y relegada a meros fragmentos de anormalidad. De acción.
Era absurdo. Su cabeza no podía admitir eso, aunque mientras corría, la simple y poderosa idea de salvar su vida era suficiente como para que sus cavilaciones lo hicieran detenerse. Se tambalea ante el estremecimiento. La gruta (la maldita gruta salida de la nada) amenazaba con venirse abajo. Tiene que disminuir la marcha. Hombres armados. Alcanza a retroceder imaginando lo poder.
"Normal. Era una vida Normal" piensa, mientras el eco de su consciencia pisando lentamente sus creencias, su paradigma va destrozando su tranquilidad. Cada noche se sentía menos conforme, más cerca a la inestabilidad.
No obstante, parecen ser aliados. No se detiene a comprobarlo, si les dejaban salir, continúa en silencio, apresurado, el tiempo le apremia, teme profundamente morir, como lo ha estado temiendo desde que fue seleccionado para aquella misión sin sentido. Sin entrenamiento. Tenía menos sentido que los guiones comerciales de algunos de sus compañeros.
"Era una vida normal" el pensamiento le tortura.
Todos salen del lugar, se suben a una camioneta que los espera. Muchos están heridos, otros están asustados. Nunca pensaron que ser neonato fuera tan difícil...
Ven cómo un ejército comandado por el Buitre (azote de la ciudad) luego de salir de las alcantarillas se dirige hacia el observatorio. No saben que va pasar y tampoco quieren saberlo.
Pero el vehículo se va con todos ustedes fuera de ahí, y los lleva al refugio donde estaban.
Pasamos al refugio.